La construcción de memorias de abducciones extraterrestres (Una reflexión sobre las malas prácticas)

Estimados amigos:


Es bien conocida mi posición afirmativa respecto a algunas experiencias de abducción y visitas de dormitorio y una posición abierta sobre el tema en general. Sin embargo en estos últimos años han surgido infinidad de casos basados solo en simples testimonios sin ninguna profundización en cada caso. Sumado a esto algunos supuestos abducidos además de cobrar por sus papel de invitado en distintos eventos, con un cariz francamente fraudulento (con la connivencia de ciertos miembros de la comunidad ufológica de turno y de los medios periodísticos amarillistas) han cambiado más de una vez la sucesión de los eventos ocurridos y sus significados. Otros, con evidentes signos y síntomas psicopatológicos, y personas de buena calidad humana pero muy confundidos, y con una importante necesidad de estar siempre presentes en la bocas de todos los que protagonizan verdaderos fenómenos y de aquellos que intentan estudiarlos, muchas veces sin un mínimo aporte probatorio e incluyendo en algunos casos dudosos registros por celular que al analizarlos, terminan siendo fenómenos astronómicos.

He visto casos de alta extrañeza y casos con personas descompensadas. A todos los he atendido gratuitamente, obteniendo en algunos casos enojo o una demanda de paternalismo protector, cuando les sugerí interconsultas con otros profesionales de la salud. También molestandose cuando en el proceso de anamnesis se plantean preguntas importantes acerca de su pasado, para comprender su presente. Incluso algunos de ellos traidos a mi consulta por amigos cercanos dentro del ambiente preocupados por su salud. Algo entendible pero imposible de justificar si se es responsable de algún grado de asistencia verdadera en estos cuadros.

Es importante el trabajo de muchos excelentes divulgadores de casos nuevos y antiguos (algunos de ellos bien investigados previamente y en los que se ha evidenciado desde patologías psiquiátricas hasta fraude por publicidad). Cabe entonces reflexionar que el mero testimonio en muchos casos no es carga de prueba. De hecho colaboran en la inversión de dicha carga de prueba.

En algunos casos es sospechosa la actitud de algunos supuestos abducidos a rechazar o resistir la evaluación de su testimonio (casos que detallaré en la publicación de un libro ahora en construcción, pero que han sido vistos en presentaciones de programas como Demonios por ejemplo del inestimable amigo y divulgador Carlos Iurchuk), sometiendose sin embargo, y en algunos casos con resultados desastrosos para la salud mental del sujeto a las manos de pseudo profesionales a procesos de hipnosis extensos y extremos, que, además de dañar el estado psíquico de los sujetos, procede a influir y distorsionar los verdaderos recuerdos traumáticos. ¿existen buenos hipnólogos? ciertamente así lo creo, aquellos certificados profesionalmente, los cuales brillan casi por su ausencia. Incluso estos profesionales no llegan a tomar en cuenta el Sindrome de Falsa Memoria descripto no solo por la doctora Elizabeth Loftus (en papers científicos), sino también por muchos profesionales no solo de la psicología general sino incluso desde la experiencia de las neurociencias. Cabe aclarar que hay alternativas muchos mas eficaces para acceder a recuerdos traumáticos reprimidos u olvidados tales como relajacion progresivas con desensibilización sistemática o la excelente técnica usada en Trastornos de Estrés Postraumático de distinta etiología tal como el EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) o  DRMO (Desensibilización y Reprocesamiento a través de los Movimientos Oculares), eficaz para reducir el trauma y recuperar recuerdos.

No quiero dejar de resaltar algo fundamental: los profesionales en la salud mental y en el caso particular mi persona, priorizamos la ayuda en los pacientes o sujetos que atraviesan es estrés postraumático de estas experiencia o los eventos que podrían desncadenar trastornos psicopatólogicos que producen sufrimiento psíquico, más allá de la recompensa de ser protagonista investigativo de un "gran caso ufológico" a expensas de la salud y libertad del sujeto. El abducido es dueño de su caso y accede libremente a depositar su confianza en un investigador, un profesional, o ambos, a expensas de su propia cordura y credibilidad. Es él y no el investigador ni el psicólogo el protagonista de su experiencia (real, simulada o producto de un estrés disociativo). La validación o no de la experiencia es meramente contingente.

Mientras algunos miembros la comunidad ufología intentan desacreditar el caracter científico (sobre todo el de las neurociencias) y su importante experiencia e impacto en el ámbito de la salud mental, y su papel fundamental en la psicoprofilaxis, hacen hincapié en conceptos de corte psicosocial altamente distorsivos, acerca de "miscelaneas del ámbito ufológico" o casos antiguos con poco o ningun aporte actual sobre "TODO LO QUE ESTÁ OCURRIENDO ACTUALMENTE EN DICHO ÁMBITO"; no hay indicios mínimos de una evaluación razonable de la carga de la prueba tanto a favor como en contra de los fenómenos que son estudio de la ufología. También importantes divulgadores como Lorena Sciarrata y su "Café Ufológico Rosario" con la cual me une una relación de respeto y camaradería, aunque no coincida con algunos de sus conceptos. Una especial referencia al excelente programa de divulgación "Demonios" de Carlos Iurchuk, con una política de apertura a todos los temas ufológico y a todas las posiciones, siempre que sean respetuosas, asi como también muchos otros grupos de investigación que con criterio, sentido común y mentalidad abierta se dedican a investigar los diferentes vectores del fenómeno.

Exiten honrosas excepciones tales como las investigaciones del matrimonio Grosso "algunas" aproximaciones sugestivas e interesantes del ya desaparecido Grupo CIFO de Rosario, Las investigaciones e informes del ya desaparecido Guillermo Roncoroni y los trabajos del tan vilipendiado investigador y psicólogo Roberto Banchs, quien con justa razón se ha desvinculado del colectivo ufológico, no queriendo participar en modo alguno en el tema.

Luego está el aura desinformada de la psicología como "una cuestión de fé), cuando no lo es en modo alguno (ya he escrito un artículo lo suficientemente extenso sobre la carga de la prueba de las evaluaciones nurocognitivas y los procesos de evaluación psicodiagnóstica, cuando "EL FENÓMENO DE ABDUCCIÓN Y DE VISITAS DE DORMITORIO ES SIEMPRE Y EN TODO CASO EL ANÁLISIS DE UN TESTIMONIO, CUYAS ÚNICAS HERRAMIENTAS PARA DILUCIDARLO SON LAS ENTREVISTAS (DE INVESTIGADORES Y SOBRE TODO DE PROFESIONALES DE LA SALUD MENTAL); POR QUE LOS CASOS DE ABDUCCIÓN SIN EVIDENCIAS ADICIONALES SON NADA MÁS QUE MEROS RELATOS, SEAN ESTOS AUTÉNTICOS O FALSOS. DISQUISICIÓN QUE AMERITA NO SOLO UNA INVESTIGACIÓN CONCIENZUDA DE LOS INVESTIGADORES DE LA UFOLOGÍA, SINO TAMBIÉN DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD".

Cabe preguntarse en los testigos y en el colectivo en general de los ciudadanos el porque de la resistencia a dichas evaluaciones. Tanto en el ámbito ufológico como en el de la Salud Mental, se conoce un concepto llamado por el psicoanálisis "resistencia". En la psicología conductual cognitiva como parte de las neurociencias  "sesgo por rigidez cognitiva" (Lo opuesto a la flexibilidad cognitiva es la rigidez cognitiva, que se encuentra en varios trastornos de salud mental, incluido el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno depresivo mayor y el trastorno del espectro autista entre otros. Los estudios de neuroimagen han demostrado que la flexibilidad cognitiva depende de una red de regiones cerebrales frontales y "estriatales". Las regiones frontales están asociadas con procesos cognitivos superiores como la toma de decisiones y la resolución de problemas. En cambio, las regiones estriatales están vinculadas con la recompensa y la motivación. Hay varias formas de evaluar objetivamente la flexibilidad cognitiva de las personas, incluida la Prueba de Clasificación de Tarjetas de Wisconsin y el cambio de tarea intra-extra dimensional CANTAB."

También existe una explicación más simple: no ver lo que no se quiere ver:  Convengamos que la psicoterapia no es para todos, es para los que la necesitan (y que tienen suficiente conciencia de enfermedad para solicitar ayuda). Eso no justifica la declaración infundada y desinformada de atribuirle caracter de fé y pseudociencia a una disciplina que actualmente está representada por los grandes logros de la neurociencia y de las terapias cognitivos conductuales que forman parte de ella, sin dejar de mencionar no solo la evidencia empírica sino las evidencias "duras" producto del avance en este campo, es decir específicamente en las neurociencias.

Terminando con estas aclaraciones, les invito a una reflexión de estos temas con la presentación de un trabajo científico y académico (con el cual no estoy necesariamente de acuerdo en su totalidad, pero si en las consideraciones más importantes).

 Un cálido saludo a todos.



La construcción de memorias de abducciones extraterrestres

 

Steven E Clark

Departamento de Psicología Universidad de California, Riverside

Elizabeth F Loftus

Departamento de Psicología Universidad de Washington

 

 

Carl Sagan (1993) sugirió que el "pago sucio" de los relatos de abducciones extraterrestres no está en lo que nos pueden decir sobre las visitas extraterrestres, sino en lo que nos pueden decir sobre nosotros mismos. Nosotros (Clark & Loftus, 1995) nos hicimos eco de este punto de vista en una revisión reciente de Abduction: Human Encounters With Aliens de Mack (1994). En su artículo de destino, Newman y Baumeister presentan una gran palada de tierra útil que Sagan y nosotros describimos.

Newman y Baumeister presentan una revisión impresionante de la literatura de abducción -una literatura que se presenta como fuerte evidencia en contra de la autenticidad del extraterrestre espacial y los relatos de abducciones. Newman y Baumeister sostienen que las narraciones de abducciones extraterrestres son una variedad de falsos recuerdos reconstruido con la sugestión de la hipnosis, con detalles extraídos de la cultura popular (y tal vez una subcultura obsesionada) que está llena de imágenes de visitas extraterrestres. La cuestión crítica para el escéptico de las historias de abducciones extraterrestres es: ¿Cómo puede mucha gente (Newman & Baumeister) dar una alta estimación de 3,7 millones de abducidos) que mantienen tan tenazmente un detalle de las narrativas de sus propias vidas que son falsas no solo en sus detalles, sino en su esencia misma? El escéptico podría argumentar que seguramente 3,7 millones de personas no pueden estar inventando estas historias. ¿Puede la memoria humana inventar tales historias?

Si. Con algo de ayuda.

En nuestro comentario, revisamos brevemente la investigación que proporciona la base para el fenómeno de la memoria falsa. Una gran literatura de investigación muestra un resultado confiable que se conoce como el efecto de la desinformación. Sugerimos que los recuerdos de abducciones de objetos voladores no identificados (OVNI) son una variante de esta desinformación en una escala muy grande.

 

El efecto de la desinformación: De las señales de alto a los extraterrestres

 

El efecto de la desinformación se ilustra con el siguiente experimento clásico (Loftus, Miller y Burns,1978). A los sujetos se les muestra una presentación de diapositivas de un accidente de coche contra un peatón en el que el deslizamiento crítico muestra una intersección con una señal de ceder el paso. Más tarde, se les presenta el tema sutilmente con información errónea, de que había una señal de alto en la intersección. Cuando más tarde se le preguntó si había una señal de alto o una señal de ceder el paso en la intersección, una alta proporción de sujetos incorrectamente indicó que era una señal de alto. El error se comete con alta confianza La aceptación de la desinformación ha demostrado de forma fiable en docenas de experimentos. Por supuesto, una cosa es aceptar la desinformación sobre un pequeño detalle como una señal de alto y otro muy llegar a creer que uno ha sido abducido por extraterrestres. Sin embargo, el camino empírico del primero al último está claramente establecido. Hay fuerte evidencia a partir de estudios de laboratorio, estudios de casos y anécdotas históricas—que la gente puede llegar a creer que ha experimentado eventos que en realidad no ocurrieron.

Loftus y sus colegas (Loftus & Coan, en prensa;Loftus & Pickrell, en prensa) desarrolló un procedimiento utilizando pares de parientes, en los que el pariente mayor, en colaboración con los experimentadores, cuenta cuatro historias sobre la pariente más joven, una de las cuales es una historia inventada sobre el pariente más joven se está perdiendo en un centro comercial alrededor de los 5 o 6 años. En Loftus y Pickrell (en prensa), los 24 sujetos (el pariente más joven en cada par) recordaron algo sobre 49 de los 72 verdaderos recuerdos (3 recuerdos verdaderos para cada uno de los 24 sujetos) o alrededor del 68% de los recuerdos verdaderos. Seis de los 24 sujetos "recordó" el evento falso (25%).

Loftus y Coan (en prensa) ilustraron de cómo una persona, aceptando un recuerdo falso, podría completar información adicional con detalles falsos En un caso, el sujeto "perdido" llegó a "recordar" detalles de que se había perdido en una tienda de juguetería de Kay-Bee y que el hombre que lo había encontrado había sido descripto como un hombre que se estaba quedando calvo y que vestía una camisa de franela azul y gafas. Además, el sujeto recordó algunos de sus propios pensamientos en ese momento, así como conversaciones con otros.

Se puede argumentar que la aceptación de la falsa pérdida la memoria en el centro comercial se debe a que no es algo inusual o un evento memorable (aunque esto también podría ser el caso de episodios oscuros de The Outer Limits). Cómo alguna vez, Hyman, Husband, and Billings (1995) mostraron que un evento más inusual, como un viaje nocturno al hospital, también podría ser falsamente aceptado como un recuerdo del propio pasado, aunque les tomó más tiempo a los sujetos "recuperar" sus falsos recuerdos hospitalarios.

Algunas de las implantaciones más dramáticas de falsos recuerdos no han venido del laboratorio, y ellos van desde humorísticos hasta siniestros. En su autobiografía de 1962, el psicólogo del desarrollo pionero Jean Piaget describió el falso recuerdo de un intento de secuestro cuando era un bebé. Sólo años después este evento se reveló como un engaño, cuando su niñera confesó haberlo inventado.

Más siniestro es el caso de Paul Ingram de Olympia, Washington (Ofshe & Watters, 1994; Wright, 1994), quien fue acusado y confesó el abuso sexual ritual de sus hijos Inicialmente, Ingram negó todo; con la presión de los detectives, sin embargo, comenzó a recordar y confesar cada nueva acusación tal como se presentó, creando detalles vívidos de cada crimen. Sin embargo, en una prueba de credibilidad de Ingram, Ofshe le presentó a Ingram una acusación de abuso sexual que fue totalmente inventada por Ofshe (y eso fue negado por los hijos de Ingram, que habían hecho las acusaciones originales de abuso). Como antes, Ingram inicialmente negó la acusación, pero, después de algunas reflexiones, confesó y abundó en detalles.


Los ingredientes de una memoria de abducción

 

Dado que los humanos pueden inventar recuerdos falsos, todavía nos queda la pregunta: ¿por qué un falso recuerdo? ¿qué pasa con las abducciones extraterrestres? ¿de que hilo se teje tal memoria? Newman y Baumeister sugieren varias posibilidades: alucinaciones hipnagógicas e hipnopómpicas, pesadillas y faltas de tiempo, todo lo cual es consistente con el hecho de que muchas historias de abducciones giran en torno al sueño o viajes largos y solitarios. Es importante enfatizar que tales experiencias alucinatorias no son una marca de psicopatía pero son una experiencia común, producida como una consecuencia natural de la actividad cerebral relacionada con el sueño. Con esto, la narrativa del secuestro podría ser la fuente o producto de un problema de  monitoreo de realidad (Johnson & Raye, 1981) en el que el "abducido" de hecho, no tiene memoria de un evento aparentemente extraño; sin embargo, la fuente de la memoria podría ser intracraneal en lugar de extraterrestre. El problema de monitoreo puede complicarse por la fascinación cultural con las visitas extraterrestres. No lo es sorprendente que el número de historias de abducciones haya aumentó a un ritmo exponencial a medida que el mito de la abducción se teje cada vez más profundamente en nuestro tejido cultural.

Es difícil encender la televisión o pasar por una variedad de tabloides de supermercados sin encontrar una "historia real" sobre la abducción extraterrestre. el relato de la abducción extraterrestre El relato de abducción se ha alzado ahora junto con el famoso guión de restaurante (Bower, Black y Turner, 1979) como una actividad bien conocida cuyas acciones y orden son bien conocidos.

Curiosamente, Newman y Baumeister sugieren que son los relatos de ciencia ficción más oscuros los que podrían abrirse camino en historias de abducción, en lugar de más imágenes populares (es decir, el Sr. Spock). Como fuente de problema de monitoreo de la realidad, es poco probable que uno se confunda sobre la fuente de un recuerdo sobre el Sr. Spock, mientras que la fuente de una imagen vaga de un solo episodio de The Los límites exteriores pueden ser desconocidos y pueden confundirse como un recuerdo de la propia experiencia. esto es consistente con resultados de laboratorio que muestran que los sujetos son al menos más propensos a aceptar la desinformación flagrante que la desinformación de detalles periféricos (Loftus, 1979, p. 124).

¿Qué convierte el problema del seguimiento de la realidad en una historia de abducción calcada? En casi todos los casos, la herramienta de la elección es la hipnosis. Newman y Baumeister citan un estudio de Bullard (1989) en el que el 71% de 104 historias de abducción de "alta calidad" se producían bajo hipnosis. Todos los casos discutidos por Mack (1994) y Fiore (1989) fueron producido bajo hipnosis. Sin embargo, décadas de investigación sobre memoria inducida hipnóticamente revelan que la hipnosis no da como resultado una mayor precisión de la memoria, sino simplemente una salida regulada. El testimonio inducido hipnóticamente ha sido declarado inadmisible en la mayoría de los tribunales, porque en gran medida aumenta la vulnerabilidad del testigo a la sugestión y porque se basa en una falsa teoría de la memoria. El Consejo de Asuntos Científicos de la American Medical Association (1985), la Sociedad Internacional de Hipnosis (1979) y la Society for Clinical and Experimental Hypnosis (1979) han publicado fuertes advertencias sobre el uso de la hipnosis como herramienta en la recuperación de la memoria.

Dado lo que se sabe sobre la hipnosis, no estamos sorprendidos por los análisis que sugieren que la variación entre las historias de abducción tiende a ser más bien que entre los investigadores (Klass, 1988; Vallee, 1990, citado por Newman & Baumeister). Mack (1994) se convierte en creencia en la autenticidad de los relatos de abducción de sus clientes basado en parte en su consistencia, un punto que (Clark & Loftus, 1995) argumentaron que era más probable debido a la sugerencia del hipnotizador. Muchos de los clientes de Mack revelaron en sus historias de secuestro una advertencia de sus abductores extraterrestres sobre el curso violento de la humanidad— una advertencia curiosamente consistente con varios de los trabajos de Mack publicados sobre ese mismo tema.

 

Mantenimiento de las memorias de abducción

 

Una característica importante de los recuerdos de abducción es que sus dueños los agarran con fuerza. Son recuerdos que se mantienen con gran confianza. ¿Cómo alguien podría creer en un falso recuerdo con tal alta confianza? La misma pregunta refleja la intuición de que los recuerdos confiables deben ser recuerdos precisos. Una posición que también sostiene la Corte Suprema de EE. UU. (Neil contra Biggers, 1972). Décadas de investigación, sin embargo, han demostrado que esta intuición es falsa, que la relación entre la confianza y la precisión en la memoria es de hecho no fuerte y a veces negativa (Deffenbacher, 1980; Wells & Murray, 1984). Un análisis reciente de Clark (en prensa) sugiere que las disociaciones entre confianza y precisión podrían ser una consecuencia del funcionamiento básico de la memoria.

En el caso de los recuerdos extraterrestres del espacio y otras técnicas de recuperación hipnóticas notoriamente inducidas, el producto mental a menudo involucra imágenes visuales fuertes. Estas imágenes visuales podrían persistir en el tiempo, de modo que los abducidos realmente experimentar un fuerte recuerdo de su abducción. Cómo siempre, es un recuerdo de un secuestro que ocurrió en la oficina del hipnotizador en lugar de uno perpetrado por criaturas grises y hoscas.

La disociación confianza-precisión podría ser producirse también por factores sociales. Newman y Baumeister sugieren que esto podría ser debido a una especie de disonancia cognitiva (Festinger, 1957, 1964), manifestada como una necesidad de reforzar una creencia amenazada. Muchos "secuestrados" buscan apoyo de otros grupos de "abducidos"; Newman y Baumeister nota de la Fundación Comunión, OVNI, grupos de interés y otras formas de "proselitismo".

Los factores sociales también se han demostrado en el laboratorio. Luus y Wells (1994) demostraron que la confianza de un testigo en una identificación inexacta puede ser artificialmente inflada o desinflada, dependiendo de si se le informa al testigo que otro testigo escogió a la misma persona o a una diferente de la fila. Tales resultados califican la importancia de los grupos de apoyo para mantener las propias creencias frente al escepticismo.

 

 

Observaciones finales

 

Hemos presentado una pequeña porción de un gran literatura que demuestra la maleabilidad de la memoria del ser humano. Con esta base, no es difícil ver cuán elaborados (pero falsos) recuerdos de abducción por alienígenas  podría crearse. No es dificil imaginar  que dicha memoria se construye a partir de fragmentos y piezas de alucinaciones relacionadas con el sueño, pesadillas y la atención de los medios y fijado sólidamente en su lugar con las sugestiones de la hipnosis y la validación de grupos de apoyo.

Newman y Baumeister argumentan que otro elemento es necesario, además de los que acabamos de enumerar, para que uno para construir una memoria falsa de abducción extraterrestre. Específicamente, sugieren que tales recuerdos falsos reflejan fantasías sadomasoquistas y un escape de uno mismo. La evaluación de esta afirmación está fuera de nuestra área de especialización (investigación teórica). Una pregunta que se puede plantear es si este componente es necesario para la construcción de recuerdos de la abducción o si sirve para crear ciertos detalles de recuerdos de abducciones.

Independientemente de la respuesta a esta pregunta, argumentamos que estos son los tipos de preguntas que se deben hacer con respecto a los recuerdos de abducciones extraterrestres: preguntas sobre el funcionamiento de la mente. Aquí es donde encontraremos el pago sucio en las historias de abducciones extraterrestres.

 

Notes

 

Steven E. Clark, Department of Psychology, University of California, Riverside, CA 92521-0426. E-mail: clark@citrus.ucr.edu.

Elizabeth F. Loftus, Department of Psychology, University of Washington, Seattle, WA 98195. E-mail: eloftus @u.washington.edu.

 

References

 

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Wright, L. (1994). Remembering Satan. New York: Knopf.

 

 

EL LADO B DE LAS EXPERIENCIAS DE ABDUCCIÓN PARTE 2: Experiencias de abducción y visitas de dormitorio: una evaluación critica de la evidencia

Experiencias de abducción y visitas de dormitorio: una evaluación critica de  la evidencia

Lic. Gustavo Cia

Universidad Del Salvador

Buenos Aires Argentina

 



Argentino. Psicólogo graduado en la Universidad del Salvador (USAL) y psicoterapeuta en la práctica privada, con orientación en terapias cognitivas y neuropsicológicas. También ha sido Profesor Adjunto en la Cátedra de Psicología Institucional en la USAL y Adjunto en la Cátedra de Teoría y Técnicas de Grupo en UCES.

Historial: Fue miembro del Instituto de Parapsicología dependiente del vicerrectorado de Investigación y Desarrollo de la Universidad del Salvador(1985-1989) y colaboró con la Revista Argentina de Psicología Paranormal. Expuso en diversos congresos y jornadas de parapsicología en Sao Paulo y Buenos Aires. Fue miembro de una decena de asociaciones internacionales, entre ellas, la Parapsychological Association y la Asociación Iberoamericana de Parapsicología (AIPA). También es miembro del Instituto de Psicología Paranormal y de la Asociación Neuropsiqiátrica argentina (ANA) a cargo del Dr. Luis Horacio Brusco Jefe del departamento de neurociencias del Hospital de Clínicas.Fue además miembro del Círculo de investigadores del Fenómeno Ovni (CIFO) de Rosario (1995-2002). Fue miembro consultor de La Rueda del Misterio y El círculo de Hermes De Málaga (España) perteneciente a la cadena EDENEX.

Publicaciones: www.fenomalias.blogspot.com

 

 

 Introducción

 

El propósito de esta nota es hacer un análisis crítico de lo que conocemos como experiencias de abducción alienígena y su variante; la experiencia del visitante en su versión de visitas a dormitorio. Es fundamental comenzar primero con un revisionismo histórico, en la que debemos, por fuerza, abordar la génesis del mito de estas experiencias y su impacto psicosocial y cultural.

Evaluaremos también los posibles factores neuropsicológicos que podrían estar detrás de las supuestas experiencias de abducción alienígena en las que se incluyen parámetros revisados por Susan Clark, James McNally, Elizabeth Loftus, entre otros, así como mi propia experiencia en estos casos, que no es exhaustiva como en otros trabajos, pero que me llevó a dudar seriamente de la realidad física de este fenómeno y replantearme una aproximación más realista del mismo.

 

Algunas Definiciones

 

La abducción es el término que designa el rapto de seres humanos por presuntas entidades extraterrestres. Los abducidos dicen que fueron sacados de sus coches o de sus casas contra su voluntad, trasladados a lugares desconocidos, donde pequeñas criaturas humanoides los examinaron y les practicaron implantes en el cuerpo. La experiencia vivida no puede ser recordada sin ayuda.


 

En cambio las visitas de dormitorio están caracterizadas, entre otros muchos fenómenos, por la aparición de "entidades" casi siempre antropomorfas, rodeadas de gran luminosidad y semitransparentes, siendo interpretadas por el perceptor como presencias de familiares fallecidos, fantasmas o espíritus, con antecedentes, en la historia humana de entidades demoníacas como íncubos (demonios masculinos interesados en participar de actividades sexuales con los humanos) y súcubos (variante femenina de estos demonios). Aunque hoy, se ven en estas historias la intervención de criaturas extraterrestres.

Caso Platner Argentina

Parálisis del sueño: El diablo, el fantasma y la vieja bruja

La bruja nocturna o vieja bruja es el nombre que recibe una criatura sobrenatural, comúnmente asociada al fenómeno de la parálisis del sueño. Es un fenómeno durante el cual una persona siente la presencia de un ser malévolo sobrenatural que la inmoviliza como si estuviera sentada en su pecho o al pie de su cama. La palabra "pesadilla" o " pesadilla " se usó para describir este fenómeno antes de que la palabra recibiera su significado moderno y más general. Varias culturas tienen varios nombres para este fenómeno y/o carácter sobrenatural.

En todas las culturas, la extraña sensación de parálisis del sueño ha evocado algunas descripciones vívidas. En 1664, un médico holandés publicó el caso de una mujer con parálisis del sueño. “'El diablo se acostó sobre ella y la sujetó”, escribió.

En Terranova, la parálisis del sueño se ha llamado un ataque de " vieja bruja". En China, se le ha denominado “opresión fantasma”. Un nuevo estudio informa que en México la gente puede decir que la parálisis del sueño se siente como “un cadáver subido encima de mí”.


Se cree que The Nightmare, de Henry Fuseli (1781), es una de las representaciones clásicas de la parálisis del sueño percibida como una visita demoníaca.


En Japón, la parálisis del sueño se llama “kanashibari”. El término tiene sus raíces en el budismo; Hace mucho tiempo se creía que los monjes budistas podían usar la magia para paralizar a otros.

Actualmente nos encontramos con una florida literatura, donde la visita ha tomado los ropajes del extraterrestre gris y sus variantes, encuadrando la experiencia en el marco de lo “extraterrestre”

  

La conexión del fenómeno con la parálisis del sueño

 

Te estás despertando o quedándote dormido, y de repente no puedes moverte. Tu cuerpo se paraliza como si un peso invisible estuviera sobre ti. Es posible que no pueda mover los brazos o las piernas, el cuerpo y la cabeza. Puede respirar y pensar, pero es posible que no pueda hablar.

La parálisis puede durar solo unos segundos o unos pocos minutos. Luego desaparece y puedes moverte de nuevo. Esto describe un episodio típico de parálisis del sueño. Es un trastorno del sueño común que se clasifica como “parasomnia”. Los episodios pueden causarle una ansiedad intensa.

 La parálisis del sueño ocurre cuando la línea entre el sueño y la vigilia se vuelve borrosa. Normalmente, su cerebro paraliza muchos de sus músculos durante la etapa del sueño de movimientos oculares rápidos o sueño REM. Esta parálisis se llama “atonía”. Puede experimentar parálisis del sueño si la atonía persiste cuando se despierta del sueño REM; también puede ocurrir si pasa rápidamente de la vigilia al sueño REM.

La parálisis del sueño puede ocurrir junto con alucinaciones. Puedes imaginar que ves u oyes algo; incluso puede pensar que alguien más o algo está en la habitación contigo.

La privación del sueño puede desencadenar un episodio de parálisis del sueño. Otros factores relacionados pueden incluir el estrés y los calambres en las piernas relacionados con el sueño. La parálisis del sueño tiende a ser solo un problema leve; no hay complicaciones médicas. Pero también puede ser un síntoma de narcolepsia.[i]


Una variante de los episodios de abducción. Los testigos afirman ser visitados en sus dormitorios por criaturas extraterrestres

En un estudio en el que centramos gran parte de este artículo[1], examinaremos fenómenos relacionados con la experiencia del visitante sobre todo en los llamados episodios de visitas de dormitorio, una curiosa variante de las supuestas experiencias de abducción:

En respuesta a un nuevo estudio psicológico de personas que creen que han sido secuestradas por extraterrestres que encontró que la parálisis del sueño, un historial de hipnotización y la preocupación por lo paranormal y extraterrestre eran experiencias predisponentes. Una revisión de las tasas de prevalencia de por vida de la parálisis del sueño en la población general estimó que la prevalencia es aproximadamente del 8%, aunque las estimaciones de los estudios individuales varían mucho del 2 al 60%[i]. Por lo tanto, se prefiere el término parálisis del sueño aislada cuando la parálisis del sueño está presente en ausencia de un diagnóstico de narcolepsia[ii]. Algunos autores también utilizan el término parálisis aislada del sueño por miedo para indicar casos en los que los episodios están causando miedo y/o angustia clínicamente significativos[iii]. Es probable que las causas de la parálisis del sueño sean multifactoriales[iv]. Por lo tanto, es importante que los médicos y los investigadores comprendan los factores que pueden influir en la frecuencia y la intensidad de los episodios.

La parálisis del sueño está claramente definida y está claro que la parálisis del sueño se ha identificado en la muestra y no es un fenómeno más (p. ej., terrores nocturnos, alucinaciones hipnagógicas, o de inicio del sueño/hipnopómpicas o antes de despertar, sin parálisis, pesadillas).

Las relaciones entre el estrés y el trauma y la parálisis del sueño son evidentes. Se encontró que un historial confirmado o no confirmado de abuso sexual infantil (CSA, por sus siglas en inglés) está significativamente relacionado con la frecuencia de los episodios de parálisis del sueño[v]. Este estudio definió un caso confirmado cuando una persona que no sea la víctima y/o el abusador confirma el abuso, o que otras personas confrontaron al abusador, o que el abusador fue acusado en relación con el abuso. Un historial no confirmado de CSA se definió como tener recuerdos vívidos de abuso en ausencia de que alguien lo supiera/nadie fuera confrontado o acusado como el abusador. La frecuencia y la intensidad de las alucinaciones del intruso y del íncubo fueron significativamente mayores en ambos grupos de CSA en comparación con aquellos que no denunciaron abuso sexual[vi]. No se encontraron diferencias en términos de alucinaciones de VM entre los grupos. Otro estudio encontró que la prevalencia informada de parálisis del sueño no difería significativamente entre los grupos de participantes que informaron recordar su CSA (47 %) con aquellos que creían haber experimentado CSA pero no poseían recuerdos autobiográficos de ella (44 %). La prevalencia de la parálisis del sueño fue significativamente mayor en ambos grupos de CSA en comparación con un grupo de control que informó no haber experimentado CSA (13%)[vii].


Imagen Característica de la percepción de la experiencia del visitante


Otras experiencias de eventos amenazantes/traumáticos también parecen estar relacionadas con la parálisis del sueño. En una muestra de inmigrantes Hmong que vivían en los EE. UU[i]., las experiencias estresantes durante la guerra de Vietnam (p. ej., "estuve expuesto a la guerra química", "perdí a familiares, parientes cercanos o amigos") se relacionaron con mayores probabilidades de experimentar parálisis del sueño[ii]. Se encontró que las experiencias generales con eventos potencialmente traumáticos (como agresión, muerte de un ser querido, desastres, etc.) estaban relacionadas con la parálisis del sueño en términos de la ocurrencia de un evento traumático[iii]. También se encontró un vínculo entre el número creciente de eventos traumáticos experimentados y la parálisis del sueño[iv] [v]. En relación con esto, los niveles autoinformados de estrés vital mostraron asociaciones similares con la parálisis del sueño[vi] [vii] [viii].

 

Personalidad, inteligencia y creencias anómalas

 

Las medidas de los rasgos de personalidad, como el cuestionario de personalidad de Eysenck, no parecen estar relacionadas con la frecuencia de parálisis del sueño[i] [ii] [iii] [iv]. Se encontró que los niveles de experiencias disociativas del estado de vigilia, que involucran despersonalización, desrealización y amnesia, están relacionados tanto con la frecuencia de la parálisis del sueño [v] como con la frecuencia/intensidad de los tres tipos de alucinaciones[vi]. El grado en que los individuos se absorben en su fantasía mental se ha relacionado con la frecuencia y la intensidad de las alucinaciones [vii], pero otro estudio no encontró que la absorción estuviera relacionada con la frecuencia general de los episodios [viii]. Cabe señalar que estos estudios se realizaron en grupos que contenían personas que habían experimentado CSA. Sin embargo, otro estudio en una muestra más general encontró que las experiencias disociativas estaban relacionadas con la frecuencia de la parálisis del sueño y también con las alucinaciones de intrusos y máquinas virtuales [ix].

Un estudio analizó la inteligencia en relación con la parálisis del sueño y encontró una asociación negativa significativa entre el cociente intelectual (CI) y los informes de parálisis del sueño aislada de por vida, parálisis del sueño aislada por miedo y parálisis del sueño aislada recurrente por miedo [x]. Cuando se examinaron los niveles de creencias paranormales, se encontró evidencia mixta, con algunos estudios que no encontraron relación [xi] [xii], mientras que otros informaron vínculos [xiii]. Las creencias paranormales también se han relacionado con intrusos y alucinaciones de máquinas virtuales durante la parálisis del sueño [xiv]. Se ha encontrado que los niveles de creencia en las teorías de la conspiración no se relacionan con la parálisis del sueño [xv].

  

Factores relacionados con el sueño

Varias experiencias de sueño "anómalas" parecen ser más comunes en personas que también experimentan parálisis del sueño. Experimentar pesadillas parece ser común en personas con parálisis del sueño, ya que se ha encontrado una asociación en una serie de estudios [xvi] [xvii] [xviii]. Las respuestas a si los participantes alguna vez experimentaron un sueño lúcido, que es un sueño en el que el soñador, mientras sueña, es consciente de que está soñando, no mostró relación con la frecuencia de parálisis del sueño en dos estudios [xix] [xx]. Sin embargo, en otro estudio que utilizó una medida continua de la frecuencia de los sueños lúcidos, se encontró una asociación significativa con la parálisis del sueño.[xxi]. Esto fue particularmente cierto en los episodios de parálisis del sueño que presentaban alucinaciones de VM [xxii]. Las alucinaciones hipnopómpicas (desplazamiento del sueño) fueron un predictor significativo de parálisis del sueño, aunque es posible que estas alucinaciones no ocurrieran durante la parálisis del sueño [xxiii]. El síndrome de la cabeza explosiva (oír ruidos fuertes como explosiones en las transiciones de vigilia-sueño o sueño-vigilia) es más común en individuos que informan episodios de parálisis del sueño aislada por miedo que en aquellos que no informan parálisis del sueño (37% frente a 14%) [xxiv]. Experiencias fuera del cuerpo (OBE), a menudo asociadas con el sueño REM[xxv] [xxvi], se informó que estaban asociados con la parálisis del sueño, aunque no se puede descartar la posibilidad de que la OBE fuera una alucinación experimentada durante la parálisis del sueño [xxvii].

Tal vez como era de esperar, los episodios hipnagógicos (al quedarse dormido) de parálisis del sueño fueron más prominentes en la primera hora después de la hora de acostarse, los episodios hipnomésicos (en algún momento durante el sueño) fueron más comunes entre 1 y 3 horas después de la hora de acostarse, y los episodios hipnopómpicos fueron más comunes entre las 6 y las 12 horas. h después de acostarse [xxviii] . En general, los episodios hipnomésicos fueron los más frecuentes[xxix].

 

 Los síntomas de la enfermedad psiquiátrica

En muestras no clínicas, múltiples estudios han examinado los vínculos entre la parálisis del sueño y los problemas generales de salud mental. Estos últimos han sido indexados por escalas como la forma abreviada de salud mental, que da un índice de la calidad de la salud mental de una persona. Estos estudios han demostrado que una salud mental general más deficiente se asocia significativamente con la frecuencia de la parálisis del sueño.

Reflejando los hallazgos clínicos, los síntomas relacionados con la ansiedad parecen estar asociados con la parálisis del sueño [xxx] [xxxi] [xxxii], aunque esto no se encontró en todos los estudios [xxxiii]. Además, la sensibilidad a la ansiedad (miedo a los síntomas físicos de la ansiedad) mostró una relación pequeña pero significativa con la presencia de parálisis del sueño en un estudio [xxxiv].


Polisomnografia (estudio del sueño). Muchos pacientes acuden por episodios de parálisis del sueño

Un segundo estudio mostró que la sensibilidad a la ansiedad se correlaciona significativamente con la parálisis del sueño temerosa recurrente y de por vida [i]. Los síntomas de ansiedad social también parecen estar relacionados con la parálisis del sueño, con un estudio que encontró que los participantes que experimentaron parálisis del sueño con una alucinación de "presencia sentida" mostraron niveles más altos de ansiedad social que los participantes que experimentaron parálisis del sueño sin alucinaciones [ii]. Las alucinaciones de presencia sentida durante la parálisis del sueño también se han relacionado con la cantidad de angustia asociada con un episodio de parálisis del sueño. El nivel de angustia relacionado con los episodios de parálisis del sueño se asoció con imágenes sociales disfuncionales [iii].

Hay menos evidencia de una asociación entre la parálisis del sueño y la depresión. Específicamente, la prevalencia de parálisis del sueño no fue significativamente mayor en un grupo que cumplió con los criterios de diagnóstico de depresión (31 %) en comparación con un grupo que no cumplió con los criterios (28 %) [iv]. En un estudio de pacientes ambulatorios con trastornos de ansiedad, un diagnóstico de depresión comórbida no se asoció con una mayor prevalencia de parálisis del sueño en comparación con pacientes sin depresión comórbida [v]. En una encuesta a nivel de población de más de 4000 personas, la depresión (según la evaluación de los criterios del DSM-IV) no se relacionó significativamente con la parálisis del sueño en un modelo predictivo múltiple (que incluye la edad, la salud física, los problemas del sueño, el trastorno bipolar y la medicación psiquiátrica) [vi]. Sin embargo, un estudio encontró una correlación significativa entre la depresión y la parálisis del sueño por miedo recurrente, y la parálisis del sueño por miedo de por vida y de por vida no mostró relación con la depresión [vii]. Solo ha habido un estudio que analizó el trastorno bipolar y la parálisis del sueño. Aquí se encontró que el trastorno bipolar ocurría con mayor frecuencia en un grupo con parálisis del sueño grave, definido aquí como al menos un episodio por semana (19 %), en comparación con un grupo sin parálisis del sueño (2 %) [viii]. La parálisis del sueño se ha asociado con un diagnóstico de por vida, pero no actual, de trastorno por abuso de alcohol/sustancias [ix].

  

Discusión

 Esta revisión se propuso investigar las variables asociadas con los episodios de parálisis del sueño. Si bien las fortalezas en la literatura actual incluyen una amplia gama de variables investigadas y una diversa gama de muestras, además de una serie de estudios a escala relativamente grande, actualmente existen limitaciones que deben abordarse en futuras investigaciones.

Pocos estudios han distinguido entre episodios de parálisis del sueño con y sin malestar clínicamente significativo (es decir, parálisis del sueño por miedo) [29] . Esta es una distinción importante que se debe hacer al considerar el impacto clínico que los episodios tienen en un individuo. Si bien una gran cantidad de variables han mostrado una asociación con la parálisis del sueño, los estudios futuros deberían trabajar para aislar aún más los factores que predicen específicamente los episodios en los que están presentes niveles clínicamente significativos de angustia.

Por ejemplo, ¿los niveles altos de estrés y ansiedad provocan episodios más frecuentes de parálisis del sueño o los episodios frecuentes de parálisis del sueño provocan niveles más altos de estrés y ansiedad?.


Imagen típica en un episodio de abducción. Las entidades llamadas “grises” tienen un largo recorrido en la cultura ufológica desde el episodio de Betty y Barney Hill

Existe ingente cantidad de material acerca de los posibles factores neuropsicológicos que podrían estar detrás de las supuestas experiencias de abducción alienígena en las que se incluyen parámetros revisados por Susan Clark, James McNally , Elizabeth Loftus, entre otros, así como mi propia experiencia en estos casos, que no es exhaustiva como en otros trabajos, pero que me llevó a dudar seriamente de la realidad física de este fenómeno y replantearme una aproximación más realista del mismo. Estos autores mencionados han trabajado analizando factores tales como propensión a la fantasía, hipnotizabilidad, déficit de personalidad fronteriza y síndrome de falsa memoria, sobre todo en las sesiones de hipnosis, entre otros ítems, como modelos explicativos de la experiencia de abducción en términos clínicos.

Citando a Apelle Lyn y Newman en el paper de Experiencias de abducción alienigena[i]:


"La noción de que la Experiencia de Abducción Alienígena  es multicausal nos guía a una posibilidad adicional: a saber, que se requiere una constelación de factores presentes en un individuo (p.e., una persona debe tener tanto tendencia a la fantasía como un trastorno del sueño). Aunque esta aproximación puede también fracasar en proveer una completa explicación, hay mucho que aprender en estudiar la interacción de variables. Esta aproximación sinérgica podría examinar que la combinación de variables o mediciones, y que las circunstancias específicas, son más efectivas en predecir los reportes de EAA. La tendencia a la fantasía, por ejemplo, podría no ser una variable relevante a menos que esté combinada con alta sugestionabilidad en el contexto de una persona que cree que los alienígenas abducen regularmente a los humanos, que tiene experiencias de sueño anómalas, y que busca a un terapeuta que refuerce la creencia de que dichas experiencias pueden ser informadas en los términos de un escenario de abducción”.

Por otro lado, la hipótesis de que estas experiencias están asociadas con influencias del medio, guiones culturales, expectativas, y las influencias formativas de los procedimientos sugestivos merecen atención por la considerable base de datos documentando el rol influenciante de estas variables en la extensa literatura psicológica".



Algunas teorías reflejan los diferentes componentes que pueden influir en el escenario de la supuesta abducción


Consideremos que estos fenómenos están más cerca de ser entendidos si percibimos la constelación de factores presentes en los sujetos que afirman haber sido abducidos. Las encuestas exploratorias, cuestionadas por algunos, es una herramienta válida para coleccionar datos y aplicar inventarios que midan los ítems nombrados además de algunos otros. No podemos conseguir "abducidos" lo máximo que podemos evaluar es una muestra de personas que "afirman haber sido abducidas", distinción que debería ser considerada en el estudio crítico de estas experiencias y repetirlos. El cuestionario Atramic de la mentira informada es, a mi entender también una herramienta útil, entre otras, para descartar la enorme carga de fabuladores en este tema.

 

La consideración del fraude esta lamentablemente muy presente en una gran cantidad de casos. Una referencia del trabajo de Experiencias de Abducción Alienígena de Stuart Apelle, Steven  Jay Lynn, y Leonard Newman, hacen una referencia bastante clara de este problema:

 

“La explicación de fraude sugiere que los reportes de abducciones alienígenas no son descripciones honestas de experiencias pero sí historias hechas deliberadamente para engañar. Es asumido generalmente que la motivación para dicho engaño está en la oportunidad de recompensa monetaria o psicológica (p.e., grupos de apoyo, shows televisivos, y conferencias) al permitirse dichas historias. Sin embargo, al tomar ventaja de dichas oportunidades, el protagonista de una abducción debe hacer pública la experiencia, y el protagonista que se dirige a un público es una rareza. Es mucho más común, asegurarse el deseo de anonimato.

Por otro lado, la falsedad deliberada puede ocurrir en ausencia de incentivos normales para el engaño. El término trastorno facticio, artificial o ficticio (también conocido como hipocondría) se aplica a individuos quienes fingen enfermedad física o psicológica en donde “la motivación para el comportamiento es la de asumir el rol de enfermo” (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 4th ed.; Asociación de Psiquiatría Americana, 1994, p. 474). Así es que, la necesidad psicológica de ser paciente es, en sí misma sintomática de un trastorno.

A pesar de algunos paralelismos con la experiencia de abducción, hay un número de características de trastorno facticio que la hacen una improbable fuente de fraude de abducción. Individuos con trastornos facticios tienen probabilidad de tener una extensa historia de hospitalizaciones o intervenciones de tratamiento; son extremadamente resistentes a abandonar el rol de pacientes; son renuentes, vagos e inconsistentes cuando se les pide proveer información en detalle. Este y otros diagnósticos diferenciales no son característicos de la vasta mayoría de protagonistas de abducciones”.[1]

 

Finalmente hay que considerar la extensa literatura psiquiátrica sobre las experiencias alucinatorias nocturnas (presentes en los estados hipnagógicos e hipnopómpicos, en los síntomas típicos del lóbulo temporal citados por Persinger, como el sentido de "presencia" en la habitación (del que se hablará en una próxima nota), las alucinaciones que acompañan a las parálisis del sueño, entre otros, algunos citados en este artículo). Hay también investigaciones sólidas tendientes a considerar la experiencia de abducción como un recuerdo encubridor de un trauma en relación a abusos sexuales infantiles, que tampoco debe ser dejada de lado. Los papers de Clark y McNally, De Harvard University y el de Schooler de Pittsburg University son dignos de consideración y los adjunto para su interés.

En cuanto a la personalidad de los sujetos abducidos, hay importantes estudios de sus perfiles aplicando herramientas psicodiagnósticas de relevancia (aunque hoy ya superadas), tales como el MMPI2 o el PF 16 de Catell, que han sido y son aún bastante completos en estudiar los perfiles de personalidad, y patología de los sujetos entrevistados. Un ejemplo es el trabajo de doctorado de la Dra. June Parnell[i]:

La Dra. June Parnell, que hizo su tesis doctoral en psicología sobre 225 personas que sostenían habían participado de avistamientos o contacto con ovnis, luego de un extenso estudio aplicando herramientas tales como el MMPi2 y el PF 16 de Catell, llegó a la conclusión que:

1)      mostraban cierta tendencia a incluir sentimientos, pensamientos y actitudes inusuales

2)      eran desconfiados

3)      eran bastante imaginativos con probables tendencias esquizoides.

 

Viendo la otra cara de la moneda, debemos reflexionar sobre la multicausalidad de este tipo de experiencias, Citando de nuevo el trabajo de Apelle Lynn y Newman “experiencias de abducción alienígena”:

“En una revisión de la literatura sobre la EAA, a menudo aparece que lo parsimonista es mucho mas acreditado que el criterio en contra de las explicaciones de la EAA cuando son comparados. La parsimonia es un valor del desarrollo y el peso de las hipótesis, pero no es, como algunos de los teóricos de la EAA podrían pensar, la defensa definitiva de una hipótesis. Esto debe establecerse a través de un proceso de prueba. Así es como la literatura de la EAA ha establecido la validez o falsedad de cualquier hipótesis en desarrollo.

Se ha sostenido que no hay una explicación simple ya considerada para la EAA porque el fenómeno es multicausal, y la EAA en general, puede ser explicada considerando todas las prosaicas explicaciones en su forma más completa. Por ejemplo. Si sólo un reporte de abducción es falso y solamente son el resultado de patología, fantasías, anomalías del sueño, y demás en su totalidad, esta explicación dispar puede constituir una explicación completa (p.e., informes de todas las variaciones en los datos). Sin embargo, los datos existentes sugieren que cada explicación, por sí misma, puede ser considerada solo para una limitada proporción de todos los casos, y que aún en el agregado, ellos fracasan en llegar a una completa explicación”[1].

 

Este tipo de experiencias, como bien se hace referencia en los estudios es multicausal y admite una exploración mas profunda en sus diferentes manifestaciones, por lo que cabe cerrar este artículo con una promesa de extender la información, agregando a futuro la posibilidad de analizar casos clínicos y de revisar el fenómeno desde la historiografía local.

 

“Buenos Aires 24 de junio de 2023”




BIBLIOGRAFÍA Y CITAS



CITAS

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