ALGUNAS ACLARACIONES



 

1.- INTRODUCCION

Para poder acercarnos, investigar y entender distintas circunstancias, eventos o fenómenos de cualquier índole es necesario tener, previamente, bien claro algunos conceptos. Para esto nos ayudan las definiciones.

Nuestro grupo se define como “investigador de fenómenos anómalos”, esto obliga automáticamente a definir que es un fenómeno anómalo.


Denominamos “Fenómenos Anómalos” a todo aquel evento que no puede ser explicado completamente por la ciencia o las estructuras racionales actuales. O sea, todo aquello que no respeta las leyes naturales establecidas y estudiadas. Lo que no es “Normal”.

Esta definición involucra una infinita variedad de posibilidades, las cuales no podrían ser cubiertas por un único equipo o grupo investigador. Por lo tanto, tratemos de desmenuzar este concepto general para tratar de definir los objetos de nuestro estudio.

Por ejemplo: la Física se define como “La ciencia que estudia las leyes que rigen la naturaleza”. Esto es un concepto muy general que involucra enormes cantidades de fenómenos y variables que pueden ser estudiados en general, pero cada uno de ellos puede ser profundizado y para ello se divide en distintas especialidades, a saber:

  • Óptica              (luz, color, lentes)

  • }
    Mecánica         (cinemática, dinámica y estática)

  • Electromagnetismo
    Electricidad     
  • Magnetismo
  • Etc.

De la misma forma, los Fenómenos Anómalos como aspecto general pueden clasificarse en diversos rubros en función de sus características particulares, su entorno, su apariencia, etc., una clasificación primaria podría ser la siguiente:

  • Fenómenos luminosos: En esta rama se incluyen observaciones de objetos o formas luminosas inexplicables (EVI = Estímulos Visuales Indeterminados).

  • Contactos cercanos: Esta es la rama más conocida y frecuentada por la ufología, comprende avistamientos, análisis de huellas, abducciones, implantes, visitas de dormitorio, etc.

  • Fenómenos Psi: Comprende una amplia variedad de fenómenos asociados a la Parapsicología (Poltergeist, materialización plasmática, telepatía, telekinesia, etc.), análisis de los estados alterados de conciencia, etc.

En pro de la simplificación, tomaremos esta clasificación primaria, ya que muchos otros casos que escapan a la idea general de normalidad pueden catalogarse en uno de estos grupos por similitud. Por ejemplo, las Apariciones Marianas (supuestas apariciones de figuras o seres con profundos significados religiosos) pueden enrolarse entre los Fenómenos Luminosos o los Contactos Cercanos, según corresponda con el contexto general y el resto de las particularidades de cada caso.


2.- METODOLOGIA

Las fuentes: Para la investigación en este campo, somos concientes que, salvo rarísimas excepciones, no estamos en contacto directo con el fenómeno, sino con testigos partícipes y/o secundarios del mismo. En algunos casos podemos tener acceso a alguna evidencia física posible de analizar (huellas, restos de mutilaciones, implantes, etc.), pero en la mayoría, sólo contamos con relatos de testigos, en algunos casos inconcientemente fraccionados y en otros intencionalmente alterados por terceros.

Otra fuente de material de estudio consiste en el intercambio de información con otros grupos y equipos investigadores.

Los filtros: Como la investigación del fenómeno es indirecta, intentamos que el canal comunicador con el /los testigos y/o las evidencias se encuentre libre de contaminación (física e ideológica), lo que muchas veces provoca más desgaste que resultados. Afortunadamente, disponemos de herramientas de ayuda que nos permiten filtrar muchas impurezas, pero muchas veces nos encontramos con testigos de casos muy importantes que debido al acoso psicológico-tendencioso modifican su experiencia perdiéndose todo valor estadístico y significativo del evento.

Por otro lado, todos estos fenómenos, al igual que un trauma, dejan en el testigo profundas huellas psicológicas, alterando de alguna forma su conducta futura o simplemente su forma de ver los acontecimientos. Por tal motivo, antes de concentrarse en la experiencia, es necesario establecer un entorno de contención aliviando todas las presiones posibles para que el testigo pueda expresarse naturalmente y sin temores. Este procedimiento puede lograr que un testigo aporte un testimonio de alto valor significativo para la investigación.

Debe tenerse muy presente que al trabajar con testigos como materia de investigación nos movemos en un área con tantas variables como individuos, por lo tanto no pueden descartarse las estructuras psicoculturales de los mismos, ya que estas modifican la percepción de la experiencia como un mecanismo de defensa ante lo desconocido. Por ejemplo, si dos personas fueran contactadas por una entidad desconocida, cada una hará una descripción diferente en función de un arquetipo que su formación psico-socio-cultural vaya armando en su mente. A veces las diferencias son leves, pero otras resultan bastante groseras requiriéndose un profundo y delicado trabajo de depuración que permita vislumbrar el estímulo.

Los resultados: Por último, cuando se dispone de un testigo/testimonio válido se debe realizar el análisis de todo el material disponible, incluyendo baterías de tests psicológicos tendientes a determinar la actividad en las diferentes áreas cerebrales del testigo, las mediciones geomagnéticas/geotérmicas del lugar del evento, la adquisición de datos de actividad solar en la fecha del evento y las características topográficas y geológicas del lugar. Todo esto se tabula estadísticamente a los efectos de poder conjeturar conclusiones con la mayor disponibilidad de datos posible.


3.- ANTECEDENTES Y EXPERIENCIA

Si bien se ha definido el comienzo de la era ufológica moderna como el 24 de junio de 1947 con el incidente de Kenneth Arnold, se sabe que este fenómeno ha estado presente en toda la historia de la humanidad, aunque no se haya documentado estadísticamente. De igual forma, los fenómenos Psi y los estados alterados de conciencia alcanzaron el máximo caudal de investigaciones durante la Segunda Guerra Mundial y la llamada Guerra Fría (1939 hasta fines de la década del ’80).
Resulta indudable que las “Ruedas Voladoras”, las “Enormes Bolas de Fuego”, etc. mencionadas en la literatura antigua (inclusive en la Biblia) hacen referencia a fenómenos anómalos (fenómenos luminosos y/o contactos cercanos), pero la forma de describirlos, dada la estructura técnico-cultural del momento, obligaba a expresarse en términos conocidos y emplear similitudes con objetos o formas habituales. Los trances en que entraban las pitonisas o los adivinadores y oráculos, eran estados alterados de conciencia inducidos por procedimientos específicos o por drogas (algunas alucinógenas) que permitían, según sus creencias, mejorar o facilitar la comunicación con otros planos.
Sea como fuere, recién a partir de la revolución tecnológica que representó el desarrollo y aplicación masiva de los ordenadores, se empezaron a documentar y tabular con detalles los diferentes tipos de casos, llegándose a conformar una enorme base de datos de anomalías.
Como es lógico de imaginar, en un principio se acumulaban datos de casos sin ningún tipo de filtro o con filtrados muy deficientes, lo que permitió que se sumaran algunos casos que con el tiempo se descubrieron como “armados”. No obstante, si nos concentramos en los casos mejor documentados (en cuanto a cantidad y calidad de detalles) se podrán verificar algunos puntos coincidentes y algunas tendencias especialmente curiosas.
Por ejemplo: Los fenómenos EVI y los Contactos Cercanos se presentan con mayor frecuencia y cantidad en los períodos de calma solar, esto nos permite afirmar “a priori” que bajos valores geomagnéticos y/o bajos valores de radiación solar (principalmente rayos gamma y UV) actuarían como facilitadores para la manifestación del/los fenómenos mencionados. No obstante, tal afirmación constituye sólo una hipótesis que deberá ser demostrada (estadística y experimentalmente) durante las investigaciones por venir.
Con respecto a los fenómenos EVI y particularmente a las “Apariciones Marianas”, Michael Persinger (prestigioso investigador de las neurociencias cognitivas) desarrolló en la década del ’80 un trabajo profundo y esclarecedor basándose en la estimulación electromagnética de ciertas áreas cerebrales (particularmente los lóbulos temporales). Si bien las conclusiones publicadas por él están subjetivamente marcadas por sus propias creencias, el trabajo tiene un alto valor científico, ya que demuestra que la presencia de un campo electromagnético interactuando con distintas áreas cerebrales pueden provocar alteraciones en la percepción de los individuos.
Cuando digo “alteración de la percepción”, no quiero significar una distorsión patológica de la realidad, sino una ampliación del campo de lo percibido. De la misma forma, cuando señalo que “pueden provocarse alteraciones” (condicional), me refiero a que los individuos sometidos a estos experimentos (o a cualquier otro), responden de diferentes formas en función de sus características particulares (psicofisiología, grado de concientización y/o conocimiento del experimento y sus límites, etc.).

Dado que no existen dos individuos iguales (física, neurológica y psicológicamente), no existen dos reacciones iguales ante un mismo estímulo (retardo, intensidad de la respuesta, etc.). Esta es la base fundamental por la cual afirmamos que: “No es abducido quien quiere, sino quien puede” (frase que no nos pertenece, pero que expresa con total exactitud nuestra creencia e hipótesis del fenómeno).
Aquí llegamos al punto que nos interesa (los objetos/objetivos de nuestro estudio). Muchos investigadores y legos nos han tildado de incrédulos, escépticos y algunas otras cosas un tanto más groseras, sin siquiera intentar conocer nuestras hipótesis respecto de la fenomenología anómala.

Pues bien, nosotros no nos podemos etiquetar ni como creyentes ni como escépticos, ya que cualquiera de estos rótulos invalidaría la esencia de lo que somos, “simplemente investigadores”. Consideramos al fenómeno como un evento real dentro del sistema humano, y consideramos que, de algún modo, acompañó y continúa acompañando la evolución humana desde el principio de los tiempos. No obstante, como todo fenómeno indeterminado, desconocemos su origen y naturaleza real.
Como investigadores, nuestra meta es llegar a descubrir algo más de estos eventos de manera de acercarnos, más allá de las hipótesis, al conocimiento de sus orígenes y naturalezas sin prejuicios ni preconceptos, los cuales han retrasado muchísimas investigaciones en diferentes áreas de la ciencia.

2 comentarios:

  1. Me encanta este blog, muchas gracias por compartir informacion tan importante sobre el tema. Saludos

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    1. Muchas gracias Hechizos de Amor Un gran saludo para ti también

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