CASO SP (OFICIAL DE ABIGEATO DE LA POLICIA DE GRAL.PICO-LA PAMPA-PATAGONIA ARGENTINA) PARTE 1

FENOMALÍAS agradece al CEUFO y al investigador Sr. Oscar Alfredo Mario por ceder gentilmente la investigación e invitarme a participar de la pericia del oficial

CASO SP


Detalles del caso: Día 2 de marzo de 2006. Hora: 21:30 aproximadamente. Tiempo: Noche cálida con tormenta aproximándose desde el NO. 

Ubicación de la zona: El lugar donde se desarrolla el episodio es parte de la zona rural de la localidad de Dorila con dirección a Maisonave, hacia el Este. 



        Características del protagonista: Hombre de 31 años, en buen estado físico. Se desempeñó en la sección Abigeato de la URII con asiento en General Pico. Se identifica como SP. Casado, su esposa está con un avanzado embarazo. Según testimonios recogidos en el lugar y de sus compañeros, se trata de una persona normal. Goza de un concepto aceptable de parte de sus superiores.

Detalles a tener en cuenta:  El efectivo vio “algo” que lo obligó a desarrollar el acto de desarmar la pistola, el handy y dejar caer el teléfono. Bajo presión de alcances desconocidos, el testigo realizó mecánicamente esos movimientos. De acuerdo a su relato intentó alejarse del lugar porque ellos lo seguían. “Me siguieron toda la noche...”, expresó en forma insistente.



 Cuando estiró sus extremidades inferiores comenzó a relatar entrecortadamente que “me siguieron toda la noche”. Ante la pregunta de “¿quiénes?” expresó que “eran dos... tenían los ojos rojos...”. Ante la pregunta sobre el aspecto de sus perseguidores dijo que “parecían transparentes... y tenían los ojos rojos... con los ojos me hacían doler la cabeza... me decían lo que tenía que hacer... me hicieron llamar por teléfono... me dijeron que esta noche me vendrían a buscar...”.


Los Hechos: El joven SP fue hallado en un camino vecinal paralelo a la Ruta Provincial 1 por un productor que regresaba de la ciudad de General Pico, en una zona que la policía identificó como “El Triángulo”. Al momento de nuestra llegada al lugar, el productor permanecía en el medio de la calle, alejado de SP que permanecía en posición fetal sobre el costado Oeste del camino, visto en dirección a Quemú Quemú.



 El primer contacto lo tiene el Comisario Inspector A, quien intenta la primera comunicación sin respuesta. Me acerco a SP desde su derecha, me arrodillo para estar a su altura y observo que no cambia de posición y que mantiene sus extremidades en una posición llamativamente rígida, seguramente producto de un shock emocional considerable. 

Interrogado sobre el arma, expresó: “no sé”, términos que repitió al requerírsele sobre el handy y el celular. Insistió... “me siguieron toda la noche”.
Siempre cubrió el rostro con sus antebrazos. No quería abrir los ojos; insistió con el relato de que “tenían los ojos rojos...” y que lo “vendrían a buscar a la noche”.
La doctora que llegó en una ambulancia sólo se limitó a decirle que venían a ayudarlo pero, con la firme decisión de trasladarlo directamente al hospital Centeno de General Pico.
Se lo subió a la camilla. Se puso de pie y siempre cubriendo su rostro con los antebrazos se colocó boca abajo en la camilla.
Su estado era propio de toda persona que sufrió un shock emocional muy fuerte. La planta de los pies presentaba el aspecto de quien ha caminado mucho y con signos de tener ampollas a causa de la transpiración.

Su arribo al hospital motivó la preparación de la sala de emergencias donde fue ingresado. El Dr. C y la Dra. Ll. Le ayudaron a quitarse toda la ropa y se le inició una revisación superficial que no arrojó anormalidades. SP manifestaba tener sueño y deseos de dormir, dejando inconclusas algunas respuestas que le realizaba el médico diciendo que quería dormir.

El Dr. C confirmó que le harían hacer análisis completos (sangre, orina) y que permanecería internado al menos por 24 horas en observación. 


 LA INVESTIGACIÓN FENOMALÍAS

1- DESGRABACIÓN Y PERICIA


DESGRABACIÓN DE LA ENTREVISTA CON EL OFICIAL SP


Bueno S. decime tu nombre, edad y ocupación

Bueno, mi nombre es SP, 31 años, oficial de abigeato de la Unidad Regional Norte de Policía de La Pampa (Gral. Pico)

Contame cual fue tu experiencia la noche del jueves 2 de marzo a las 21: 30 hs

Yo venía supuestamente del Norte al Sur por un camino rural,  en la esquina de ese camino (encrucijada), hay un paraje llamado Las Cañas, hay allí un cañaveral de 200m. Antes de llegar a la punta del cañaveral vi una luz roja, que estaba parada en el medio del cruce.

¿ Cuáles eran tus pensamientos o sentimientos antes de ver la luz?

No, estaba en blanco

¿Cuáles fueron tus pensamientos o sentimientos al ver la luz?

Yo creí que eran de un auto. Cuando llegué, porque para llegar al cruce ese, en el medio, hay que pasar por una loma, que baja así de golpe. Yo vi el reflejo de la luz. Cuando bajé de la lomita, desapareció. Entonces agarré y frené la moto, con todo, no sé si no me arrastró, entonces me quedé ahí parado con la moto en el medio del cruce, y miraba para los costados y miraba para adelante; no veía nada ni escuchaba nada, entonces agarré y decidí hacer unos metros más del camino, cruzar el camino, derecho, cuando lo crucé, habré hecho mas o menos unos 30 o 40 m, como no vi nada, me volví. Ahí estacioné la moto en un costado en el alambrado, la dejo en marcha y me bajo para ir al medio del cruce y ahí miré, para todos los costados, para atrás también; no vi nada.
Entonces agarré, caminé de vuelta hacia la moto y cuando me voy a poner el casco, que lo tenía puesto en un manubrio, miro así, es como que sale una luz pero rapidísimo desde adentro del cañaveral que la tendría a unos 10 m, , e instantáneamente, esta se me pegó, instantáneamente se me pegó a los ojos, como que avanzó hacia mí rapidísimo, no me dio tiempo a nada, y ahí es como que me ardían los ojos, es como que lo tenía adentro y es como que sentía algo adentro de mi cuerpo, como un cosquilleo, en todo el cuerpo, como que me temblaba el cuerpo, así, pero yo no me podía mover, lo único que sentía, o que me parecía que era la mano.

¿Qué sentiste en ese momento?

No sentía nada, es como que estaba, como que estuviera muerto, pero parado, no tenía sensación de nada, hasta que,  sentí un fuerte dolor de cabeza, cuando lo sentí, yo hice fuerza para rechazar lo que tenía adentro, se ve que perdió, cuando salió alcanzo a ver dos ojos bien rojos, como que miré así, como que vi algo transparente, no se veía bien pero era transparente, se ve que me dio tiempo a correr, a salir para atrás. Salí para atrás así, cuando me quise acordar, siento una presencia atrás, como que eran dos, y a partir de aquí comencé a vivir los sucesos esos, inclusive no sé por donde entré al campo, nada.  Ahí sentí que ellos me perseguían. Sentía la presencia de ellos, me sentía con miedo, y no me dejaban dar vuelta la cabeza, no me dejaban mirar para atrás. En ese momento pensaba que me querían matar, o que me querían hacer daño, pero, después sentí como una relajación, y empecé a pensar en cuando era chiquito, hasta ahora de grande un suceso que anoche le contaba a mi hermano , y el me recordaba como era, me decía porque vos eras así, y te comportabas así….
Con mis dos hermanos, cuando ellos iban a la pileta, yo tenía 8 años, lloraba, hasta que ellos me llevaban. Hasta que ellos no me decían vamos a la pileta yo lloraba y lloraba; entonces mi hermano se reía por eso, porque me tenía que llevar si o sí.
¿Cómo está compuesta tu familia y como era tu relación con tus hermanos y padres?

Somos tres varones y tres mujeres. Yo me llevaba bien, me acuerdo que yo me ponía a llorar y me llevaban a todos lados. El que me sigue a mí tiene 37 y el otro 41. Y siempre contaba con ellos dos. Me acuerdo que mi mamá les decía si ustedes no lo llevan  no los dejo salir, entonces me tenían que llevar. Yo con ellos me sentía bien, pero no sé si ellos se sentían bien conmigo. Y con mi hermana nunca tuvimos tanta afinidad.

¿Por qué pensás que ellos podrían no sentirse bien con vos?

Por el hecho de que ellos me tenían que llevar a todos lados

Retomando la experiencia ¿Cómo continúa la misma?

 Cuando pasó el recuerdo de cuando era chico, empecé a sentir mucha tranquilidad, luego de esto, es como que llegué a un maizal, como que estaba parado ahí y vi un bulto más grande que yo y alto, y ese bulto me producía miedo porque es como que el bulto producía un ruido así como que rompía (estruja un papel frente al micrófono para ejemplificarlo), hacía como un ruido así, feo, muy feo, como si estuviera rompiendo la chala. Eso lo tendría aproximadamente a 10 metros


SITIO DONDE SP SE ENCONTÓ CON LA ENTIDAD AMORFA

¿Qué sentías respecto a las presencias que te acompañaban?

No les prestaba atención, estaba concentrado en este bulto. Y este bulto se me venía acercando, como que se te viniera así a vos (hace un gesto de aproximación frontal hacia mí). Entonces cuando lo tenía tan cerca como 3 metros y ahí temblaba yo de terror, y ahí oí una voz que me dijo: “o pasás o retrocedés, o te vas para atrás”; entonces como que tomé coraje y lo encaré.

 IDENTIKIT EN BASE A LA DESCRIPCIÓN DE SP

¿Qué sentías que podía pasar si no ibas?

Es como que me dieron una prueba de valentía a mí, como que si yo retrocedía iba a ser cobarde, era como una prueba de cómo era yo, como yo agarré y seguí y seguí, cuando lo iba pasando desapareció.

¿Y las presencias a tu lado?

Esas no, esas siempre las tenía atrás

¿En cuanto a la sombra no pudiste determinar rasgos o características?

No nada, pero el ruido que hacía me dio mucho miedo.
Después de ahí, mi otra visión fue que iba pasando por al lado del novillo, ni siquiera corría, ni nada, ellos me miraban

¿Sergio: a estas presencias que te acompañaban les pudiste notar características anatómicas, como manos, brazos, o piernas?

No nada, solo cabeza. Como que eran transparentes

¿Y con respecto a la miradas de los animales, que sentías respecto a eso?

Me miraban fijo, pero no sentía nada en especial,  me miraban como si pasara otro animal. Que si uno se mete en un campo de noche y pasa al lado de los novillos, disparan para todos lados; hasta pueden romper el alambrado.

Otra cosa extraña es que pudieras ver todo esto en total oscuridad

Sí, veía todo

También es notorio es que no tengas noción de si estás caminando o no

No, no, para nada. Yo desde que vi por primera vez los ojos rojos y pegué la vuelta como un giro para atrás como para salir corriendo, no me acuerdo más nada de si yo caminaba, o como, de si yo corría, nada.
Después de eso, en el campo vi como un redondel, sería más o menos de unos cinco metros de diámetro, una circunferencia grande. Y yo a ese círculo como que lo vi desde arriba. El campo era pelado y estaban las chalas no sé en que parte del campo, como aplastadas las chalas formando esto.
Después de esto es como que iba por un camino, que vi los rayos como caían, que formaban como unos hilos, como que los rayos pegaban en la tierra y no se cortaban, no era un rayo común que pega en la tierra y desaparece.
Luego sentí como que pisaba algo duro, ah está el tema de los pies (el testigo muestra unas escoriaciones en los pies, resabios de ampollas). No sé si era algo duro, no sé si era algo caliente, porque yo no sentía en el cuerpo ni pinchazos, ni nada, es como que mi cuerpo estaba relajado, no tenía nada de sensaciones y continuamente lo que sentía era que estaban detrás de mi, continuamente.
Después de eso, es como que llegué a la punta de un cuadro de un campo, y me quedé como si fuera agarrado de la punta del cuadro; ahí sí sentí; como que me aferré con las manos, como para que no me sacaran, y ahí miro de frente, y como a unos 200 metros vi una casa, una casa grande, ahí es como que ellos me dejaron un poquito,  ahí me sentí yo, entonces cuando iba para la casa a pedir auxilio, porque tenía unas ganas tremendas de pedir auxilio, porque necesitaba que alguien me ayude, que alguien me sacara de lo que yo estaba haciendo; y cuando voy hacia la casa como que aparece otro maizal, si cruzaba el maizal, sabía que llegaba a la casa, y como no me animé a cruzar ese maizal, me llevaron de nuevo.

¿Qué sentiste en ese momento cuando te diste cuenta que no podías cruzar el maizal?

Y sentí miedo, porque no podía hacerlo.
Después de ahí, lo que recuerdo es, que iba pasando por al lado de un galpón grande, cerquita ahí, había un hombre como que chiflaba, estaba hablando en voz baja o algo así,  se ve como que era medio a la madrugada, y bueno, no me vio el hombre a mí,  había un perro ahí y no me veía, yo los veía pero no podía ni siquiera gritar, o siquiera hablarle. Como que no me dejaban, tampoco me dejaban que yo les preguntara algo a ellos, cuando yo les quería preguntar algo, es como que me lo prohibían, pero nunca podía darme vuelta atrás, es como que ese movimiento no me dejaban hacerlo, pero yo los veía con el rabillo del ojo, sentía la sensación, como que algo te hace poner nervioso, hasta que se ve que llegó el amanecer, y cuando me di vuelta así, no vi nada y me di cuenta como que estaba arrodillado en la tierra, empecé a sentir que estaba en un lugar que yo no conocía.
Lo que me acuerdo antes de esto es que me dijeron que  si me llegaba a quedar ahí en ese lugar, a la noche me pasaban a buscar.
Ahora cuando estaba ahí, yo no podía ni moverme, no podía mover ni los brazos, no logré recuperar la movilidad del cuerpo. Hasta que ese hombre me encontró.

¿No tenés noción de cuanto tiempo permaneciste así?

Sí. Estuve desde la  madrugada hasta las 4 y media de la tarde, en donde el hombre ese me encontró.

¿Te acordás de algo durante ese lapso?

Sí, yo me acuerdo que llovía llovía y llovía y no me podía mover, como que tenía que quedarme así.
Después me acuerdo que había un montón de ovejas enfrente mío, se ve que era un cuadro de una casa, y los animales es como que estaban todos en fila.
Después recuerdo que me quería dormir, y cuando me dormía soñé con la panza de ella, y es como que de golpe me despertaba, con miedo a quedarme dormido toda la tarde. Luego me volvía a dormir y me despertaba de golpe, como asustado.
Luego escuché voces, como que la gente estaba desesperada, decían llamá acá, llamá allá, sentía que me hablaban y me decían quedate tranquilo, yo conozco, yo ando en esto, que era Quique Mario.
Luego recuerdo, en el mismo hospital, cuando yo estaba acostado, vino mi mamá,  me acuerdo que le dije: ¿Cómo andás mamá?, y no me habló, ella me tenía la mano, después  otra gente que vino, me tocaban las manos o me tocaban la cara, yo no abría los ojos es como que estaba cansado

¿Cuándo pudiste aflojar un poco la posición corporal cuando estabas en la esquina del campo?

No, yo estaba en una calle. Yo estaba así (me indica una posición supina con los brazos juntos bajo su cabeza). Cuando yo me quería mover que tenía apoyado el codo, yo escuché que venía una camioneta. Yo me pude aflojar cuando ellos (se refiere al personal policial y a Quique) me hablaban y a partir de ahí me llevaron en ambulancia al hospital

¿Que sentiste durante el tiempo en que te llevaban en la ambulancia al hospital?

Yo escuchaba que me decían ¿me conocés? Yo les respondía y los reconocía, las enfermeras, no sé quien iba ahí, cuando me encontraba a la entrada del hospital que me ponían el suero me preguntaban ¿Qué te pasó?, yo les decía déjenme dormir, quiero descansar.
Al otro día, recién me di cuenta en que lugar estaba. Porque venía una persona a verme que estaba con un suéter.

Vos estuviste 24 hs en el hospital ¿no?

Estuve el viernes a partir de las 4 y media de la tarde, estuve viernes, sábado, domingo y lunes, el lunes a las doce me dieron el alta

A vos te encuentra el viernes 3 a las cuatro de la tarde ¿no?

Sí. Además me preguntaban que día era, que año era y yo le erraba, era como que estaba confuso respecto al día que era, si era de noche o de día. Yo les decía que no quería ver la luz

¿Porqué?

Porque me hacía mal
Después no sé si fue esa noche, la del viernes o la del sábado… no, fue la primera noche, yo ya estaba en otra cama que mi mamá estaba sentada al lado mío. Mi mamá me dijo que yo me levanté y que me fui a ver por la ventana, no sé como hice con el suero. Como que quizá inconcientemente me saqué el suero y me fui a  la ventana, por miedo a que estuvieran ahí

¿O sea que temías que eso volviera a repetirse?

Sí. Y eso fue el viernes a la noche.
Y ella por ejemplo (señala a su esposa) me ha dicho que acá (la casa de sus suegros, el lugar de la entrevista, donde Sergio vive) me ha visto andando.

Dirigiéndome a su esposa le pregunté ¿Cómo es eso, me podés explicar?

Si. A veces me despierto y lo veo, dormido o no sé que, mirando para la ventana.

¿Con los ojos abiertos o cerrados?

Como está siempre oscuro no distinguía bien. Yo le pregunto ¿Qué pasa Sergio? Y es como que se vuelve a acostar.

¿Y vos Sergio, te acordás de eso?
No.
Yo me acuerdo a partir de que me levanto.

¿Y eso le había pasado alguna vez antes de esto?

No, nunca.(Me contesta la esposa)

(Sergio): Yo lo que hago al levantarme lo primero que hago es esto (se levanta de la silla va hacia atrás a través del pasillo y luego vuelve a avanzar hacia nosotros tanteando la pared)

¿Eso porque es, es porque no hay luz?

Si hay luz, hay luz en el baño.

¿Por qué tenés que ir hasta la luz de esa manera?


Voy hasta el baño y hay luz en el baño. Pero cuando llego al baño inmediatamente me lavo la cara, con los ojos cerrados frente al espejo, porque tengo miedo que se me aparezca algo

¿Qué pensás que puede aparecer?

Ellos

¿Anteriormente a esto, tuviste alguna enfermedad o síntomas extraños?

No lo que tuve hace un tiempo fue una licencia por estrés. Pero era porque estaba cansado, porque tenía un horario de trabajo corrido.

Contame un poco más acerca de la relación con tu familia, con tus padres

Con mi papá no es tan abierta la relación.. Nosotros vivíamos cuando era chico en Trenque Lauquen.. Y mi papá tenía destino acá  (Gral. Pico). Porque él trabajaba en el ferrocarril, el era mozo, o jefe de estación o algo de eso; y el tenía el destino acá en Gral. Pico. Por eso él estaba 15 días afuera, y volvía a casa tres, cuatro o cinco días y después se iba a trabajar en otro lado.

¿Y que sentías con respecto a eso?

Yo no tenía mucho contacto, porque él se iba a trabajar. Opero cuando él llegaba me ponía muy contento  (Hace un gesto de mirar hacia arriba). Y él me besaba en la cara. Yo lo sentía como algo grande. Como un grande.
Con mi mamá me llevaba muy bien. Cuando era chiquito, yo dormía al lado de ella en la cama de dos plazas yo dormía al lado de ella

¿Y tus hermanos?

Como yo era el más chico, tenía miedo

¿A que le tenías miedo?

No sé si era  a la noche, a la oscuridad., porque me asustaban mis hermanos antes, con la tapa del lobizón de la Mona Gimenez... Mi mamá siempre me tenía que dar la mano, antes de dormirme

¿Y desde cuando te acordás que dormías con tu madre?

Y desde que tengo uso de  razón, hasta los doce años

¿Y después de los doce años que pasó?

Ya después nos vinimos a vivir acá, y es como que me cambió la vida. Allá tenía mis amigos, tenía mi vida; es como que me sentí mal, triste. Y mi mamá me anotó en la secundaria.
Más adelante empecé a trabajar, y por la noche iba a la escuela nocturna.

¿Cuáles eran tus actividades favoritas cuando estabas en el secundario?

Siempre me gustó gimnasia.

¿Te acordás de algún momento difícil de tu vida?

Si. El traslado de Trenque Lauquen hasta acá.
También me acuerdo de que cuando yo no conseguía trabajo, como que mi papá me apuraba, me insistía en que consiguiera trabajo, y yo me sentía re mal. Como que si yo no trabajaba, ellos me rechazaban. Para colmo ya había nacido mi hermana la más chica, tendría dos años, y todo con ella, todo. Me sentía un poco celoso. Además cuando iba con mis hermanos a la pileta, cuando me colaba con ellos, me tiraban en el medio de la pileta.
Ahora nos llevamos bárbaro. Anoche comimos todos juntos un asado en la casa de mi mamá y sé que me quieren un montón. Antes de que pasara esto no nos hablábamos mucho por el tema de las ocupaciones, por el tema del tiempo, luego de que me pasó esto, porque  con mi hermano el que está casado, yo no tenía mucha comunicación, estamos muy unidos.

¿Y con tu papá?

Sí también. Con mi mamá ya te dije que nos llevamos muy bien

¿Cómo te estás sintiendo vos después de la experiencia?

Siento que mi familia son lo mejor, es como que ahora los siento más. En lo familiar. Lo que tengo es miedo, miedo de verlos de nuevo. Y muchas veces siento una presencia de algo

Esta sensación de presencia ¿en que momento del día te ocurre?

La mayoría de las veces cuando me levanto de noche

¿Cuándo te vas a dormir también te pasa?

No. Solo cuando me levanto cuando ando caminando.

¿Te das cuenta de que estás caminando?

Sí soy conciente. Aunque algunas veces no, no me doy cuenta

¿Tuviste antes de la experiencia este tipo de comportamientos?

No

¿Tuviste antes algún problema de enfermedad neurológica?

Solamente me operaron del apéndice. Sino me siento bien. Bien estando hablando así, o hablando con ella (refiriéndose a su esposa), pero cuando estoy solo es como que me siento vacío adentro, mal, no sé porque me pasa eso.

¿Sentís que la experiencia te aportó o quitó algo?

Me sacó como era yo

¿Cómo te percibías antes y como te percibís ahora, después de la experiencia?

Antes era una persona normal, eso sí era muy callado con ella (su esposa), era muy callado con mi mamá, ahora soy más comunicativo.

¿Vos dijiste antes que te sentías como vació, que sentís que te falta?

Ahora siento que cuando no estoy con mi esposa, es como que me falta algo. Yo descubrí lo que son ellos para mí.
Lo que sí yo antes no tenía miedo. Suplí  a mi compañero que tuvo 20 días de vacaciones, y andaba de noche, no tenía miedo. Otra cosa a la que le tengo miedo es al cementerio, pasar por el cementerio.
También a veces camino por un lugar y tengo la sensación de haberlo hecho ya

¿Hay algo más que quieras decirme o agregar para terminar?

Como que la experiencia me ha dejado pruebas, de mí

INVESTIGACIONES FENOMALÍAS:PROYECTO DEMETER-PERSEFONE:LOS CASOS EN LA PATAGONIA ARGENTINA

EL ANTECEDENTE:

CASO PLATNER (WINIFREDA-LA PAMPA-PATAGONIA ARGENTINA)

Fuente: CIFO Rosario.




 
 
  9 de Agosto de 1983: Julio Platner visita el campo de Don Antonio Fisher, ubicado a unos 10 kilómetros de la localidad de Winifreda (La Pampa), para gestionar una venta de cereales. 

  19:30 hs:  Platner se despidió. Fisher lo acompañó hasta el lugar donde Platner tenía estacionada su camioneta, y antes de despedirse le pidió que se asegurara de cerrar bien la tranquera.

  Mientras Platner recorría el trayecto hasta la entrada del campo percibió un reflejo entre los árboles. Cuando llegó al acceso sobre la ruta 35 descendió de su camioneta para abrir la tranquera, y en ese momento observa cómo se abalanzaba sobre él una masa luminosa que "parecía la luz de una soldadura autógena" y producía un sonido similar al de una turbina. Instintivamente intentó cubrir su rostro con su brazo derecho, pero perdió el conocimiento. 

  Al volver en sí, se encontró sobre una camilla o "un sillón, parecido al que usan los odontólogos", rodeado por cuatro seres que lo observaban atentamente. 

  La habitación era amplia y esférica. El lugar estaba bien iluminado, pero Platner no pudo identificar ninguna fuente lumínica convencional. Platner estima que permaneció en esa habitación alrededor de cinco minutos. 

  Los seres que lo acompañaban tenían conformación antropomórfica, eran proporcionados, y tenían una altura que estimó en 1,60 mt. Dos de ellos se encontraban frente al testigo y los otros dos a los costados y levemente hacia atrás, uno de los cuales sujetaba con su mano el hombro derecho de Platner. Uno de los seres presentaba busto, por lo que Platner lo identificó como de sexo femenino. 


   Los ojos de estos seres eran grandes, redondos, fijos y no presentaban párpados. En lugar de encontrarse hundidos en una cavidad sobresalían del rostro. Los labios, similares a los humanos, eran finos, y la nariz era chata y presentaba dos pequeños orificios. 

  Sus desplazamientos eran suaves y lentos, y daba la sensación de que se deslizaban en lugar de caminar. Platner describió la vestimenta como un "enterizo ajustado al cuerpo" de color gris-verdoso, pero su sensación es que se integraba con la piel, sin que se notaran las costuras o los bordes de la tela. 

  Platner, que intentó comunicarse, no lograba emitir sonido alguno ni podía oír lo que decían los seres al mover sus labios. Asegura que la entidad femenina le comunicó telepáticamente que podía contar lo que le estaba ocurriendo, pero también le adelantó que no todos iban a creerle. Un segundo mensaje lo instó a tranquilizarse. 

  El silencio era total y la temperatura absolutamente normal, y no sentía la mano que apoyaban sobre su hombro. En cierto momento intentó incorporarse pero su cabeza chocó contra una barrera que no podía ver, aunque no recuerda haberse golpeado, sino más bien la sensación de que su movimiento se frenó. Al observar su propio cuerpo, se percató de que le habían quitado la campera, el pulóver y el reloj, y mantenía su camisa, aunque estaba arremangada en el brazo izquierdo. 

  El ser de apariencia femenina sostuvo su brazo izquierdo y otros de los seres aplicó sobre su muñeca un tubo transparente de aproximadamente 20 cm. con un extremo flexible que finalizaba en una esfera. El ser movió el objeto por la cara interna del brazo y se detuvo al llegar a la articulación del codo. El tubo se llenó hasta la mitad con sangre que, según el testigo, parecía ascender en forma de remolino. Luego de esta extracción lo instaron a ponerse de pie, lo que Platner hizo con cierta inseguridad. Lo último que recuerda es que los seres desaparecieron repentinamente.


   Platner recuperó la conciencia dentro de su camioneta. Habían pasado aproximadamente cuarenta minutos desde que el resplandor se abalanzara sobre él. Estaba sentado con las manos sobre el volante, y recuerda que, “tenía el reloj y toda la ropa puesta nuevamente, incluso la campera la tenía cerrada como antes, hasta la mitad, cosa que me llamó la atención porque el cierre relámpago tiene un defecto en la parte de abajo y es difícil de enganchar". La llave estaba colocada, aunque el motor estaba apagado, al igual que las luces altas, que antes estaban encendidas. El vehículo arrancó sin problemas. 

  Se dio cuenta de que se encontraba en un camino vecinal a unos 17 km. de la tranquera de acceso al campo de Fisher. En ese momento recordó que Fisher le había pedido que cerrara la tranquera, así que regresó al lugar. Platner dice que recién cuando bajó a cerrar la tranquera tomó conciencia de la extraña experiencia que había vivido. Se colocó frente a las luces de la camioneta y pudo ver que tenía marcas en el brazo izquierdo, de las que aún manaba sangre. 

  Platner subió a su vehículo y se dirigió a su lugar de trabajo en Winifreda. Llegó a Nervi S.A. aproximadamente a las 20:30, pero no comentó nada con sus compañeros de trabajo. Se quedó allí hasta las 21 y luego fue a su casa. Su esposa lo notó alterado y, ante su insistencia, Platner le contó lo sucedido. Ella le recomendó que al día siguiente visitara a Adolfo Pizarro, el médico de la familia. 


LA OPINIÓN DEL MÉDICO

  El doctor Pizarro revisó las marcas y comprobó que la lesión que presentaba en la cara interior de la muñeca parecía una simple raspadura. La marca que presentaba en la flexura del codo era de una punción sobre una vena, similar a la que queda luego de una extracción de sangre. El médico opinó que el pinchazo no parecía haber sido producido por una jeringa común, ya que presentaba varios orificios pequeños y la marca superficial no evidenciaba hematoma.

FENOMALÍAS PARTICIPARÁ DEL 8º ENCUENTRO UFOLÓGICO EN PERUÍBE

Fenomalías participará en una disertación en e 8º Encuentro Ufológico en Peruíbe acerca de los controvertidos procesos de Abducciones y Visitas de Dormitorio, desde una perspectiva racional de estos encuentros.
Aquellos interesados, favor de consultar y/o inscribirse próximamente para el encuentro en la página de Revista UFO Brasil. Dicho encuentro es gratuito.

http://ufo.com.br

COMO EVITAR IDENTIFICACIÓN ERRÓNEAS DE UFO FLASH Y SATÉLITES IRIDIUM

Este interesante artículo de Yahoo, se pretende establecer una diferenciación entre ufo flash y satélites iridium. Si bien sabemos que no todo ovni es un Iridium, es importante trabajar con software de respaldo ante estas eventualidades, tales como Orbitron,y Stellarium entre otros que permiten visualizar iridiums activo por latitud y longitud, fecha y horarios, y tomando en cuenta que la mayor actividad se da en el ocaso y 2 horas antes del amanecer.
Eso sí, un elemento extraño de la nota es una primer fotografía que supuestamente nos muestra un destello de un iridium al atardecer, cuando lo que se ve en realidad es un reflejo del sol en una línea de tensión eléctrica.
http://es-us.noticias.yahoo.com/blogs/ciencia-curiosa/luces-que-confundimos-con-ovnis.html#more-id
El astrofísico y divulgador Neil deGrasse Tyson, en una de sus charlas, preguntaba al público si sabían quiénes eran los que menos ovnis veían. La respuesta era los astrónomos, y eso que son los que más tiempo pasan mirando al cielo. ¿Por qué? Porque conocen lo que están mirando.
Como la propia palabra indica, ovni, es un objeto volante no identificado y por tanto la clave reside en que en el cielo existen cientos y cientos de objetos que desconocemos y que por tanto, tomamos como misteriosos ovnis cuando en realidad tienen una naturaleza y un origen bien conocidos.
El mejor ejemplo de extrañas luces en el cielo que se suelen confundir con ovnis son los flash procedentes de los satélites de iridium. Uno de los espectáculos más sorprendentes que podemos encontrar si miramos al cielo por la noche.
Se trata de una constelación formada por 66 satélites de comunicación que orbitan la Tierra a unos 780 kilómetros de altura y cuyo objetivo es dotar de cobertura las zonas en donde no se puede acceder a las comunicaciones tradicionales como telefonía fija o móvil.
 Se llaman así, no por qué estén construidos con iridio, sino porque el número atómico de este elemento es 77 y esos iban a ser en un principio el número de satélites lanzados. Finalmente se lanzaron 66 pero aun así, los satélites mantuvieron ese nombre.
Cuando por la noche coinciden en tu zona y reflejan la luz del sol con el ángulo preciso el resultado es un flash espectacular, convirtiéndose en la luz más visible después de la Luna.


Además, se pueden localizar fácilmente utilizando la web Heaven's above con la que podrás saber cuando pasará por tu cielo uno de ellos.
Siguiendo estas sencillas instrucciones podrás disfrutar de uno de estos satélites iridium o sorprender a tus amigos prediciendo exactamente donde y cuando va a aparecer un gran flash en el cielo.

COMENTARIOS SOBRE LA TRADUCCIÓN DE UN ARTICULO DEL DR VALLÉE TITULADO REFLEXIONES




Este artículo representa una serie de impresiones del fenómeno OVNI en todos sus vectores (avistamientos, abducciones, visitas de dormitorio, aterrizajes e incluso mutilaciones), que vistas desde otro punto de vista (al cual me adhiero por los casos estudiados sobre abducciones y visitas de dormitorio investigados) muestran una constelación causal que nos muestra una impronta y una lógica quizá hiperdimensional.
Tendríamos que abandonar en un ejercicio de abstracción los Ovnis de remaches y tuercas y abordar un fenomeno de naturaleza verdaderamente EXTRATERRESTRE (cuya naturaleza no encaja con lo terrestre en todas sus manifestaciones) cuyos vectores muestran  una naturaleza física y material combinada con otra psíquica y estimuladora de improntas relacionadas con la CONCIENCIA de los sujetos experimentadores.
Cabe decir para cerrar que hago míos muchas de las frases en negritas y color que el Dr. Valée menciona, junto con el concepto
                        
Traducción de un texto del Dr. Jaques Vallée, que se puede encontrar en francés en la página de la COBEPS  http://www.sobeps.org/fr/accueil.html , que es la heredera de la mítica SOBEPS, Sociedad Belga para el Estudio de Fenómenos Espaciales, que tuvo su momento de mayor auge en los meses de la ya legendaria “Oleada Belga”, de fines de la década de los 80 y principios de la del 90.
Jacques Vallée tuvo la excelente idea de revisar su diario «  Forbidden Science », del cual, la parte que cubre el periodo que va de 1957 a 1969 apareció en francés en 1997, bajo el título de “Ciencia Prohibida”, La nueva versión existe solo en inglés.
 Esta es una traducción de las páginas 444 a 457.
 “Ciencia prohibida. Diario 1957-1969. Un científico francés en las fronteras de lo paranormal”. Collection Documents, l’Observatoire des Parasciences et O.P. Editions, 1997.

REFLEXIONES

Dr. Jacque Vallée
El paso del tiempo es destructivo. No solamente borrando de nuestra memoria numerosos hechos, fechas y cifras, sino además oscureciendo la imagen que guardamos de aquellos que han jugado en nuestra vida un rol importante.
 Deforma también aquella que guardamos de nosotros mismos.
Llevar rigurosamente un Diario, es una formidable protección contra esta erosión. Pero al mismo tiempo, hace a nuestros errores más evidentes, y a nuestros fracasos más flagrantes. A la vez fuente de experiencia y de humildad, pone los éxitos de los que estamos más orgullosos en la perspectiva de aquellos todavía más notables alcanzados por otros.
La puesta al día de la presente obra, me ha permitido cuatro ejes de reflexión:
El primero concierne a la vez la realidad de los Objetos Voladores no Identificados, y lo que ellos significan.
La triste realidad es que las respuestas a estos dos interrogantes siguen sumidas en el misterio de la misma manera que en los años sesenta.
A los principales casos que archivé a medida que se producían (Socorro, el asunto del « gas de los pantanos », Monticello, el secuestro de los Hill, etc.), sucedieron muchos otros igualmente sensacionales durante los años 70 y 80. El encuentro cercano de dos pescadores en Pascaguola o la abducción de Travis Walton, fueron titulares de los periódicos, y pusieron regularmente a Allen Hynek a trabajar, antes de caer en el olvido, algunas semanas más tarde. No sirvieron más que para engrosar nuestras bases de datos, sin jamás aportar el menor modelo de explicación a un fenómeno que, por el contrario, parecía ingeniárselas para mandarnos señales sádicamente contradictorias.
Luego de que el nuevo análisis por ordenador de las tendencias históricas que emprendí a mediados de los años setenta dio como resultado un grafico muy interesante mostrando que las “oleadas” de actividad no son periódicas, Fred Beckman y el profesor Price-Williams de la UCLA (Universidad de California, de Los Ángeles), señalaron el parecido que existe entre este reparto y los “esquemas de refuerzo” característicos de los procesos de entrenamiento o aprendizaje. Dicho de otro modo: el fenómeno OVNI se comportaría como un sistema de control, más que a la manera en la que se haría una exploración por visitantes de espacio.
Numerosos sistemas de control están presentes en nuestro medio. Algunos naturales, como la ecología, los cambios climáticos o la demografía; otros de naturaleza social, como el proceso de educación superior, la justicia o los campos de concentración. Otros, finalmente tienen origen humano, como los mecanismos de control de actitud de cohetes o satélites, y también el humilde termostato en la pared de su departamento.
Suponiendo que el fenómeno OVNI sea un sistema de control, es posible testearlo para determinar si es natural o artificial, abierto o cerrado?
Estas preguntas, entre las más interesantes a plantearse respecto a él, no han encontrado todavía respuesta.
La exposición de estas ideas en El Colegio Invisible, escrito en 1975, interpela a los otros investigadores, dado que planteaban la cuestión del origen síquico del fenómeno, considerado como chocante para aquellos que no lo veían más que bajo su aspecto « chapas y bulones », que nosotros habíamos abandonado. Su aparición, algunos años después de Visa para Magonia, contribuyo aun mas a agrandar  la brecha entre mis ideas y las de los “platillistas” clásicos, hasta el punto de no retorno actual.
Los ocupantes de OVNIS descritos por los testigos de encuentros cercanos son conocidos bajo múltiples denominaciones: ufonautas, visitantes, humanoides u operadores.
No cesaron jamás de comportarse de la manera absurda de los actores de producciones hollywoodenses de serie B sin dar jamás la menor indicación de que su presencia aquí abajo respondía a algún tipo de programa sistemático. Peor aún, el examen de más de un millar de casos de secuestro no permitió detectar la más mínima estructura que podría hacer pensar en una exploración de la Tierra por parte de extraterrestres.
La tecnología de estas criaturas no es más que un simulacro de muy mala calidad, y además completamente sobrepasado a la vez sobre el plano biológico y técnico. Porque es evidente que la verdadera razón de su  furtividad y de lo absurdo de su comportamiento, sigue siendo incomprensible, no deberíamos nosotros comenzar a preguntarnos si no es porque nuestras ideas respecto a ellos fallan desde e Antes de ir más lejos, preguntémonos lo que significa « extraterrestre » para la mayoría de los ufólogos clásicos. Hoy todavía, la aceptación más popular se sitúa al nivel más elemental: los ovnis son naves de una civilización originaria de otro planeta y sus pilotos son criaturas humanoides con ojos enormes, habitualmente denominados “grises” aparecidos a partir de 1947, luego de la observación de Kenneth Arnold.


Estos humanoides vendrían a la Tierra para recoger minerales o materias orgánicas, y procederían a secuestrar personas para efectuar experiencias  genéticas.
Esta idea en un primer momento podría parecer  casi aceptable, si no fuera porque se silencia que las declaraciones de un gran número  de testigos son en realidad muy diferentes de este esquema, que los primeros casos no se remontan a 1947, ni inclusive al principio de siglo XX, y que su contenido no hace referencia, salvo excepcionalmente, a visitantes del espacio.
Además, presentando numerosas variantes desconcertantes, las descripciones de las criaturas en sí mismas no son siempre conformes al retrato bosquejado más arriba.
Es a partir de esta constatación que me vino la idea de que el origen de los OVNIS podría situarse en una realidad multidimensional, en la que nuestro continuum espacio tiempo no sería más que un subconjunto. 


 Visto desde ese ángulo, no rechazo enteramente la hipótesis extraterrestre, bajo la condición de admitir que la forma de inteligencia que el fenómeno representado coexiste con nosotros sobre este planeta del mismo modo que podría provenir de otro planeta situado en nuestro universo, o en un universo paralelo.
El ejercicio del método científico no es siempre fácil. Mis profesores me han siempre enseñado que los fundamentos mismos de la ciencia reposan sobre la aptitud de poner en duda todos los resultados obtenidos, incluidos los nuestros. Sin embargo, cuantas veces constate que toda puesta en duda del origen extraterrestre de eso objetos era recibida como una verdadera afrenta por aquellos que necesitan integrar la posibilidad de esos contactos en su propio sistema de referencia de la realidad. Mientras que ese tipo de personas trata de hacer creer que están en búsqueda de verdades científicas, tratan en realidad de instalar nuevos dogmas.
Con el paso de los años, mi persistente rechazo a asociarme a cualquier coalición de ese tipo condujo inevitablemente a confusiones lamentables y ha contribuido a que me sea atribuido, al mismo tiempo ciertas teorías absurdas que no exprese jamás. Por ejemplo, cuando sugerí que el fenómeno OVNI podía ser parcialmente de origen síquico, se dedujo bastante seguido que yo consideraba que los testigos eran víctimas de ilusiones y que los objetos no presentaban la más mínima realidad física, cosa que no dije jamás, ni  escribí y ni siquiera pensé. Más tarde, mi observación de que ciertos casos habían sido manipulados por algunas sectas, muchas veces con la complicidad de servicios de informaciones,  fue interpretado como que había renegado mis primeros escritos, y consideraba actualmente los “platos voladores” como armas secretas o instrumentos de engaño de origen puramente terrestre, cuando jamás había dicho semejante cosa. Para terminar de una vez por todas con este tema, me veo obligado a reafirmar aquí mis convicciones, que son perfectamente coherentes con todo lo que he escrito precedentemente:
El fenómeno OVNI existe. Ha estado presente a lo largo de toda nuestra historia. Es de naturaleza física y la ciencia actual no es capaz de explicarlo. Corresponde a un nivel de conciencia que nosotros no hemos alcanzado todavía, es capaz de manipular las dimensiones temporales y espaciales que conocemos y afecta nuestro propio nivel de conciencia de una manera incomprensible, comportándose globalmente como lo haría un sistema de control.
Capaz de manipular nuestra conciencia con métodos desconocidos, se acompaña además de otros efectos que podemos calificar de paranormales. Pero, como mi colega Allen Hynek, estoy convencido que la ciencia de los siglos venideros terminará por explicarlos.
Estructurando nuestras creencias religiosas y nuestros conceptos del universo, este fenómeno ha ejercido también una influencia importante en numerosas tradiciones mitológicas.
 Es posible que nos engañe utilizando múltiples disfraces bajo los que se presenta a nuestra mirada, tomando diversos rostros en diferentes culturas: divinos entre los primeros hebreos o los habitantes de la Mesopotamia, farfadets (pequeños demonios maliciosos, gnomos) para los cronistas de la Edad Media, bajo la forma de demonios en la época de la inquisición. Para nuestros abuelos, hacia fines del siglo diecinueve, puede haber adoptado el aspecto de fantasmas o de golpes en los muros, o el de la Muy Santa Virgen para los creyentes.
En nuestra época tecnológica, a tomado el aspecto de astronautas vestidos con trajes espaciales.




Mi segunda reflexión está relacionada con la reacción de los medios científicos frente a este fenómeno.
 Aquí, una vez más, no se puede hacer otra cosa más que constatar la ausencia de evolución desde la publicación de la primera edición de este libro.
La única razón verdadera que permitió a la Aeronáutica Militar de EEUU de sacarse de encima tan fácilmente, con la manera  desenvuelta con la que trató la cuestión, reside en la falta de información, inclusive el total desinterés de la comunidad científica, en el país y en el extranjero. Para la mayor parte de los investigadores, el  solo hacho de hablar el tema es ya una aberración. ¿Hay que asombrarse cuando  sabemos que nadie en este medio se tomó la molestia de analizar los verdaderos datos? Ningún verdadero estudio fue hecho jamás, y quien siguió este diario hasta aquí, habrá entendido perfectamente porqué: mientras que algunos investigadores como Allen Hynek y yo, con un puñado de otros, consagrábamos nuestro tiempo libre y nuestros recursos a reunir colecciones de anécdota Nuestro más grande fracaso fue el de no haber podido presentar a nuestros colegas un dossier suficientemente sólido para que desemboque en un verdadero estudio del tema.
Nosotros no podemos, entonces, muy simplemente, especular sobre lo que hubiera sido descubierto si este estudio hubiera existido.
Mientras que algunos investigadores como Allen Hynek y yo, con un puñado de otros, consagrábamos nuestro tiempo libre y nos recursos a juntar colecciones de anécdotas interesantes, la poderosa máquina científica se mantenía globalmente sorda.
Como le dije un día a Hynek, nuestros esfuerzos por documentar los casos más interesantes y presentarlos al público, no sirvieron más que para allanar el camino de un jugoso negocio a los buscadores de oro que hicieron los grandes titulares de los periódicos y de las actualidades televisivas, con historias increíbles o absurdas, a la medida del efecto que tenían en la opinión pública. Lo que lleva a los medios académicos a concluir que un fenómeno tan vergonzosamente explotado, al mismo tiempo por los medios de comunicación y los zelotes excitados
 (Para ver cuál es la definición de ZELOTE, hacer clic aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Zelote  )
y desprovistos de todo sentido crítico, no era digno de gastar tiempo en el o de prestarle mínimamente atención, así que nuestros llamados fueron ahogados por el tumulto reinante.
Sigo pensando que este desinterés obstinado fue uno de los fracasos intelectuales más graves de la ciencia del siglo veinte.
Si la ciencia oficial negaba la cuestión, que pensar entonces de la investigación privada? Al igual que en la arqueología o en la medicina, se pueden encontrar numerosos ejemplos de ricos mecenas o intrépidos emprendedores que han esponsorizado nuevas franjas de la investigación que la ciencia del  sistema había despreciado hasta ese momento. Los nombres de grandes familias como los Kettering, Ford, Carnegie, son sinónimo de fundaciones que permitieron algunos de los trabajos de investigación más prestigiosos en artes o ciencias. Podemos lamentar que estas familias no hayan jamás acordado la menor importancia al fenómeno OVNI, a pesar que durante años, Allen y otros hemos tratado de reunir los fondos para permitir investigaciones puntuales.
 Actualmente, la situación sigue sin cambios. Inclusive si algunas personalidades influyentes han ocasionalmente invertido algunos recursos, fue siempre con la intención no declarada de financiar proyectos que habrían servido para hacer prevalecer su idea favorita, del origen extraterrestre de los OVNIS, excluyendo cualquier otra. Se trata aquí de una actitud que habría sido, no solamente juzgada inaceptable  para con cualquier otro sujeto de estudio, sino también una garantía cierta de que si una acción de ese tipo daba resultados probatorios, estos serian automáticamente descalificados por todo un panel de científicos encargados de juzgarlos. Es algo así como si se propusiera financiar un nuevo observatorio astronómico, a condición expresa que los que allí trabajen acepten previamente la teoría de una Tierra inmóvil en el centro del universo.
Lo poco que se hace hoy en investigación es inmediatamente blanco de críticas venidas del sectarismo.
El trabajo constructivo de pequeños grupos de aficionados sigue siendo desnaturalizado por las luchas por ganar influencia entre múltiples facciones. Los raros científicos con espíritu abierto que han osado poner los pies en ese intercambio de opiniones venenosas, lo hicieron a su riesgo y peligro, como lo hubiera hecho un turista mezclado en una riña de un bar. Si existen todavía felizmente algunos raros buenos investigadores que realizan un verdadero trabajo de campo, sus resultados son publicados raramente, y un gran número de reportes interesantes se han perdido.
Allen y yo no éramos de la misma opinión sobre la cuestión de la urgencia o no de denunciar el rol que juegan los lobbys de desinformación gubernamental, que yo analizo en este libro.
Con los años, el ha comenzado de todos modos a entender que, aunque indiscutiblemente reales, los OVNIS no eran, sin dudas, de origen extraterrestre. En octubre de 1976, declaró valientemente a un periodista: « He llegado al punto de tener cada vez menos  confianza en la idea de que los OVNIS sean ingenios de chapa y bulones originarios de otros planetas (…) Demasiadas cosas no coinciden con esta idea. Me parece inconcebible que una inteligencia mas evolucionada que la nuestra se tome el trabajo de atravesar enormes distancias en el espacio con el único objetivo de hacer cosas tan entupidas como detener motores de autos, juntar vegetales o minerales, y darles miedo a las personas. Creo que ya es tiempo de comenzar a reexaminar los datos y de preguntarnos sobre lo que está pasando cerca nuestro.”
Inevitablemente, nuestras conversaciones nos llevaron cada vez más lejos: los últimos desarrollos de la parasicología, la naturaleza síquica del hombre y la incapacidad de la ciencia  para entender los niveles superiores de la conciencia humana. Debatimos sobre los estados místicos, y de lo que representa la iniciación.
El hombre que entonces yo tenía frente a mi era el verdadero Allen Hynek, y es lamentable que, ni sus colegas científicos ni los ufólogos hayan tenido nunca la ocasión de encontrarse con él ni de descubrir lo que en esos momentos habría podido aportar. Se interesaba bastante más en la parasicología de lo que osaba manifestar en público. Después de su muerte en 1986, su esposa Mimi que él había deseado  cederme su biblioteca sobre el tema. Es hoy parte integrante de una sección muy especial de la mía, sobre la que tengo una vigilancia muy especial.
En el ejercicio de mi actual profesión de inversor en tecnologías de punta, me sucede de acordarme, no sin cierta amargura, de lo que incorpore a mi conocimiento durante esos años de aprendizaje: las ideas preconcebidas y los engaños evidentes en numerosos proyectos de estudio de lo paranormal, el desastre del proyecto Libro Azul, el espectáculo de la pusilanimidad de la mezquindad de los “pontífices” científicos que se pronuncian sobre cualquier cosa sin siquiera saber de que se está hablando, cuando no es para destruir pura y simplemente los datos, como vi hacer a mis directores de investigación en el tiempo en el que figuraba en las nominas de pago del Comité francés para la exploración del espacio.

La tercera cosa de la que hay que hablar, concierne el escándalo del Memorandum Pentacle  ( para ver información sobre este tema hacer clic en este link. N/T.) http://www.philipcoppens.com/pentacle.html 
Es muy difícilmente perdonable que los servicios de información americanos hayan podido tener el descaro de bloquear el camino a los científicos del Jury Robertson, impidiendo que les sean comunicados los resultados que Pentacle y sus colaboradores había obtenido ya con anterioridad.
El descubrimiento de este documento tuvo sobre mí el efecto de una bomba, y me dio una visión muy desfavorable de las prácticas del gobierno  norteamericano y de sus altos consejeros a su servicio.
 Guardar silencio sobre este tema, editando por ejemplo aquí o allá la primera edición de este Diario, habría hecho incomprensibles algunas de mis actividades pasadas. Esta fue la primera razón para mi vuelta a Europa en 1067. Desvelándome   ciertos aspectos nauseabundos de las prácticas científicas al más alto nivel, fue al mismo tiempo una lección muy importante para el joven astrónomo idealista que yo era en esa época.
Todavía hoy desconozco hasta que punto podían llegar las negras intenciones que ese documento quería cubrir. Agentes de la CIA habían reunido a los cinco investigadores científicos más eminentes norteamericanos para analizar objetivamente ciertos casos de interés potencialmente elevado, tanto desde el punto de vista científico como desde el de la seguridad nacional. El acceso a las conclusiones de un prestigioso organismo de investigación financiado por el gobierno que debían ser hechas públicas,  fue denegado, a pesar de que se hizo alusión de manera críptica durante una reunión entre el « Proyecto Stork (Cigüeña) » y el instituto Batelle, si debemos creer al reporte, hoy desclasificado, que data de enero de 1953, firmado por  F.C. Durant, cuyo destino era el sub. Director de informaciones científicas de la CIA.
 El lector que recuerde que ese comité no reunía  a gente sin experiencia ni formación, sino todo lo contrario, admitirá sin dificultad que el hecho mismo de que no se hubiera pedido a ninguno de los miembros de Batelle de emitir su opinión sobre los resultados descritos en el Memorándum Pentacle, es por sí mismo algo que produce consternación. El profesor Luis Álvarez había recibido el Premio Nobel de Física. Lloyd Bekner era especialista de primera línea en la aeroespacial, Sam Goudsmit, del Laboratorio Nacional de Brookhaven, reconocido como investigador americano de primer plano en el terreno de la energía nuclear, y Thornton Page uno de los más eminentes astrónomos de EEUU.
En cuanto al presidente de la comisión, no era ni más ni menos que H.P. Robertson, físico de renombre mundial que trabajaba en esa época en el instituto de Tecnología de California ( CALTECH). Algunos pensaran, quizás con razón que Allen debería haber  trepado por los escalones de la Academia de Ciencias  y entrando con fuerza con ese documento en la mano, desde el momento mismo en que lo descubrí. Pero era alguien muy reservado, que huía de las confrontaciones y el escándalo, respetuoso de la autoridad y muy poco propenso a las maniobras de pasillo. Me había confiado un día que no echaría nunca una mirada bajo su cama, inclusive si estaba persuadido de que allí se escondía algo.
Ese documento quedó, entonces, poéticamente disimulado en un marco, bajo vidrio, donde con ironía lo había escondido, justo debajo de una reproducción en color de una tapiz representando La Dame à la Licorne. Esta reproducción estuvo largo tiempo suspendida de un clavo de su oficina del observatorio de Corralitos, en las montañas de Nuevo Méjico, al abrigo de la codicia de periodistas inquisidores o de ufólogos   intempestivos, y no fue que después de dolorosos debates de conciencia que me decidí al fin a revelar su existencia.
 Los amantes de conspiraciones encontraran  aquí, quizás, alimento para sus teorías de un ocultamiento del fenómeno OVNI que remonta al menos al año 1953. En mi novela de ciencia ficción en francés Alintel, imaginé ya en 1986 como un estudio financiado por el Pentágono habría podido seguir en secreto después de la Comisión Robertson. Allí exponía igualmente porqué el Proyecto Libro Azul no habría servido, a partir de ahí, que de pantalla de humo destinada a desviar la atención del público y de los medios académicos en su conjunto, mientras que un pequeño grupo de expertos proseguía discretamente el estudio de los datos.
Ufólogos más conservadores podrían, de su lado, estimar que la única prueba que aporta ese documento es que resultados importantes no fueron comunicados a personas como Álvarez, Robertson, Page y sus pares, sin demostrar, de todos modos, la existencia de una conspiración organizada. Si es el caso, porqué las conclusiones del Comité Robertson no fueron hechas públicas? Podría ser que las recomendaciones precisas e inteligentemente bien sopesadas de Pentacle, de montar en todos sus detalles falsas observaciones allí donde se desgranaban numerosos testimonios habrían tenido efecto? Está  allí la explicación de ciertas observaciones bizarras reportadas en el curso de los años siguientes?
Cuando llamé la atención sobre las flagrantes manipulaciones de los sistemas de creencias que se perfilaban detrás de ciertos engaños, numerosos investigadores prefirieron rechazar esta idea. Difícilmente  podía entonces justificarme, dado que Allen y yo habíamos elegido no expresarnos en público sobre este tema.
 Es imposible actualmente negar que desde mediados de los años 50 los servicios de informaciones contemplaran seriamente y en gran escala, la posibilidad de este tipo de desinformación. Las declaraciones tardías del investigador independiente William Moore en lo que concierne a las operaciones secretas del OSI (Buró de investigaciones Especiales del Ejército del Aire), confirman el escenario que en mi libro “Revelaciones”, había evocado ya desde 1991, y en consecuencia, no volveré sobre el tema
Es a los futuros historiadores de la cuestión que les corresponderá la tarea de decidir objetivamente si si o si no a existido un proyecto del tipo que imagine en Alintel . El Memorándum Pentacle ilustra uno de los aspectos negativos según el cual se puede practicar la ciencia, y los sociólogos harían bien en examinar de cerca en lugar de buscar la manera de ridiculizar los testigos deseosos antes que nada de hacer conocer sus experiencias, ofreciendo así tantos regalos a la investigación.
Hoy estoy convencido que el Ejecutivo del gobierno americano, como el de otros países, sabe exactamente a qué atenerse sobre la realidad física y las implicaciones asombrosas de la existencia de los OVNIS. Me parece evidente que un acuerdo tácito a sido puesto en práctica entre varios gobiernos para minimizar la cuestión y desanimar toda investigación privada.
 Los resultados negativos que obtuvimos en el curso de de los años 60 luego de nuestros encuentros con altos representantes del gobierno francés, y el muro de secreto y el rechazo  con los que chocaron nuestros esfuerzos, son los índices más probatorios. Los obtenidos por Allen Hynek en Washington fueron idénticos. La disimulación de datos sin el acuerdo del Congreso americano es bien entendido, ilegal. No es el rol del ejército de disimularlos deliberadamente al ciudadano o de engañar a los científicos sobre un tema tan importante. Pero cuando tratamos de encontrar pruebas de una conspiración aun más secreta, podría ser que nos diéramos de frente, simplemente, con la estupidez burocrática pura y simple.
 Habrá que esperar que una luz más grande se haga sobre el tema en su conjunto.
La cuarta preocupación, está relacionada con la tendencia sectaria que se manifiesta entre los ufólogos. El investigador serio que tiene el coraje de confrontarse con los escépticos, debe también tener en cuenta la peligrosa paranoia que reina entre los numerosos propagandistas de la Hipótesis Extraterrestre.
 Muchos investigadores aficionados con espíritu abierto han visto su trabajo desgraciadamente perdido en medio de vociferaciones de aquellos que reaccionan de la manera extremista de los zelotes en tren de construir un dogma religioso. Hay que haber osado mezclarse en debates con los que sostienen la opción de “chapas y bulones” para comprender hasta que punto su discurso puede revelarse rencoroso. Mientras que insisten para que los científicos se interesen por el fenómeno, al mismo tiempo la única cosa que les importa realmente es de ver que sus teorías  personales sobre la naturaleza y orígenes del mismo se confirman.
Algunas de sus concepciones más paranoicas tienen hoy una influencia no despreciable sobre grandes capas del público, a causa de la carga emocional que resulta de la atención obsesiva  y creciente que aplican ciertas agrupaciones a la cuestión de los secuestros (abducciones). Diversos autores que no tienen más que conocimientos muy limitados en sicología clínica se han arrogado el derecho a interrogar a testigos bajo hipnosis, lo que los ha llevado a fantasear en el sentido de sus propias concepciones, que posteriormente difunden en círculos cada vez más extensos por medio de libros, películas, conferencias.
Bajo la máscara de una actitud empática y calurosa, la acción de estos escritores desemboca a menudo en una agravación más que una sanación de los traumatismos sufridos por los abducidos, creando al mismo tiempo en sus lectores un sentimiento de pánico y de catástrofe inminente. Ya en el transcurso de los años cubiertos por este Diario, la cuestión de las abducciones había sido considerada como uno de los aspectos más interesantes de la fenomenología OVNI.
 La abducción del brasileño Villas Boas, por ejemplo, había sido bien estudiado por el Dr. Olavo Fontès antes de ser publicado por Gordon Creighton en su revista, y el lector recordará que Allen y yo tuvimos numerosas conversaciones no solo con estos dos investigadores, sino también con Betty y Barney Hill, el Dr. Benjamin Simon, y John Fuller, el talentoso escritor que fue el primero en llamar la atención sobre el fenómeno de los “tiempos perdidos”.
Desde los años 70, algo más de una docena de casos de abducción figuraban ya en nuestros dossiers, y algunos ufólogos curtidos como Jim y Coral Lorenzen los habían documentado mucho más todavía. Desde entonces, no había ninguna duda que este aspecto de la cuestión había estado presente desde el principio. Lo que nos parecía una indicación de que el misterio que queríamos resolver tenia implicaciones bastante más importantes todavía que la simple venida sobre la Tierra de visitantes del espacio, por más impresionante que esta perspectiva pueda parecer.
No solamente el fenómeno OVNI era un desafío en lo que concierne nuestras concepciones de la realidad física, sino que lo era con respecto de aquellas mucho más generales de lo que significan « conciencia » y « realidad » .Ponía en cuestión, además, todos los fundamentos de nuestros sistemas de creencias, incluidos los de las religiones, y la importancia mitológica de las relaciones entre los terráqueos y criaturas sobrehumanas que supuestamente habitaban el cielo.
Pienso que el fenómeno de las abducciones es a la vez real y muy difícil de estudiar. Es lamentable que el pequeño grupo de ufólogos que se interesaron en el no se haya molestado en definir una metodología apropiada a este estudio. Al contrario, estos estudios han rápidamente desembocado en querellas entre los que piensan que los aliens vienen sobre la tierra para ayudarnos, y aquellos que les consideran como animados de malas intenciones.
En septiembre de 1991, Betty Hill en persona demostró su decepción cuando decidió no interesarse mas en el tema, hablando de “ teorías  neblinosas, fantasiosas e imaginarias ».
 
 Pienso que se esconde otra cosa detrás del fenómeno OVNI, y sigo siendo optimista en cuanto a la aptitud que tendrá un día la ciencia de estudiar eventos inesperados, paranormales o que se sitúan por fuera de la norma.
Tenemos que ser agradecidos con los testigos por no hacer participes de sus experiencias notables que necesitan ser explicadas, porque ellos no son responsables si estas experiencias ponen en cuestión nuestra concepción de la realidad. Al contrario, es a los hombres de ciencia a quienes corresponde, luego de haber eliminado pacientemente errores de percepción y engaños, de poner en valor las pepitas de oro que contienen los auténticos fenómenos inexplicados.
Esto deberá hacerse de manera responsable, con respeto y dedicación hacia aquellos que se toman el trabajo de aportar su testimonio, y teniendo siempre en la mente las limitaciones de la ciencia actual. Claro que, inclusive si no ofrece ninguna solución ya hecha a la cuestión, en nuestra época de profundos cambios teóricos, el fenómeno OVNI es una oportunidad sin precedentes para hacer evolucionar los conceptos de la estructura física del Universo. Inclusive si nuestros investigadores tuvieran la fortuna de recuperar restos o muestras de materia alienígena, harían falta quizás siglos para que puedan entender su significado.
Esto no debe sorprendernos cuando recordamos que la historia de la ciencia está trufada de ejemplos anecdóticos de fenómenos conocidos desde hace tiempo, pero cuya puesta en aplicación no se opera si no muy lentamente. Por ejemplo, los primeros Egipcios conocían las propiedades magnéticas de ciertos metales, y su joyería prueba que se servían de la electro plastia, a pesar de que no lograron jamás formular una teoría del funcionamiento de los circuitos eléctricos más simples. Desde el siglo 18, el astrónomo Messier había observado y catalogado las principales nebulosas del hemisferio norte, pero no fue hasta el siglo 19 que se pudo comprender que se trataba en realidad de galaxias exteriores a la nuestra.
Esta constante sigue siendo válida en tecnología: conocido desde los primeros años del siglo 20, el principio del radar no fue puesto en práctica hasta el fin de la segunda Guerra Mundial. La lista es muy larga. Antes que las experiencias anormales se puedan integrar a una nueva teoría, y que la conjunción se realice, es necesario que numerosos conceptos lleguen a madurar. Inclusive si nosotros no estamos  todavía en ese punto, en la cuestión de los OVNIS, esto no debería traducirse, todo lo contrario, en el rechazo a examinar los datos.
Un atento examen de los parámetros físicos presentes en los mejores casos permite desde ya emprender investigaciones  sobre topologías alternativas a nuestro concepto de la realidad. En el curso de los años 70, el escritor Jacques Bergier, como observador autorizado de los últimos progresos tecnológicos que era, había ya llamado mi atención sobre el hecho de que debíamos rever nuestra concepción sobre la unicidad del Universo. La primera lección para sacar de la existencia de los OVNIS, pensaba él, podría ser que vivimos en lo que  llamaba « Multiverso », presentando muchas más dimensiones que aquellas que habíamos imaginado en un principio.
El me llevó a reflexionar en las modalidades según las cuales un sistema de control podría ejercerse en el seno de una diversidad tan grande. El escritor de ciencia ficción Philip K. Dick, desarrolla con talento conceptos muy cercanos en una serie de novelas sorprendentes.
El llamó a esa entidad superior VALIS, iniciales en ingles de «  Gran Sistema Vivo de Inteligencia Conciente ». Es a partir de ese punto de vista, de los universos múltiples, y de la noción de sistema de control, que el estudio del fenómeno OVNI encuentra su justificación científica, y no al nivel simplista de la búsqueda de cualquier tipo de « mecanismo de propulsión ».El tipo de tecnología que los ovnis utilizan podría, perfectamente, no apoyarse en lo que nosotros actualmente entendemos por « propulsión ».
La cosmología admite la posibilidad, inclusive la  inevitabilidad de la existencia de universos con dimensiones múltiples. Tanto sobre el plano de las comunicaciones que en el de los viajes espaciales, la posibilidad de velocidades  superiores a la de la luz o de la variabilidad de la flecha del tiempo es objeto de numerosas especulaciones. La idea misma de la posibilidad de viajar hacia el pasado es hoy admitida sin levantar invencibles paradojas.
Son ideas que estimulan la imaginación y abren  nuevas perspectivas a las especulaciones teóricas o experimentales.
Si contemplamos el mundo que nos rodea desde el único punto de vista informacional y analizamos las diferentes maneras según las cuales el tiempo y el espacio podrían estar interconectados, la idea de base de una traslación por medio de naves viajando en el espacio aparece no solamente como inadaptada, sino también como simplista. Desde hace tiempo, ella se ha transformado en caduca por los más recientes desarrollos de la física, que proponen una visión muy diferente de lo que podría ser un modelo “extraterrestre”.
    He seguido el consejo de mis amigos experimentados, que me han incitado a continuar mis investigaciones separadas de las luces de la pista. Seria en consecuencia injustificado de mi parte continuar asociándome con el medio ufológico actual. Sospecho que el fenómeno se presenta bajo un aspecto muy diferente a partir del momento en que usted logra mantenerse lejos de la querellas  que solo sirven para oscurecer su estudio, y las pistas que me parece deberían ser seguidas. Las oportunidades científicas verdaderamente importantes se encuentran en otro lado.




 Viendo desde la distancia del tiempo, me doy cuenta que hay muchas cosas que tendría que haber hecho durante todos estos años y de las que nunca me inquieté. Me habría hecho falta fundamentalmente reunir una documentación más sistemática sobre el periodo en el que Ruppelt dirigió Blue Book. Hynek, sobre los recuerdos de quien me basé entonces, reconocía que el Mayor había sido muy poco explicito sobre muchas cuestiones y que había “escondido su juego”.
 El oficial militar no había acordado sin reserva su confianza al consejero civil diplomado en astronomía que él era. He aquí una porción de la historia que debería haber documentado, cuando todavía los dossier estaban accesibles.
Y el hecho que nadie más lo hizo, no es más que un pobre consuelo. Los antiguos platos voladores de aquella época siguen evolucionando entre nosotros bajo diversas mascaras y disfraces. No pasa un día sin que una observación cuyos detalles son raramente conocidos, se produzca en alguna parte del mundo.
 El resultado sorprendente de esta situación es que uno de los misterios más importantes y sorprendentes de la historia de la humanidad continúa repitiéndose día tras día sin que casi nadie le preste atención ni se busque dar el más pequeño principio de respuesta.
Es este autismo de la humanidad, de su incapacidad para aceptar la existencia de lo desconocido, de lo que hoy yo tengo vergüenza.
El destino de la  humanidad se sitúa en alguna parte entre la certeza de sus logros científicos y la desoladora constatación de  ella no llegará jamás a conocer toda la realidad.
Otras fuerzas intervienen, de las cuales jamás nos inquietamos en  atribuirles  nombres y  roles. Las llamamos de manera indiferente fantasmas, espíritus, extraterrestres, y cuando a pesar de todo, no llegamos a deshacernos de ellas, no dudamos en decretar servilmente que se trata en realidad de dioses, con la sola finalidad de adorar lo que en realidad somos incapaces de comprender, o, también, para idolatrar mejor lo que nuestra incurable pereza nos impide de estudiar.
 Yo busco otra realidad.
Retornando a Pontoise, quise volver a ver las colinas de mi infancia, visitar la tumba de mi padre, reencontrar las señas que seguí al principio de mi búsqueda, medir el camino recorrido y lo que él me aportó.
Volví con la certeza de que hoy todavía en las mismas circunstancias, tomaría las mismas decisiones.
Y que la única cosa que realmente cuenta en la vida, es el misterio que nos rodea, y todos los medios que pone a nuestra disposición para que nuestra conciencia despierte.