Estimados
Esta es la segunda y última parte de la entrevista que me hizo Pablo Cano de Human Etherics sobre mapeo cerebral en abducidos. Mi agradecimiento al querido amigo e investigador Pablo Cano por esta entrevista. Espero la disfruten
Fenomalias
Estimados
Esta es la segunda y última parte de la entrevista que me hizo Pablo Cano de Human Etherics sobre mapeo cerebral en abducidos. Mi agradecimiento al querido amigo e investigador Pablo Cano por esta entrevista. Espero la disfruten
Fenomalias
Estimados
Adjunto aquí el enlace de la primera parte de la entrevista que Human Etherics a través del queridísimo amigo e investigador Pablo Cano realizó conmigo en relación al trabajo de Norman Donn y Gilda Mouras sobre mapeo sobre abducidos. A la espera de la segunda parte espero disfruten de esta primera parte
Estimados:
Fenomalías hoy está de parabienes. Y no es extraño, ya que en poco tiempo fuI invitado Por Vicente Juan Ballester Olmos e Ignacio Cabria a participar y publicar en la prestigiosa lista de correos Anomalist con acceso a UFOCAT, y a los pocos días recibí la invitación de José Luis Ramirez para participar del equipo editor de la prestigiosa revista sevillana "Revista de Ufología".
Cito:
Y aunque algunos quizá no seamos profeta en nuestra tierra, hay otras que se han fijado en nuestros trabajos.
Agradezco el apoyo de todos mis amigos de Argentina, ellos saben quienes son, por acompañarme y apoyarme en este trabajo de traer a este tema una mirada abierta y objetiva del fenómeno.
Muchas gracias a todos
Fenomalías
Antecedentes
En la primera década
del siglo XXI, el vocero de la Fuerza Aérea Argentina, Mariano Mohaut, confirmó
que el arma crearía una comisión para registrar e investigar las denuncias de
informes sobre ovnis. El primer borrador de la noticia trascendió el 22 de
diciembre en Mundos Paralelos, un segmento dentro de Telefe Noticias que hizo
una brevísima entrevista sobre el tema ovni al comodoro Guillermo Tealdi, jefe
del departamento de Comunicación Institucional de la Fuerza Aérea.
Tealdi, presentó unas
impresiones generales sobre la relación de la aeronáutica argentina y los
“fenómenos celestes”, como los llamó. El militar explicó que la tarea del arma
es “tratar de identificar de qué estamos hablando con respecto a la seguridad
del tránsito aéreo, que es nuestra responsabilidad”.
Luego, ante la pregunta
de cuántos registros de “ecos no identificados” han enfrentado los radares de
la Fuerza, Tealdi contestó: “Ha habido muy pocos. Dos o tres casos que no ha
habido tiempo ni motivos para presentarlos porque han sido situaciones muy
cortas en el tiempo”. Las insustanciales declaraciones del comodoro Tealdi no
parecían acompañar el anuncio de la formación de un grupo dedicado al estudio
de tan “poca cosa”.
Así se supo que la
comisión “estará integrada por pilotos, personal del Servicio Meteorológico
Nacional, de la Administración Nacional de Aviación Civil (controladores del
tráfico aéreo) y de Guerra Electrónica” y a la cual podrían sumarse “médicos y
gente del INTA”.
Pese al tono discreto y
escéptico con que los militares han rodeado el anuncio, algunos ufólogos
argentinos buscaban sumarse a la faena. Un ejemplo de entusiasmo fueron los nucleados
en el CEFORA (una entidad creada con la intención de «desclasificar casos OVNI
en los cuales intervinieron “organismos oficiales”), y las muestras de simpatía
abarcaron parte importante de la “comunidad ufológica”, que no tomaron en
cuenta que les llegaba la posibilidad de “jubilarse de la ufología”. Nacía
entonces la Ifología, con un porvenir más que deslumbrante (y lo digo no como
una crítica sino como una gran oportunidad de dar un giro serio a la
investigación de los no Identificados, para llegar a identificarlos, sin la
“aureola romántica que precede al análisis e investigación de los casos por
parte de la “comunidad ufológica romántica”).
Señor vicecomodoro, le damos
la derecha acerca de cómo investigar ifológicamente el 95% de los casos, que
son de su incumbencia, sin por ello dejar de lado lo que Willy Smith llamaba “residuo
estadístico”. De allí surgen las anomalías que pueden investigarse con respecto
a los factores psicológicos (teorías del agregado perceptivo, fenómenos de
parálisis del sueño, fraude psicológico, síntomas de lóbulo temporal y muchos
otros fenómenos asociados general y erróneamente a fenómenos de abducción o
encuentros con entidades. El señor Heriberto Janosch supongo sabrá de lo que
hablo.
De hecho los estudios
actuales del Dr. Perrota y asociados cuyo propósito fue analizar de la
definición clásica de “abducción extraterrestre” a partir del estudio publicado
en 2020 sobre la clasificación clínica propuesta de este fenómeno en particular
y tuvo como objetivo confirmar el supuesto teórico del origen psicopatológico de
estas experiencias. Cuyos métodos se basaron
en entrevistas clínicas, centradas en evidencia narrativa-anamnésica y
documental y en la base del Modelo de Emociones Humanas de Perrotta (PHEM)
sobre su experiencia emocional y perceptivo-reactiva, y administración de la
batería de pruebas psicométricas publicadas en revistas científicas
internacionales por el autor de este trabajo. Inventario de entrevistas clínicas integradas
de Perrota (PICI 2), Inventario de
matriz sexual de Perrota e Inventario de
dependencia afectiva y de mecanismos de defensa (afrontamiento) de Perrota y otros.
Luego caben citar el excelente trabajo de la psicóloga Susan Clancy en relación a los fenómenos de parálisis del sueño, la incidencia de estrés postraumático y abuso sexual traumático que subyacen a muchas supuestas “experiencias de abducción alienígenas; y no olvidar el paper de la APA PsycNet de Stuart Apelle, Steven Jay Lynn y Leonard Newman, de claro perfil crítico y metodológico acerca de los posibles componentes patológicos y errores perceptuales entre tantos otros.
Perdón por
la extrapolación señor Lianza y asociados, pero lo que intento mostrar aquí, es
que además del importante trabajo “ifológico” basado en observaciones de
testigos civiles y pocos pilotos, la Ifología no se ciñe “solo a “ese 95% de
casos que ocurren en el cielo sino también dentro de la psique humana.
Aunque nos pese, la
complejidad de la “ifología” es más abarcativa e incluye otras herramientas además
de las que ustedes utilizan maravillosamente. Incluso el propio Ballester Olmos
ha considerado en uno de sus papers la temática abductiva y su estudio crítico.
Estudio más cercano a las neurociencias que al de la identificación de amenazas
o anomalías aeroespaciales. Salvando este detalle, celebro el trabajo que
realiza con el apoyo del GEPAN, entre otros.
La
CEFAE sin Ufólogos.
Grato es saber, que finalmente han podido deshacerse de la molesta ufología (romántica y otras) lo cual debería ser un tema de celebración, aunque en el excelente artículo de Agostinelli (y sostengo que es un gran artículo), parece haber un discurso ambiguo (o ambivalente), ya que por un lado se celebra dicha liberación y por otro se enfatiza la necesidad de educar a los ufólogos y pedirles que opinen y presenten “evidencias” “trabajos”; se los instan a que “escuchen” “aprendan” y cesen de sostener tamaña obcecación con la hipótesis extraterrestre sistemas de creencias y todo lo que se supone que “un ufólogo de buena ley desea sostener”. ¿No es mejor brindar por haberse deshecho finalmente de tamaña piedra en el zapato, y dedicarse al estudio crítico de sus muy buenos resultados y centrase en dicha publicación como bien lo vienen haciendo?. Creo que es un buen motivo para dar vuelta la página y hablar de evidencias tal y como lo vienen haciendo hasta ahora, y nutrir a un público abierto a sus descubrimientos y no sostener esa fijeza neurótica de convertir al ateo (aunque sea al revés, por supuesto).
Traigo esto a colación por
un incidente del pasado reciente, del que me he enterado acerca de un grupo
ufológico del que formaba parte el Sr, Luis Brussa, integrante, en calidad de
técnico colaborador del comité del CEFAE, quien gentilmente se ofreció a hacer
de puente entre el Vicecomodoro y el resto de los miembros de ese coven
alienófilo.
Reflexionando sobre esto, es
importante entonces esta posición final de una CEFAE sin ufólogos, ni dentro ni
fuera de los grupos, ni dentro ni fuera del CIAE. Un criterio acertado que no
debe ser puesto en el terreno de la ambigüedad.; lo que me lleva a otras
reflexiones.
Esta Informacion fue tomada
de Factor el Blog de Alejandro Agostinelli, sitio que recomiendo (en serio sin
ninguna chicana por favor). Este sitio provee importantísima información y
enlace útiles para todos (ufólogos incluidos), sobre temas relevantes de
investigación en estos campos.
Cito:
El 15 de Septiembre asistimos a un módico alineamiento planetario. O a
una extraña fusión de las fuerzas de la tierra, que exploran los misterios de
la Pachamama, y las del viento, perforados por mirage que se alejan en la
lontananza, a la caza de prodigiosos portentos aéreos. Ese día, una convergencia
de casualidades transformó lo que iba a ser una conferencia entre otras en una
fecha paradigmática. El escenario fue el Centro Cultural de la Ciencia (C3),
dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, en
el barrio de Palermo, ciudad de Buenos Aires. El Comodoro (RE) Rubén Lianza dio
la primera conferencia pública de la CEFAe en el Centro Cultural de la Ciencia
(C3) de la ciudad de Buenos Aires. Estuvo en el auditorio el Dr. Jacques
Vallée, quien el mismo día había llegado a la Argentina para participar en el
rodaje del documental Testigo de otro mundo, dirigido por el realizador Alan
Stivelman.
Desde las 18:30 hasta cerca de las 20 hs, en un pequeño anexo a la
Biblioteca del C3, el Comodoro (RE) Rubén Esteban Lianza, presentó «Metodología
de la Investigación de Fenómenos Aeroespaciales», primera conferencia abierta
al público desde que asumió la Dirección de la Comisión de Estudio de Fenómenos
Aeroespaciales (CEFAe), la oficina dedicada a la recopilación e investigación
de informes de presuntos ovnis de la Fuerza Aérea Argentina.
Horas antes, aterrizaba en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el
avión que traía al Dr. Jacques Vallée por segunda vez a la Argentina. El autor
de “Pasaporte a Magonia” llegó para reencontrarse con Juan Oscar Pérez,
protagonista de un caso de abducción ocurrido en Venado Tuerto, provincia de
Santa Fe, el 6 de Septiembre de 1978. La primera vez que Vallée estuvo en el
país fue de la mano de Fabio Zerpa, cuando vino a presentar una conferencia y a
recorrer varios puntos de la geografía argentina, calientes por el clima de
oleada que irradió una película que también tocaba a Vallée, Encuentros
cercanos del tercer tipo (Steven Spielberg, 1977).
Jacques Vallée junto a Alan Stivelman. Al finalizar la conferencia
de Lianza, en el C3 del Polo Científico, dependiente del Ministerio de Ciencia
y Tecnología de la Nación. Foto: A. Agostinelli. También se encontraba presente
la directora del CEFORA, que nuclea a la ufología argentina, Srta. Andrea
Simondini.
En esta ocasión su anfitrión es Alan Stivelman. El director lo
entrevistará para su documental Testigo de otro mundo, su segunda película.
Stivelman le propuso a Vallée viajar a la Argentina y a él no sólo le gustó el
proyecto sino que le entusiasmó la posibilidad de enterarse de primera mano
cómo había seguido la vida de aquel joven abducido, 36 años después.
«Humano. El Llamado Guaraní» en rodaje. Diego Viegas, Juan
Oscar Pérez y Néstor Berlanda. Foto: Eduardo Bermúdez.
Los dueños de los próximos días serán Vallée y el equipo de rodaje de
“Humano. El Llamado Guaraní”. Tal vez en el Observatorio Oro Verde, cerca de
donde yace la escotilla desprendida de la Salyut 7, se reencontrará con Juan
Oscar Pérez, el abducido de Venado Tuerto oriundo de la provincia de Entre
Ríos, conocerá al Dr. Néstor Berlanda, psiquiatra de la Universidad Nacional de
Rosario, Presidente de la Fundación Mesa Verde y coautor con el psicólogo Juan
Acevedo de “Los extraños” (Emece, 2000), el primer libro que aborda la cuestión
de las abducciones desde una perspectiva próxima a la de Vallée e incluye el
relato de Juan, y conversará con el abogado y antropólogo Diego Rodolfo Viegas,
compilador de “Antropología Transpersonal. Sociedad, Cultura, Realidad y
Conciencia” (Biblos, 2016), donde analiza la experiencia que aborda la película
de Stivelman.
Con esto Debemos concluir
que quizá un CEFAE sin ufólogos no sería el título que más se ajusta a este
banquete de amigos en donde la ufología no puede decirse que brilló por su
ausencia.
¿ES
NECESARIO EL CEFAE?
Mi eterno agradecimiento al vocero de
la Fuerza aérea mariano Mohaut y equipo por habernos recibido con amistad y respeto
para debatir.
La relación de la Fuerza
Aérea con los ovnis no es nueva en la Argentina Pero la entidad que se lleva
los laureles en permanencia es la CRIDOVNI de Uruguay. Sánchez Ríos, un militar
muy vinculado al “ambiente platillista” argentino, siempre cuenta un caso de
persecución aérea de un objeto con dos aviones Pucará, llegando a percibir “el
cambio de color que producen al acelerar”, entre otras conclusiones que
sostiene sobre el fenómeno, en las que
se puede estar o no de acuerdo, pero surgen de la experiencia de un comité de
fenómenos aéreos militar de Uruguay.
Cuando, invitados por la
comisión (por intercesión de la divina providencia encarnada por el divulgador
y generador de contenidos Carlos Iurchuk, a quien siempre agradecemos por su
amplitud al considerar todos los ángulos de este… ¿fenómeno controversial?) Nos
encontramos el técnico superior en informática y robótica Miguel Angel Sanso y
mi persona, siendo entrevistados por Mohaut y colaboradores acerca del “Status
Quo de la temática de los “no identificados” o “por identificar”. Si bien
agradecidos por la invitación, no nos dio la impresión de que hubiera
ciertamente “claridad” en los objetivos y en que investigar… ¿posibles amenazas
al espacio aéreo del territorio nacional?. Cabe recordar que desde la década
del 90 hasta hace poco tiempo atrás el espacio aéreo nacional, era más que
vulnerable, más que por los amigos Varkuleros (de los que tanto habla nuestro
amigo, el periodista Alejandro Agostinelli), sino que la casi inexistente
radarización de nuestro territorio, era (o debería haber sido) prioridad
absoluta de los ministros de defensa de los diferentes colores políticos.
Lic. Gustavo Cia junto al especialista
técnico en robótica e informática Miguel Sanso debatiendo con el vocero
de la Fuerza Aérea Argentina, Mariano Mohaut y su equipo
Cabe entonces reflexionar lo poco o nada que se podía hacer para detectar e identificar amenazas aeroespaciales (que poco o nada tenían que ver con nuestros vecinos Varkuleanos y sí más con vuelos de narcotráfico no controlados, entre otros asuntos). Es claro hoy en día que, incluso con la mejora de la radarización implementada por el ministro de defensa Taiana, se ha presentado tráfico aéreo no identificado, o más bien identificado tardíamente, de vuelos no autorizados de las fuerzas aéreas chilenas, atravesando territorio nacional con posible destino a las Malvinas. Una clara violación del espacio territorial y un serio problema visto desde la geopolítica.
Lic. Gustavo Cia junto al especialista técnico en robótica e informática Miguel Sanso debatiendo con el vocero de la Fuerza Aérea Argentina, Mariano Mohaut y su equipo
Asuntos que deberían haber
sido, o ser actualmente la prioridad de una política de estado, en la que el
análisis y posterior descarte de testimonios de personas que vieron enanitos
verdes o platos soperos invertidos debería ser el final y corolario de una
política de defensa centrada en las amenazas aeroespaciales reales. De Hecho
Martin Kottmeyer, tan citado por Agostinelli, declaraba que desde hace tiempo
Los comités investigativos tales como el Proyecto Libro Azul dejaban de lados
los reportes civiles para centrase en los de pilotos y, particularmente,
pilotos militares. Lo curioso es que aún se sigue recibiendo reportes civiles
con alta tasa de irrelevancia en sus denuncias.
También Mohaut nos habló en
su momento de inversiones sobre equipos de “análisis fotográficos”, equipos que
bien entrado el siglo 21 con el surgimiento de la fotografía digital, mostraba
un regusto a anacronismo tecnológico, habiendo ya en aquella época software de
identificación de imágenes al que se podía fácilmente acceder pagando el uso de
aplicación de dicho software. Poco más se habló del asunto, pero rescato que al
menos la administración anterior invitaba a intercambiar y discutir de manera
respetuosa y en un principio abierta sobre las posibilidades de pensar el tema
desde la seguridad aérea de la nación, cosa que debe ser prioritaria, a la hora
de elegir si buscamos como echar los extraterrestres del imaginario popular, o
de asegurar la defensa eficiente de nuestro espacio aéreo, comenzando con la
detección eficaz de cualquier vuelo de aviones, drones u “objetos
identificables” que pueden traernos problemas más serios que la visita de los
varkuleanos a los testigos del llano argentino.
En un segundo momento la
comisión fue tomada en las manos del Vicecomodoro Ruben Lianza, quien a
principio poco o nada sabía de las formas en cómo se podía lograr
identificación eficaz de vuelos comerciales, satélites, etc. Lo bueno vino
luego, el asunto tomó vías regias: había que invertir en sistemas de detección
europeos, apareciendo el prestigioso organismo GEIPAN como modelo a seguir e
importando tecnología “de punta”.
Surge así la herramienta de
software IPACO, de probada utilidad, a las que se adjunta programas civiles de
dominio público tales como Orbitron, y Stellarium entre otros (incluso hay
otros con mayor exactitud disponibles con un toque e google play). Programas
que varios investigadores (no necesariamente ufólogos) poseen en sus
ordenadores y celulares. Es simpático por decir algo, el comentario de
Agostinelli hablando del NORAD argentino con fotos de estos sistemas detrás de
la figura de Lianza. Es que cuando de amigos se trata, Alejandro es de los
buenos.
Lianza en el «mini NORAD» de la CEFAe,
en el Edificio Cóndor, sede de la Fuerza Aérea Argentina. Foto: A. Agostinelli.
Ahora bien, tener acceso a
estos programas supone utilizarlos y utilizarlos con criterio, algo que al
menos hoy por hoy muy pocos investigadores hacen. Tomar estas herramientas por
consejos de astrónomos amigos (como los de Paraná por ejemplo) y aplicarlas, ha
demostrado ser una muy buena idea, al mismo tiempo que permite a otros
investigadores por fuera del CIAE verificar los datos que sostienen los
estudios de la Comisión.
CONCLUSIONES
¿Es
importante la existencia y el trabajo del CIAE y del CEFAE?
Por supuesto que sí. Era una
materia pendiente en cuanto a la identificación de fenómenos aeroespaciales y
su posible explicación al público. Tanto el software (IPACO) como la
metodología de trabajo es digna de ser tenida en cuenta e imitar (según el
criterio que presume que un investigador se centra en los hechos y no en la
creencia). El trabajo de Lianza y su equipo, al igual que la difusión que le ha
dado el señor Agostinelli (a pesar de sus sesgos particulares propios de su
profesión), merece atención seria, no tanto de los ufólogos a los que parecen
buscar desesperadamente, sino a aquellos NO UFÓLOGOS que nos interesa evaluar y
conocer de manera crítica las diferentes facetas de este controvertido “objeto de estudio”. Su relación e
intercambio con el GEIPAN es, por supuesto algo esencial a la hora de entender
como y de qué manera se identifican los casos de “observaciones”, que a la hora
de la verdad es el 95% de los fenómenos de “avistamientos”, que es el campo
donde se mueve el CIAE, o sea un porcentaje que equivale al 5% de lo que hay
que investigar críticamente del fenómeno en su totalidad.
¿Es
necesaria la existencia y el trabajo del CIAE y del CEFAE?
No nos da la impresión de
que haya ciertamente “utilidad” en los objetivos… ¿que investigar?… ¿posibles
amenazas al espacio aéreo del territorio nacional?. Cabe recordar que desde la
década del 90 hasta hace poco tiempo atrás el espacio aéreo nacional, era más
que vulnerable y nada se podía hacer para detectar e identificar amenazas
aeroespaciales con la casi inexistente radarización del territorio. Es claro
hoy en día que, incluso con la mejora de la radarización implementada por el
ministro de defensa Taiana, se ha presentado tráfico aéreo no identificado, o
más bien identificado tardíamente, de vuelos no autorizados de las fuerzas
aéreas chilenas, atravesando territorio nacional con posible destino a las
Malvinas. Una clara violación del espacio territorial y un serio problema visto
desde la geopolítica.
Problema que debe ser
prioritario a la hora de analizar que vuela por uestros cielos ¿Platillos
volantes de Varkulets?... lo mas probable es que sean narcoaviones, invasiones
del espacio aéreo, por parte de nuestros vecinos, satélites que caen, o
fenómenos aeroespaciales naturales, drones, etc. Sin pecar de conspiranoicos,
hay que entender lo mucho que hay que invertir para lograr identificación y
control del espacio aéreo, y lo que es más importante una respuesta adecuada a
cualquier amenaza aeroespacial, incluso de Varkulets.
Por último una opinion de un lector de Factor el blog
que me pareció interesante:
¿Es
buena idea destinar fondos extraordinarios para investigar un asunto que echa
raíces esencialmente psicosociales y culturales bajo el concepto de “potencial
amenaza militar”?»
¿Hay
que gastar dinero público en investigar ovnis/fani/uaps? Mi respuesta rápida y
corta sería: no.
La
respuesta larga es: Depende. Depende del enfoque que se le dé. Si el enfoque es
«vamos a investigar qué son los ovnis», mi respuesta sigue siendo no. No hay ni
siquiera una definición correcta de qué es un ovni para poder investigarlo. No
hay en 70+ años ninguna evidencia tangible de que un ovni sea algo más allá de
una confusión, (y también de que no lo sea). Las negrillas son mías.
Sin
embargo, si el enfoque es: «hay un incidente que nos ha obligado a interrumpir
un ejercicio militar», o un «incidente que obliga a un avión a desviarse de su
ruta» (sí, Manises, p.ej.), entonces sí. Es un problema de seguridad aérea (ya
sea real o percibida) que hay que resolver para evitar que se repita, y del que
hay que hallar una causa para poner una solución. Básicamente suscribo esta
premisa citada de Mike West: “Cada vez que aparece algo no identificado en un
espacio aéreo restringido –escribe–, es un problema real que debe resolverse”.
Y añadiría que un espacio aéreo NO restringido también.
¿Ha
habido de verdad un artefacto que ha puesto en peligro a otros? ¿Ha entrado un
avión/dron civil/otra cosa en una zona de ejercicios militares? ¿Qué era? El
piloto «invasor» ¿no se leyó el NOTAM pertinente? ¿O no se notificó a tiempo?
¿Con qué frecuencia ocurre? ¿Es necesario mejorar la seguridad aérea para que
no vuelva a pasar?
¿Ha
sido una prueba de un prototipo experimental ultrahipermegasecreto? ¿Por qué ha
interferido con otros ejercicios, o vuelos civiles? ¿por qué ha sobrevolado una
zona poblada un prototipo que podría haber fallado y estrellarse en una casa?.
¿Hay que mejorar la planificación de ejercicios, coordinarse con otras agencias
(tráfico aéreo) para evitar que esto pase?
¿Ha
sido una amenaza percibida, pero no real? ¿Un error de percepción? ¿Error en la
interpretación o uso de instrumentos (no reconocer un eco falso de radar, no
interpretar bien una imagen IR)? ¿Faltaba (o no se fijó en) información que
podría haber hecho posible la identificación? ¿Es necesario mejorar la
formación de pilotos en algún aspecto? ¿Es necesario mejorar los protocolos de
comprobación y actuación, comunicación con control aéreo, … ?
Supongo
que se pueden rellenar mil puntos e ideas de este tipo, creo que queda claro
por donde voy. No es centrarse en qué es un ovni, sino en saber qué ha ocurrido
para evitar que vuelva a pasar. Y si entre medias se descubre algo nuevo, pues
bienvenido sea, pero que no sea el objetivo porque es altamente improbable.
Agradezco la importante información
que consultamos en el excelente blog del periodista Alejandro Agostinelli, y
los esfuerzos y logros del Vicecomodoro Lianza en este monumental proyecto CIAE
CEFAE
https://factorelblog.com/2018/05/07/la-cefae-sin-ufologos/
Mucho se ha
dicho, oído y visionado acerca de ciertas posturas (con libros incluidos)
acerca de los mercaderes de ilusiones, personajes nefastos, ciertamente, que
lucran con la creencia ajena.
Algunos
textos actuales incluyen, explícita o implícitamente, por supuesto, a miembros
activos de la “comunidad ufológica” y a otros que ni siquiera son miembros.
Como ya he
expuesto en artículos anteriores, e incluso en un programa de Youtube acerca de
estos temas, que existe un discurso de privilegio, orientado hacia el poder (al
decir de Foucault), el discurso que también de la mano del supuesto sujeto
saber, y analizando los distintos discursos del amo en las ciencias,
pseudociencias y otras disciplinas afines, (legado inconmensurable de Lacan),
se ejerce por puro poder, como goce, escotomizando lo propio en la denuncia.
Es claramente
hipócrita, por decir poco, señalar con el índice a otros cuando los dedos
medio, anular y meñique señalan al propio acusador.
¿De qué
hablamos cuando hablamos de mercaderes de ilusiones?, ¿hablamos de los que
lucran con la creencia de los demás y escriben libros sobre ellos? ¿El puro y
simple hecho de escribir un libro que denuncia la “ufología que no queremos”
cuando somos parte de esa misma ufología?
Nos
desgarramos las vestiduras frente a los mercaderes del templo, cuando apologetizamos
de iniciaciones chamanicas (algunos ufólogos devenidos en chamanes de alto ego).
Negamos la viga en nuestro ojo y avisamos de la paja en el ojo ajeno.
Si
hablamos una ufología que queremos (en lo particular yo no pretendo ninguna
ufología), dejemos la hipocresía de lado, al criticar el establishment
ufológico desde una superioridad falaz y anacrónica.
Sabemos
como es (nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio), la ufología
general, antigua y actual (salvo honrosas excepciones ante las cuales me saco
el sombrero) ; y no me equivoco al decir que es “la hoguera de las vanidades”.
Hay
un dicho tibetano tal vez, o quizá no, que reza:
“Es mejor encender una
vela que maldecir la oscuridad”
Se
lanzan epítetos altisonantes de una ufología que queremos, al mismo tiempo que
negamos neuróticamente lo que sostuvimos en un momento anterior: Que nada nuevo
hay en la ufología, ya que lo dijimos todo, y lo descubrimos todo.
¿Que
posición intelectual es esa? La del quiebre epistemológico? ¿o la del quiebre
moral y ético?.
Es
tan solo la neurosis del discurso del amo, discurso de privilegio que aspira a
perpetuarse en un eco difuso, para que refleje como en un espejo distorsionado
la voluntad de poder; el discurso intelectual último, la obra maestra de la
repetición eterna de Sísifo…el goce neurótico de la impotencia ante lo vasto e
inescrutable de lo Real.
Demás
está repetir a Bachelard, Kuhn, Lakatos y otros, la verdad está en Saussure,
Lacan, Peirce, en el lenguaje que desnuda indudablemente, a través del fallido,
nuestra propia impotencia.
Nada
más que decir, ni vale la pena extenderse. Al que le quepa el sayo que se lo
ponga.
“El Ego es un árbol
imponente con frutos envenenados”
Un
abrazo a todos los de buena voluntad
Fenomalías
Debo ser sincero con ustedes: los ovnílogos solemos tener la
compulsión de explicar todo la casuística en términos “alienígenas”, a veces
por abono de las evidencias, a veces para satisfacer deseos inconscientes. Pero
en el camino de la investigación, uno puede encontrarse con hipótesis más
alejadas de lo interplanetario y más próximas a oscuros vericuetos de la
mentalidad humana. Esto me obliga a extenderme en la descripción de una serie
de sucesos aparentemente ajenos a esta fenomenología, pero que aventuran la
posibilidad que plantearé al final de estos párrafos.
Así que esta segunda hipótesis podría resumirse así: Debido a consecuencias no deseadas de los experimentos del ’86 —o tal vez como control de un rebrote de los mismos— un grupo operativo mutila animales, primeramente en cercanías de Azul —no necesariamente en la misma localidad porque en 16 años, no sólo los animales originales que no han muerto pueden haber dispersado el contagio en sus congéneres, sino las crías venderse a estancieros cercanos, etc— y luego, se amplía el radio de mutilaciones para “enmascarar” la operación, aprovechando algunos causales naturales, en la misma secuencia que describiéramos para la primera hipótesis. En estas tareas se emplean variantes de fenobarbitales producidos por las mismas empresas implicadas, las cuales, quizás, realizaron también experimentos en humanos, disfrazándolos de “agresiones extraterrestres” o asesinatos propios de psicópatas, no sólo para confundir a los investigadores sino también para restarles, de cara a la opinión pública, credibilidad.
Estimados:
Tal como había mencionado en el programa Demonios del amigo Carlos Iurchuk, con quien aparecí junto al amigo e investigador Pablo Cano (hablando sobre UAPs y mutilaciones), no faltó mucho para enterarnos de problemas médicos de pilotos militares de las Fuerzas conjuntas aeronavales y contratistas terrestres del ejercito de los EEUU.
Postulamos una actividad de radiofrecuencias, emisión de microondas de los supuestos UAPs en presencia de pilotos (recordemos que la información de los caso revelados es del 2005 en adelante, y no se toman incidentes anteriores).
Si bien la prueba definitiva de estas emisiones no están en poder del público actualmente (incluida las de las mutilaciones, por supuesto), la sospecha es, por lo menos, más que sugestiva, más si tomamos en cuenta los efectos físicos sobre las personas de estas emisiones.
Los invito a revisar en este sitio, el artículo o paper de James MacCampbell (MUFON), "efectos físicos de los ovnis sobre las personas", donde plantea este problema ya en la década de los 80 y los invito a revisar el caso Cash-Landrum, (un clásico) donde Betty Cash, La Sra Landrum, y demás acompañantes padecieron los efectos de estas radiaciones, luego de que una estructura romboidal desconocida y brillante, que emitía poderosas radiaciones, acompañada por helicópteros Chinook negros sin matrícula sobrevolara sobre ellas. El resultado final fue la enfermedad y muerte posterior de las testigos por cánceres por radiación que, entre otras cosas alteraron el sistema inmunológico, y produjeron formas raras de cáncer de Tiroides y quemaduras en el cuerpo. (síntomas coherentes con la exposición a microondas y radiofrecuencias, etreo otros tipos de radiaciones residuales.
También hablamos de los trabajos e informes que los Dres. Kit Green y Garry Nolan en relación a dichos efectos. El trabajo de Green se centra en efectos de daños neurológicos en pilotos y contratistas. El de Nolan parece un poco más "esotérico" pero sin duda interesante.
Segun el artículo de la periodista Danielle Cinonne, del prestigioso periódico estadounidense The Sun, podemos apreciar los comentarios acerca de los estudios de imágenes y otros de los pilotos y contratistas militares expuestos a los UAPs:
El Dr. Garry
Nolan ha pasado la última década analizando materiales del supuesto Fenómeno
Aéreo No Identificado
Su
participación en UAP comenzó después de que se le pidiera que usara su
"instrumentación de análisis de sangre" para ayudar con casos de pilotos
que estaban cerca de supuestos UAP y daño cerebral "horrible".
Cuando se le preguntó si podía describir los efectos más anormales en el cerebro observados con las resonancias magnéticas, Nolan dijo: “Si alguna vez ha observado una resonancia magnética de alguien con esclerosis múltiple, hay algo llamado enfermedad de la materia blanca. Es cicatrización.
“Es una gran mancha blanca, o múltiples manchas blancas,
esparcidas por toda la resonancia magnética. Es esencialmente tejido muerto
donde el sistema inmunológico ha atacado al cerebro”, continuó.
“Eso es probablemente lo más parecido a lo que podrías
llegar si quisieras ver una instantánea de uno de estos individuos. Puedes ver
rápidamente que hay algo mal”.
Se analizaron
aproximadamente 100 pacientes, en su mayoría "personal de defensa o
gubernamental o personas que trabajan en la industria aeroespacial", dijo
Nolan a Motherboard.
El Dr. Kit Green estudió a algunas de las personas, de lo que Nolan llamó una "mezcla heterogénea de pacientes".
“Un
subconjunto razonable de ellos afirmó haber visto UAP y algunos afirmaron estar
cerca de cosas que los enfermaron”.
El Dr. Garry Nolan solía usar su "instrumentación de
análisis de sangre" para ayudar con casos de pilotos que estaban cerca de
supuestos UAP y daño cerebral "horrible"
En última instancia, su equipo descubrió que las personas,
que originalmente pensaron que estaban dañadas, tenían una "conexión
excesiva de neuronas entre la cabeza del caudado y el putamen".
La cantidad de personas que tenían esta "sobreconexión" llevó a la pregunta abierta: "¿Estar en contacto con lo que sea que fue lo causó o no?"
Nolan con UAP comenzó después de que se le pidió que usara
su "instrumentación de análisis de sangre" para ayudar con casos de
pilotos
Algunas personas dicen que han tenido un encuentro con vida
extraterrestre y ahora, los informes dicen que sus cerebros están siendo
analizados y un profesor dijo que se ven signos en estos individuos.
Cómo Nolan entró en un fenómeno aéreo no identificado (UAP)
Su compromiso con UAP comenzó después de que se le
solicitara que usara su "instrumentación de análisis de sangre" para
ayudar a los pilotos que habían estado cerca de sospechas de UAP y un horrible
peligro para el cerebro.
Nolan describe dicho objeto como una "mancha blanca" o múltiples manchas blancas que se dispersan a lo largo de la resonancia magnética.Cuando se le preguntó si podía explicar los resultados ultrairregulares en los cerebros observados con las resonancias magnéticas, Nolan articuló, si alguna vez se ha observado una resonancia magnética de una persona con esclerosis múltiple, hay algo identificado como "enfermedad de la sustancia blanca" y está cicatrizando. .
Nolan describe dicho objeto como una "mancha blanca" o múltiples manchas blancas que se dispersan a lo largo de la resonancia magnética.
Efecto en el cerebro
El profesor dijo que el objeto es esencialmente un tejido
muerto donde el sistema inmunológico ha atacado al cerebro.
Nolan también dijo que aproximadamente una cuarta parte de los pacientes con resonancias magnéticas, que afirmaron haber tenido un encuentro, murieron a causa de sus accidentes.
Un delicioso extracto de la entrevista que Motherboard le
realizó al Doctor Nolan
¿Puede mencionar qué personas de qué departamentos
gubernamentales distintos de la aeronáutica se acercaron a usted?
No no puedo.
Si alguna vez ha observado una resonancia magnética de
alguien con esclerosis múltiple, hay algo llamado enfermedad de la sustancia
blanca. Es cicatrización. Es una gran mancha blanca, o múltiples manchas
blancas, esparcidas por toda la resonancia magnética. Es esencialmente tejido
muerto donde el sistema inmunológico ha atacado al cerebro. Probablemente sea
lo más parecido a lo que podría llegar si quisiera ver una instantánea de una
de estas personas. Puedes ver rápidamente que hay algo mal.
HIPERMORFISMO EN CABEZA DE CAUDADO<-->PUTAMEN. FOTO:
GARRY NOLAN.
¿Las personas
que afirmaron haber tenido un encuentro, especialmente los pilotos,
describieron alguna disminución perceptible en la capacidad neurológica?
De los 100 o más pacientes que analizamos, alrededor de una cuarta parte de ellos murieron a causa de sus heridas. La mayoría de estos pacientes tenían una sintomatología que es básicamente idéntica a lo que ahora se llama síndrome de La Habana. Creemos que entre esta lista de casos, tuvimos los primeros pacientes con síndrome de La Habana. Una vez que esto se convirtió en un problema de seguridad nacional con el síndrome de La Habana, me bloquearon todo el acceso a los archivos porque ahora es un incidente internacional potencial grave si alguna vez descubren quién lo ha estado haciendo.
Eso todavía dejó a las personas que habían visto UAP. No
tenían el síndrome de La Habana. Tenían una mezcla heterogénea de otros
síntomas.
¿Cómo influye el impacto de las frecuencias
electromagnéticas en sus hipótesis sobre lo que ocurrió exactamente aquí?
Con uno de los pacientes, sucedió en el rancho Skinwalker .
Dada la profundidad del daño en su cerebro, podemos estimar la cantidad de
energía requerida en la onda electromagnética que alguien apuntó hacia ellos.
No creemos que tenga nada que ver con las UAP. Creemos que es una especie de
actor estatal y de alguna manera relacionado con el síndrome de La Habana.
https://fenomalias.blogspot.com/2013/01/investigacion-pertinente-sobre-los.html
https://fenomalias.blogspot.com/search?updated-max=2022-12-22T19:57:00-08:00&max-results=7
https://www.youtube.com/watch?v=u5aUe49wJVg&t=96s
https://fenomalias.blogspot.com/2022/12/uap-mutilaciones-y-cortina-de-humo.html
https://fenomalias.blogspot.com/2021/07/nos-estan-manipulando-fenomalias-en-el.html
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-60078454
Un estudio del Pentágono encontró altas tasas de cáncer entre los pilotos militares y, por primera vez, mostró que las tripulaciones de tierra que suministran combustible, dan mantenimiento y lanzan esos aviones, también se están enfermando.
Aviadores militares retirados que solicitaban desde hace mucho tiempo estos datos sonaron la alarma durante años sobre la cantidad de tripulantes aéreos y terrestres que sabían que tenían cáncer. Se les dijo que estudios militares anteriores habían encontrado que ellos no estaban en mayor riesgo que la población general del país.
En su estudio de un año de casi 900.000 miembros del servicio que volaron o trabajaron en aviones militares entre 1992 y 2017, el Pentágono encontró que los miembros de la tripulación aérea tenían una tasa 87% más alta de melanoma y 39% más alta de cáncer de tiroides, mientras que los hombres tenían una tasa 16% más alta de cáncer de próstata y las mujeres una tasa 16% más alta de cáncer de mama. En general, las tripulaciones aéreas tenían una tasa un 24% más alta de cáncer de todos los tipos.
El estudio mostró que las tripulaciones de tierra tenían una tasa 19% más alta de cáncer de cerebro y del sistema nervioso, una tasa 15% mayor de cáncer de tiroides y 9% más en cáncer hepático o renal, mientras que las mujeres tenían 7% más probabilidades de padecer cáncer de mama. La tasa general de cánceres de todos los tipos fue 3% más alta.
En contraste, tanto las tripulaciones terrestres como las aéreas tenían tasas mucho más bajas de cáncer de pulmón, y las tripulaciones aéreas también tenían tasas más bajas de cáncer de vejiga y colon.
El estudio lo solicitó el Congreso bajo el proyecto de ley de defensa de 2021. Ahora, debido a que se encontraron tasas más altas, el Pentágono debe realizar una revisión aún mayor para tratar de comprender por qué las tripulaciones se enferman.
El Pentágono dijo que el nuevo estudio era uno de los más grandes y completos hasta la fecha. Un estudio anterior había analizado solo a los pilotos de la Fuerza Aérea y había encontrado algunas tasas más altas de cáncer, mientras que este analizó todos los servicios y las tripulaciones tanto aéreas como terrestres. Incluso con el enfoque más amplio, el Pentágono advirtió que es probable que la cantidad real de casos de cáncer sea aún mayor debido a las lagunas en los datos, que dijo que trabajaría para remediar.
El estudio “prueba que ya es hora de que los líderes y los encargados de formular políticas pasen del escepticismo a la creencia y la asistencia activa”, dijo el coronel retirado de la Fuerza Aérea Vince Alcazar, miembro de la Asociación de Pilotos de Combate de Red River Valley, que había presionado al Pentágono y el Congreso en busca de ayuda. Alcazar es miembro del comité de asuntos médicos de la asociación.
El estudio fue requerido por el Congreso en el proyecto de ley de defensa de 2021. Ahora, debido a que se encontraron tasas más altas, el Pentágono debe realizar una revisión aún mayor para tratar de comprender por qué las tripulaciones se enferman.
Es difícil aislar las posibles causas, y el Pentágono tuvo cuidado de señalar que este estudio “no implica que el servicio militar en las ocupaciones de la tripulación aérea o de tierra provoque cáncer, porque existen múltiples factores potenciales que no se pudieron controlar en este análisis”, tales como antecedentes familiares, tabaquismo o consumo de alcohol.
Pero las tripulaciones de aviación han pedido durante mucho tiempo que el Pentágono analice de cerca algunos de los factores ambientales a los que están expuestos, como los combustibles para aviones y los solventes que se usan para limpiar y mantener las piezas de los aviones, los sensores y sus fuentes de energía en los conos de los aviones, y el enorme sistemas de radar en las cubiertas de los barcos en los que aterrizan.
Cuando el Capitán de la Armada Jim Seaman regresaba a casa de un despliegue a bordo de un portaaviones, su equipo apestaba a combustible para aviones, dijo su viuda Betty Seaman. El piloto del A-6 Intruder murió en 2018 a los 61 años de cáncer de pulmón. Betty Seaman todavía tiene su equipo almacenado y aún huele a combustible, “lo cual me encanta”, dijo.
Ella y otros se preguntan si existe un vínculo. Ella dijo que las tripulaciones hablarían sobre cómo incluso los sistemas de agua del barco olería a combustible.
Dijo que ella y otros tienen sentimientos encontrados acerca de finalmente ver en los datos lo que habían sospechado durante años sobre los cánceres de aviación. Pero “tiene el potencial de hacer mucho bien en cuanto a la comunicación temprana, la detección temprana”, dijo.
El estudio encontró que cuando a los miembros de la tripulación se les diagnosticaba cáncer, tenían más probabilidades de sobrevivir que los miembros de la población general, lo que el estudio sugirió se debía a que se les diagnosticaba antes debido a los controles médicos regulares requeridos y era más probable que tuvieran una mejor salud debido a sus requisitos de aptitud militar.
El Pentágono reconoció que el estudio tenía lagunas que probablemente condujeron a un recuento insuficiente de casos de cáncer.
La base de datos del sistema de salud militar utilizada en el estudio no tenía datos confiables sobre el cáncer hasta 1990, por lo que es posible que no haya incluido pilotos que volaron aviones de la primera generación en las décadas anteriores.
El estudio tampoco incluyó datos de cáncer del Departamento de Asuntos de Veteranos ni de los registros estatales de cáncer, lo que significa que no registró casos de ex miembros de la tripulación que se enfermaron después de dejar el sistema médico militar.
“Es importante tener en cuenta que los resultados del estudio pueden haber sido diferentes si se hubieran incluido otros ex miembros del servicio de mayor edad”, dijo.
Para remediar eso, el Pentágono ahora extraerá datos de esos registros para agregarlos al recuento total, según el estudio.
La segunda fase del estudio intentará aislar las causas. El proyecto de ley de 2021 requiere que el Departamento de Defensa no solo identifique “los tóxicos cancerígenos o los materiales peligrosos asociados con las operaciones de vuelos militares”, sino que también determine el tipo de aeronave y los lugares donde sirvieron las tripulaciones diagnosticadas.
Después de que su esposo se enfermó, Betty Seaman le preguntó si hubiera elegido de otra manera, sabiendo que su servicio podría estar relacionado con su cáncer.
“Le pregunté rotundamente a Jim. Y él, sin dudarlo, dijo: ‘Todavía lo habría hecho’”.
(Con información de AP)
En la entrivista del programa demonios, advertí la posibilidad de que en un futuro cercano nos enteremos de enfermedades y nuerte en pilotos y personal de fuerzas armadas en concontacto con estos "UALa información está a disposición, saquen sus propias conclusiones.