MAPEO TOPOGRÁFICO CEREBRAL SOBRE ABDUCIDOS

Otro importante estudio de Brasil y USA sobre abducciones del que he tomado datos para mi trabajo preliminar sobre abducciones en Argentina. Publicado en el Journal of Scientific Exploration


MAPEO TOPOGRÁFICO CEREBRAL SOBRE ABDUCIDOS

Norman S. Don
Kairos Foundation and University of Illinois at Chicago,
1187 Wilmette Ave., # 174, Wilmette, IL 60091

Norman.s.don@uic.edu

Gilda Moura

Kairos Foundation, Caixa Postal 14528

CEP 22412-000, Rio de Janeiro, Brazil

Gilda.moura@unikey.com.br





Abstract: Una muestra de sujetos brasileños que afirman haber tenido experiencias con OVNIs que involucran contacto o rapto fue seleccionada para un mapeo topográfico cerebral.  Uno de los más importantes criterios de  selección fue la habilidad  para entrar en un auto-reportado, estado no-ordinario de conciencia o trance que desarrollaron espontáneamente después de su rapto o experiencias de contacto.  El análisis de sus EEGs reveló que todos los sujetos entraron voluntariamente en una especie de trance con hiperexcitación. En este estado, ellos mantuvieron una condición de relajación muscular y inmovilidad mientras sus EEGs exhibieron una frecuencia alta (beta) de actividad en todos los 19 sitios de ubicación de los electrodos, pero con máxima actividad en el lóbulo prefrontal y los sitios adyacentes.  La inspección de los EEGs de los sitios prefrontal/frontal reveló series rítmicas intermitentes, de aproximadamente 40 Hz de actividad, logrando amplitudes muy altas, en momentos que excedieron los 40 microvolts.  Esta actividad era distinta en morfología y frecuencia de la actividad más rápida y normalmente verificable, probablemente atribuible a la descarga muscular del cuero cabelludo (EMG). El análisis de la media de la actividad muscular del cuero cabelludo en los 40 Hz estadísticamente controlada, de los efectos del EMG  reveló una actividad de 40 Hz significativamente mayor en estado de trance que en el estado básico (p <.006). También, la frecuencia alfa dominante aumentó durante el trance (p <.0 1). Ambos hallazgos de EEG hacen pensar en la ocurrencia de un estado de hiperexcitación. No hubo ninguna evidencia de descargas  epileptiformes en nuestros datos o las indicaciones clínicas de posible epilepsia.  No había tampoco, ninguna actividad del cerebro sugestiva de psicopatología, particularmente de esquizofrenia, ni tampoco indicaciones clínicas de psicopatología.  Los resultados de EEG estaban relacionados con los efectos fisiológicos de atención favorablemente enfocada y los recientes hallazgos en neurociencia. También se notaron similitudes con estados meditativos avanzados y diferencias con estados psicopatológicos.

Palabras Clave: abducidos UFO— trance de hiperexcitación--EEG--abducciones Brasil-- meditación—mapeo topográfico cerebral

 


 
VI. Introducción
 
 
Como  parte de un programa más amplio de investigación de la función del cerebro y los estados alterados de conciencia, (ASC), los autores han grabado electroencefalogramas (EEGs) y se realizaron mapeos topográficos cerebrales a más de 100 personas en Brasil relacionados con varios tipos de trance, la mayoría de ellos involucrados con el fenómeno OVNI. Este estudio en particular informa  acerca de datos del subgrupo que afirma haber participado de episodios de rapto o contactos con inteligencias no humanas (alienígenas) con los seres de los objetos voladores no identificados (OVNIs). "contactos," o "encuentros cercanos del tercer tipo," encontrándose involucrados en supuestas interacciones con seres alienígenas, y usualmente mencionados como experiencias beneficiosas.  "El rapto," o "los encuentros cercanos del cuarto tipo," involucra abducciones, tanto en un estado consciente como inconsciente, y la mención de procedimientos médicos quirúrgicos sobre el abducido.  Las secuelas de estos raptos informados normalmente involucran trauma psicológico significativo. 
En la fase preliminar de nuestras investigaciones que involucraron 10 abducidos por OVNIS que no estaban en la muestra final de 13, los datos sugirieron que estos sujetos pudieron auto-inducirse voluntariamente  un estado de trance de hiperexcitación con alta frecuencia, con ondas cerebrales de gran amplitud, probablemente no atribuible al equipo cuyas terminales estaban conectadas a los músculos del cuero cabelludo.  Para  informes acerca de la fase inicial de este trabajo, por favor ver Moura (1 994a, pág. 186-190; 1994b, pág. 485-492) y Don (1 994, pág. 493-496). 
Escogimos investigar abducíos por OVNIS porque ellos evidenciaron fases avanzadas de trance de hiperexcitación no encontradas en místicos brasileños y raro incluso entre experimentados  yoguis meditadores de la India. 
El propósito de este estudio fue determinar si la frecuencia y características de la amplitud (como se evidenció en las grabaciones del EEG) de la función cerebral de los sujetos1 mientras se encontraban en trance diferían significativamente de  el grupo control o media, medidas en pre-trance. También, si las tales diferencias existieran, nosotros buscaríamos comparar nuestros resultados con estudios de EEG hecho en las personas que meditan.  La veracidad de las experiencias de los sujetos no se fue agregada. 
Para una introducción a la literatura del fenómeno de abducción / contacto, vea Moura (1996/1992), Mack (1994a), Sprinkle (1994), y Pritchard y col. (1994). 



II. Aspectos de Fondo
 
 
La actividad eléctrica del cerebro, grabada del cuero cabelludo con electrodos de superficie, consiste en ondas con frecuencias que van desde aproximadamente 0.1 ciclos por segundo (Hertzio o Hz) a aproximadamente 70 Hz para el adulto normal (pero extendiéndose más allá posiblemente para sujetos seleccionados bajo las condiciones inusuales). En la mayoría de las pruebas de EEG clínicas, sólo la actividad mayor a aproximadamente 30 Hz se examinó.  La amplitud de estas ondas se encuentra en el rango de 2 o 3 microvolts por encima de los 100 microvolts. 
Dentro de estas bandas de amplia frecuencia, hay subgrupos de frecuencia diferentes asociados con diferentes estados de excitación y función del cerebro, cada uno con rangos de amplitud característicos en el adulto normal.  El extremo más bajo del continuo de excitación se encuentran ondas "delta" que van de aproximadamente 0.1 a 3.5 Hz y se manifiestan durante la fase III y IV, y normalmente en los más bajos y lentos estados de sueño "Theta" se encuentran ondas, de aproximadamente 4-7.5 Hz, de manera abundante durante las transiciones del estado del despertar al estado de sueño (y viceversa). Las ondas "Alfa" (aproximadamente 8-1 3 Hz) ocurren durante los estados relajados, despiertos, mayormente con los ojos cerrados, y normalmente son los rangos de mayor amplitud del registro del EEG bajo estas condiciones.  Hay variación individual considerable en las amplitudes de ondas alfa donde se reporta que el 66% de los sujetos tienen 20-60 microvolts de actividad, considerando que el 6% de los sujetos exceden los 60 microvolts (Simonova y col., 1967). 
Los ritmos "Beta"  son más rápidos que 13 Hz, y normalmente predomina el EEG de un estado despierto, alerta, en un sujeto adulto con los ojos abiertos, con amplitudes características por debajo de los 20 microvolts.  El rango beta puede subdividirse en beta I (14-30 Hz) o en beta II para los ritmos aproximadamente por encima de los 30 Hz; los últimos son algunas veces referidos a los ritmos "gamma”. 
 
 
 
 
VI.  FUNCIÓN CEREBRAL Y ONDAS CEREBRALES DE ALTAS  FRECUENCIAS
 
 
En recientes estudios de la función del cerebro, se ha acumulado evidencia que apoya la importancia de las oscilaciones de frecuencia cerebrales altas por sobre los 30 Hz, sobre todo en la banda de frecuencia de los 36-4 Hz2
Estudios en animales con electrodos implantados, y grabaciones de estudios magnetoencefalográficos y de EEG en los músculos del cuero cabelludo con humanos, y simulaciones computadas, sugiere que una actividad de 40 Hz juega un papel central en la cognición y en los procesos sensoriales (Sheer, 1984; Llinás & Pare, 1991; Llinás & Ribary, 1992, 1993,; Steriade y col., 1991, 1993). Investigaciones posteriores sobre los núcleos talámicos intralaminares, parte de los circuitos talamocorticales involucrados en la generación de  una actividad de 40 Hz, junto con la formación reticular cerebral media,  han mostrado en escaneos PET que son activados por procesos atencionales. (Kinomura y col., 1996). La atención altamente focalizada es considerada necesaria en la generación de ciertos estados meditativos avanzados que nosotros esperaríamos sean acompañados por  una banda ancha de ondas de 40 Hz en el EEG. 
Por consiguiente, mientras es muy conocido que las ondas beta son asociadas con estados de vigilia alerta, el reciente trabajo sugiere que los ritmos beta de alta frecuencia están asociados con niveles elevados de  la función cerebral, o más ampliamente definido, de la conciencia. 
 
 
B. ESTADOS ALTERADOS DE CONCIENCIA 
   
En la literatura psicofisiológica sobre la meditación y ASCS, hay sólo cuatro informes de  aumentos de  ondas beta (14 Hz o más alto) durante un ASC.  Das y Gastaut (1957) reportaron un estudio de EEG dirigido en India. Siete miembros de una comunidad espiritual de práctica de Kriya Yoga fueron monitoreados en 20 sesiones grabadas. Sin embargo, Das y Gastaut informaron sólo datos del "gurú", el líder espiritual de la comunidad, al parecer debido a su ASC extraordinario.  Él entró dos veces en un estado de éxtasis yoguico o "samadhi", mientras qué él se encontraba fisiológicamente hiperexcitado, como indicó el EEG y EKG, mientras el EMG grabado del cuadriceps permaneció plano (cf. Kugler, 1982). Entre otros hallazgos. Se reportó que las ondas cerebrales del sujeto estuvieron en un rango entre los 20-30 Hz y 40 Hz, generalmente distribuido sobre ambos hemisferios, con amplitudes en el rango de 30-50 microvolts.
Este caso de estudio permanece como un hito en la literatura psicofisiológica sobre meditación siendo el único que muestra un  avance en los estado de éxtasis yóguicos o "samadhi," la culminación de el estado de meditación que se considera que es la experiencia directa, consciente de la deidad (Eliade, 1958, pág. 91-95). Desde su publicación hace unos 40 años, es aún el único caso de estudio, que no ha sido confrontado seriamente.  Henri Gastaut  fue ampliamente considerado como el  primer y más famoso epileptologista del mundo en ese momento. Debe mencionarse que Das y Gastaut usaron los términos éxtasis yoguico y "samadhi" como sinónimos, considerando que otras fuentes, como Fischer (1971) y Eliade (1964, p.417), diferenciaban entre el éxtasis y el "samadhi". Fischer, sin embargo,  sostiene que finalmente hay una unión de estos dos estados en un avanzado punto en el proceso meditativo. 
En una presentación de la conferencia de 1960 (citada en West, 1980), Fenwick informó  de tres meditadores que practicaban una meditación de mantra (similar al método de Meditación Trascendental). En las fases más avanzadas de meditación, se observaron descargas de ondas theta acompañadas por actividad de ondas beta.                                                     
En el siguiente estudio  importante actividad cerebral de alta frecuencia (20 y 40 Hz) fue reportada por Banquet (1973). Esta actividad cortical se encontró en una gira  de practicantes avanzados de Meditación Transcendental (TM) durante el estado de “transcendencia”, como  se definió en TM.  La amplitud beta en los 20 Hz era muy alta (30-60 microvolts) mientras la  actividad en los 40 Hz fue solo de unos pocos microvolts.  Las frecuencias altas predominaron en los canales anteriores pero a veces se encontraron en todos los ocho canales grabados.  Sin embargo, desde los estudios de Banquet, los recientes experimentos no han reproducido la presencia de alta frecuencia beta entre los meditadores de la TM (F. T. Travis, comunicación personal,  12 de abril de 1996). 
El cuarto y último estudio que informa ondas beta rápidas durante la meditación fue presentado por Benson y col. (1990), quién midió a tres monjes tibetanos budistas en Sikkim mientras ellos practicaban "g Tum-mo" yoga. Encontraron que el bajo metabolismo fue elevado voluntariamente (en un máximo de un 61%) o disminuido (en un máximo de 64%). En uno de los tres sujetos, los pulsos del EEG en la banda de los 12-35 Hz (una frecuencia máxima grabada) aumentaron más del 50%. 
Adicionalmente, Surwillo y Hobson (1978) encontraron una aceleración de la frecuencia  alfa dominante con cristianos durante la oración y con un sujeto musulmán durante la meditación Sufí.  Das y Gastaut también encontraron este efecto.  Este efecto alfa es otro indicador de hiperexcitación.  En contraste con esto, las formas de meditación promueven quietud cortical o hipoexcitación, como en las fases más tempranas de la TM, que producen un descenso de la frecuencia alfa dominante y un estado de conciencia diferente de las  prácticas que promueven hiperexcitación (Kugler, 1982,; Fischer, 1971). 
Por consiguiente, mientras los datos de un número muy grande de meditadores en  estado de hipoexcitación como los TM han sido reportados en los últimos 25 años “(para una revisión ver Jevning y col. 1992)", hay informes de EEG de sólo unos sujetos con un ASC hiperexcitado. 
Sin embargo, los estados alterados hiperexcitados son bien conocidos por los antropólogos en sus estudios de algunas gentes nativas (Bateson & Meade, 1952,; Deren, 1953,; Rouch, 1960,; Jorgensen, 1972). Las Experiencias de luz muy brillante se asociaron a menudo con estos trances y son una característica muy conocida de los estados meditativos y místicos avanzados (Eliade, 1964, pág. 60-62). Una experiencia común entre nuestros sujetos cuando entraban en trance era de una luz muy fuerte cerca de la frente. Es, por consiguiente, muy probable que esta experiencia sea otro indicador de estados no-ordinarios de conciencia hiperexcitados. 
Ring (1992) ha informado la incidencia de luz muy luminosa, blanca durante experiencias cercana a la muerte.  Él ha propuesto que el síndrome "kundalini"  que se ha elucidado en el yoga tantrico (Eliade, 1958, pág. 134), es un proceso común a las experiencias UFO y  experiencias cercanas a la muerte. Moura (1996/1992) ha defendido que mientras el  proceso "kundalini" está involucrado en experiencias UFO, no debe ser considerado como adecuado para todos los fenómenos informados.  Das y Gastaut también relacionaron el éxtasis de hiperexcitación y el "samadhi" de un adepto yogui, o "gurú," con el proceso de yoga "kundalini".
 De hecho, aunque ha habido muchos informes de conductas o estados mentales de sugestión de trance hiperexcitado, hay una notable falta de sujetos avanzados capaces de entrar en estos estados bajo condiciones de laboratorio o condiciones controladas en estudios de campo. 
 




 
 
                                                   III. Métodos 
 
  VI.  Selección de sujetos 
        
        
Hubo5 varones y 8 mujeres que en el momento del test  se encontraban en un rango de edad de 19 a 72, con una edad media de 47.23 años. Sus raptos informados o experiencias de contacto ocurrieron un mínimo de dos años antes. 
        
       Criterio para la selección en el estudio incluido: 
        
1.             Informes de los propios sujetos abducido por OVNIS, incluso los recuerdos de contacto o rapto por extra-terrestres o seres no humanos.  Todos o parte de los recuerdos de los eventos informados fueron conscientes, sin el uso de hipnosis. 

2.       La habilidad de entrar voluntariamente en un estado no-ordinario de conciencia que según informes recibidos comenzó con la experiencia OVNI informada. 
        
Todos los sujetos que estaban de acuerdo en participar en este experimento habían recibido alguna forma de asesoramiento psicológico o espiritual. Como resultado de ello, había una mejora del trauma psicológico que les permitió que participaran en el estudio como resultado.  Sin embargo, los sujetos poseían tolerancias variables por la condición de hiperexcitación, algunos afirmaron que la intensidad de la experiencia era soportable durante sólo unos pocos minutos. 
        
        
        
VII.          Procedimiento de Grabado de EEG
        
        
Los investigadores viajaron extensivamente en Brasil con un EEG portátil, de 23 canales y una computadora para recoger los datos.  Las sesiones magnetofónicas tuvieron lugar en una amplia variedad de escenarios o lugares durante el trabajo de campo.  Cada sesión empezó con la grabación de líneas de base en descanso o relajación con ojos abiertos y cerrados.  Siguiendo este procedimiento, se pidieron a los sujetos que entraran en su estado especial de conciencia. 
        
        
        
VIII.         Equipo de EEG 
        
        
El EEG que se usó fue un Lexicor Medical Technology, Inc., sistema NeuroSearch-24.  Este equipo consistió en 19 amplificadores CA acoplados al grabador del EEG (de baja frecuencia cut-off de a 0.5 Hz, tiempo constante aproximadamente 0.3 seg; de alta frecuencia cut-off de a 128 Hz con un 48 dB  roll off/octave) más cinco canales adicionales y el software relacionado para datos de revisión y análisis. El rango de prueba de 512/seg para 10 sujetos y 256/seg para un 3 sujetos adicionales.  Se aplicaron electrodos usando una gorra de electrodos y gel conductor hecha por Electro-Cap Internacional, Inc.  Esto consistió en una gorra de cráneo elástica con electrodos de estaño pre-posicionados en los 10-20 sitios de electrodos de cuero cabelludo con conexión a tierra.  Se aplicaron los electrodos mencionados a la izquierda y derecha de los lóbulos temporales (por encima de la oreja y se conectaron.  Para la mayoría de las sesiones, se pegaron dos electrodos adicionales al centro de la frente, aproximadamente un centímetro aparte, para el grabado bipolar de EMG frontalis (electromiogramas frontales), o sobre el músculo del masetero izquierdo.  De todas las sesiones de comprobación, las impedancias  de los electrodos del cuero cabelludo, los de referencia y de los de tierra, normalmente se mantuvieron por debajo de de los  3  k ohms. 
        
        
IX.  Líneas de Base
 
 
Para todos los sujetos, Con ojos abiertos y cerrados se agruparon las líneas de base de los ECG de 1 1/2 a 2 minutos de duración estando estos fuera de estado de trance, los sujetos estaban en posición sentada, relajados y en posición erguida.  En la última tanda, los sujetos del grupo control, fueron también reunidos bajo las instrucciones de tensar la musculatura de la frente. Esto proporcionó una condición de control usada para evaluar y corregir la diferencia de potencial de los sensores del EEG frontal en los músculos del cuero cabelludo. 
 
 
 
 
E. Trance
 
  
El periodo de grabación durante el trance fue de un mínimo de 1 1/2 a 2 minutos de duración en algunos sujetos y de 10-15 minutos en otros. Se restringieron análisis de EEG a los periodos de trance cuando los sujetos  todavía estaban con ojos relativamente cerrados.
 



IV.  Resultados
 
 
A.   Líneas de Base 

 Las líneas de base grabadas de la muestra eran típicas de EEGS de sujetos normales, en descanso, sin la señal de función del cerebro anormal como modelos epileptiformes o lentos en el EEG; sin embargo, no se realizaron estudios clínicos para evaluar las anormalidades potenciales. 
Los archivos mostraron la variabilidad inter-sujeto usual de amplitud y las cantidades variables de ritmos  alfa.
 

B.   Trance
 
 
Durante la porción de de las sesiones grabadas de sujetos en trance, todos los sujetos pudieron entrar en trance voluntariamente dentro de unos minutos o más pronto. Al comienzo del trance, el EEGs cambió a un modelo generalizado de voltaje bajo, actividad rápida que se sostuvo a lo largo de la sesión. Posteriormente, en el período de trance hubo un aumento gradual de frecuencia y amplitud de las ondas cerebrales en las 19 ubicaciones de los electrodos. Para la mayoría de los sujetos, fue en el área prefrontal (los sitios grabados por el EEG Fpl y Fp2), y para algunos sujetos a las áreas frontales adyacentes donde el trance EEG fue mayormente afectado.  Sin embargo, para tres sujetos, los efectos fueron ampliamente distribuidos sobre el cuero cabelludo. 
 
Dos rasgos fueron significativos: 
 
1) Series intermitentes de ondas rítmicas cerebrales (sinusoidales), aproximadamente con una actividad de 40 Hz, logrando amplitudes de 40-50 microvolts. Esto fue interpretado como actividad del cerebro. 
2) La actividad más rápida, penetrante, fue de aproximadamente 80 Hz con algunas morfologías de espigas, sobre los 100 microvolts de amplitud, probablemente atribuible a la descarga de los músculos frontales. 
 
Los datos de los ensayos del grupo control que simularon activación de músculo de cuero cabelludo no se parecieron a los datos de las grabaciones hechas durante las condiciones de trance. 
Aparece por consiguiente que tanto la actividad cerebral de 40 Hz como " la amplitud muy alta de descarga de 80 Hz, probablemente se debió a la activación de músculo de cuero cabelludo, las dos pueden ser indicadores de un solo, proceso de alta energía que afecta las regiones fronto-orbitales máximamente, al frente del cerebro. 
 
 
 
VI.  Post-trance 
        
        
Cuando el trance se produjo, la actividad rápida disminuyó gradualmente; los sujetos retornaron dentro de unos pocos minutos a la condición de no-trance.  Las grabaciones post-trance se parecieron a el grupo control, y para algunos sujetos la evidencia de una condición mostró algo más  de hipoexcitación que  el grupo control original. 
        
        
        
VII. Figuras 1 y 2 
 
 
Se presentan datos de un sujeto representativo.  Actividad rápida, debido principalmente a la descarga del músculo del cuero cabelludo, ocurrió notoriamente a la izquierda el sitio del electrodo temporal, T3, durante el grupo control pre-trance y trance. La activación de los sitios pre-frontales, supra-orbitales, Fp1 y Fp 2, sólo ocurrió en estado de trance, y muestra, una mezcla de ritmos sinusoides cerebrales de 40 Hz, y una altísima y rápida amplitud en la actividad del músculo del cuero cabelludo.  Por favor ver Figura 1.  







Fig.1. los trazados de EEG crudos trazados a 30 mm/seg. de un abducido representativo durante una línea de base pre-trance (columna izquierda). Se muestran nombres de los canales en la columna final izquierda. La escala en barras para la amplitud de100mV y de 1 segundo de duración se proporciona en la parte superior  de la figura. Un segmento de 0.1 segundo del canal Fp 1, encima del cuero cabelludo pre-frontal izquierdo, durante el trance se hace una profundización (intercalación) para revelar un ritmo casi sinusoidal de aproximadamente 50mV con una amplitud de 50 Hz. La grabación  del equipo sobre el cuero cabelludo es normalmente irregular y arrítmica.
 
 
En Figura 2, el EEG de los sitios pre-frontales, Fp1 y Fp2, se despliega para un segundo sujeto mientras está en trance. En la duración aproximada de cuatro-minutos del trance, la velocidad progresiva y enlentecimiento del EEG es discernible.  

Fig. 2. El EEG pre-frontal de un segundo abducido  muestra el fuerte crecimiento y mengua de la activación del cerebro durante las fases de trance. El número de segundos del comienzo del registro del trance se muestra entre paréntesis. 
 
 
 
 
V. Análisis de de Datos de EEG

 
Se guardaron datos de EEG crudos en el disco duro de una computadora durante las sesiones y después se transfirieron a una cinta de 250-megabytes. Los datos editados y la reducción se realizaron fuera de-línea.  Los datos se grabaron secuencialmente en muestras de un segundo y medio o "períodos". Se inspeccionaron visualmente todos los datos de períodos de EEG de movimientos oculares rápidos y otros procesos. Los períodos conteniendo tales procesos se excluyeron de los análisis posteriores. Se computaron los espectros de potencia en períodos de los procesos EEG relacionados con los períodos anteriormente mencionados a través de una señal digital procesada a través de un chip y asociado al hardware del Lexicor NeuroSearch-24. Para cada uno de 19 canales,  se computó el logaritmo de la densidad de potencia en estados o bandas de frecuencia theta (4-8 Hz), alfa (8-14 Hz), beta 1 (14-30 Hz), y beta 11 (30-50 Hz), y también las bandas de frecuencia de 70-1 28 Hz3.
 Porque a frecuencias más altas (sobre los 14 Hz y especialmente más allá de los 30 Hz) el EEG también puede contener signos de descargas de los músculos del cuero cabelludo, es necesario controlar la actividad del EMG al computar los efectos estadísticos de trance comparados a el grupo control.  Ver Apéndice 1 para la discusión de la metodología usada.  Las siguientes comparaciones estadísticas del grupo control con los episodios de trance se computaron en datos en los que se controló la posible contaminación de datos referidos a la actividad del músculo del cuero cabelludo. 
Se encontraron dos diferencias estadísticamente significativas: la primera en los electrodos de línea media (tomado como un grupo) Fz, Cz, Pz los cuales son susceptibles a la contaminación de datos referidos a la actividad del músculo del cuero cabelludo.  En los estados de trance, había un mayor logaritmo de la potencia (0.13) en la banda de frecuencia de 30-50 Hz que en la de el grupo control (0.04), F(I/6) = 17.57, p = .006. Secundariamente, en los episodios de trance, la frecuencia  alfa dominante (máximo del grupo = 11.90 Hz) fue más rápida que la del grupo control (máximo del grupo = 10.85 Hz), p = .018,  a través de un T test de muestras pareadas de dos hileras.  Para una descripción completa de todos los resultados de las prueba estadísticas, ver Apéndice II. 
 
 
 
 
 
 
VI. Valoración Neurológica clínica de EEGs
 
 
No hubo ninguna evidencia de síndromes orgánicos cerebrales entre nuestros sujetos. En  aquellos casos donde hay organicidad, los ritmos del EEG se encuentran retardados (Niedermeyer y Lopes Da Silva, 1993). 
Es bien conocido que las inestabilidades del lóbulo temporal llevan a perturbaciones de la experiencia consciente (Fenwick, 1983,; Fenwick y col., 1985). Persinger (1989a, 1989b) ha supuesto que algunas personas con tal labilidad de la función cerebral, sobre todo las expuestas a incrementos de radiación geomagnética, tendrán experiencias conscientes inusuales como por ejemplo de seres no humanos y OVNIS. 
La explicación más probable para estas experiencias en adultos sin historial de trauma físico cerebral son ataques epilépticos parciales complejos.  Éstos ocurren a menudo en los lóbulos temporales, en el sistema límbico, o temporolímbico.  Los lóbulos temporales están asociados con la emoción y los estados de conciencia; usualmente (durante los episodios epilépticos), se encuentran ondas cuya longitud  se encuentra por encima de los 4-7  Hz en los lóbulos temporales, y extendiéndose hacia las regiones fronterizas.  Ninguna onda se encontró entre nuestros datos de los estados de trance.  Las epilepsias fronto-orbitales también ocurren pero son mucho menos comunes. 
Durante las crisis epilépticas, hay un estrechamiento del campo de conciencia que se presenta con ilusiones, alucinaciones, y distorsiones visuales de la realidad.  Dichas experiencias de éxtasis se han informado pero son inusuales. 
Ninguna de las trece personas en este estudio se ha diagnosticado como epiléptica y ninguna fue medicada. Varios de ellos habían sido evaluados neurológicamente, previamente a la participación en este estudio debido a sus experiencias; y no se encontró ninguna evidencia de epilepsia.  En una revisión extendida de nuestros datos fisiológicos y las historias clínicas de los sujetos, nuestro consultor brasileño epileptologista concluyó que ellos no presentaron ningún fenómeno crítico sugestivo de epilepsia (H. Bello, comunicaciones personales, marzo-octubre, 1996). Adicionalmente, a diferencia de los pacientes epilépticos, nuestros sujetos entraron y salieron voluntariamente del estado de función alterado del cerebro. 
Para obtener una segunda opinión con respecto a la posible presencia de EEG epileptiformes durante los episodios de trance, nosotros sometimos muestras de nuestros datos al examen por un neurólogo americano de nivel Senior, que se especializa en  EEGs y diagnósticos de epilepsia.  Nos informó que no había presente ninguna de actividad epileptiforme en esos EEGs (J. R. Hughes, comunicación personal, el 24 de junio de 1996). 
Ambos neurólogos concluyeron que el ritmo de actividad, era de aproximadamente 40 Hz, y parecía ser cortical en su origen.  Adicionalmente, nuestro consultor brasileño, el Dr. Bello, dio su opinión que algunas de las actividades que se dieron más allá de los 40 Hz podrían ser corticales en su origen. 
 
 
 
VII.  Psicopatología  de Abducidos
 
 
 
Una reacción común a los informes de experiencias OVNI es que los sujetos son de algún modo psicológicamente perturbados.  Mientras que el valor de los reportes OVNI, parecen caer fuera del rango de posibilidades de la visión mundial Occidental, y suenan ilusorios, alucinatorios, e incluso psicopatológicos; el examen psicológico cuidadoso de abducidos no ha apoyado la hipótesis psicopatológica (Spanos y col., 1993; Mack, 1994a, 1994b). Esto también fue cierto en el caso de los trece sujetos estudiados aquí, todos fueron entrevistados por un psicólogo clínico autorizado que es uno de los investigadores presentes en el estudio (GM). 
Es más, los resultados de los EEGs observados en la muestra presente de abducidos desplegaron un modelo diferente que se ve típicamente en la depresión o en el ataque histérico (Niedermeyer y Lopes Da Silva, 1993, pág. 345, 569-570). Potencialmente pertinentes son los hallazgos de EEGs de los estudios de esquizofrenia4Desde los informes iniciales de Davis (1940), ha habido numerosas observaciones de actividad beta rápida aumentada en pacientes esquizofrénicos relacionados a controles que a veces pueden haber desvirtuado las frecuencias beta estudiadas aquí. (Para la revisión, vea Itil, 1977). Sin embargo, el modelo de los hallazgos de EEG para nuestros abducidos se diferencia de los hallazgos informados para los esquizofrénicos.  Para los abducidos, sólo la cantidad de actividad beta rápida fue afectada, considerando que en los esquizofrénicos, la cantidad de actividad en frecuencias más bajas, incluyendo las frecuencias delta, theta, alfa, y beta baja, también puede afectarse (ltil y col., 1972; Morstyn, y col., 1983; Gattaz y col., 1992). Posteriormente, la distribución topográfica de la actividad beta rápida parecía diferenciar a nuestro abducidos de los esquizofrénicos, en que la actividad beta se observó predominantemente por encima del cuero cabelludo frontal en nuestros sujetos pero se observó principalmente en los sitios posteriores del cuero cabelludo frontal en esquizofrénicos (ej., Morstyn y col., 1983; Gattaz y col., 1992) 5. Finalmente, nuestros sujetos podrían comenzar voluntariamente y podrían terminar la actividad de frecuencia alta que estaba sólo presente en la condición de trance.  El control voluntario de esta actividad no se encuentra en esquizofrénicos. 
 

VIII.  Discusión


Una actividad cerebral de aproximadamente 40 Hz, con 40 o más microvolts de amplitud, se observó durante los episodios de trance de los 13 abducidos en este estudio.  Esta condición fisiológica inusual sólo se ha informado una vez antes, por Das y Gastaut (1957) en su estudio del caso de un adepto indio Oriental en un estado muy avanzado de meditación. 
En común con los resultados de Das y Gastaut encontramos: 
 
1) Un aumento estadísticamente significativo en una potencia de 30-50 Hz, ondas de alta amplitud cerebral, probablemente no debido completamente a la descarga del músculo del cuero cabelludo; 
2) Un aumento estadísticamente significativo en la frecuencia alfa dominante; 
3) Nuestros sujetos informaron sensaciones de parálisis (reducción motora ( de salida o eferente) durante su ASCS, haciendo pensar en inhibición de tono musculo-esquelético; 
4) Aunque ningún desafío formal fue presentado, los sujetos parecían no responder a las normales y distractivas perturbaciones medioambientales; 
5) Los estados de experiencia consciente inusual. 
 
Para la mayoría de los sujetos, había también, un aumento fácilmente observado en frecuencia de y amplitud de los movimientos oculares, también indicativo de hiperexcitación (Fischer, 1971). 
Parece ser quela evocación de las experiencias informadas ocurren en un estado no-ordinario de conciencia, parece probable que ellos son "dependientes de dicho estado". Según Rossi y Cheek (1988, pág. 7): "se ha encontrado que las substancias de información hormonales soltadas por la tensión de cualquier nueva situación de vida puede actuar como neuromoduladores.  Estas substancias de información pueden modular la acción de sistemas nerviosos del cerebro para codificar recuerdos y aprendizaje de una manera especial". Por consiguiente,  es probable que la actividad del cerebro  en el rango de los 40 Hz (y frecuencias posiblemente más altas) esté asociada con la codificación de las experiencias informadas, así como su evocación. En función  de la re-experimentación de los episodios de contacto/abducción, el estado de función del cerebro asociado con los ritmos de alta frecuencia debe tomarse en cuenta. 
Nuestros resultados difieren del  informe de Banquet de 1973 de meditadores de MT avanzado en su fase más profunda de práctica en la cual fue observada una potencia alta de actividad  20de Hz fue observada, mientras que una actividad de 40  Hz estaba presente pero mucho más débil.  En nuestros datos, los efectos en un rango de 20 Hz estaban ausentes mientras los  efectos  de banda amplia dentro del rango de los 40 Hz fueron importantes. 
Todos nuestros sujetos pudieron entrar en una extremada hiperexcitación ASC, mostrando similitudes de EEG en el estado informado por Das y Gastaut en su único sujeto avanzado en éxtasis del yoguico o "samadhi". Cuando nosotros notamos previamente, aunque Das y Gastaut no diferenciaron entre estos dos estados, normalmente no se considera que ellos son sinónimos.  Sospechamos que nuestros sujetos estaban en un estado extático. Fischer (1971) asigna una condición de trance hiperexcitado  extremo al estado extático. También, la experiencia de "excitación dichosa" (George, 1995, pág. 82), una característica común del estado extático, fue informado por nuestros sujetos. Ellos también mencionaron sentirse unidos a una conciencia más alta, y a veces conectándose con un ser no-humano o incluso con Dios. 
Mack (1994a) y Moura (1996/1992) han informado de la dimensión extática de esta clase de sujeto.  Sin embargo, en contraste con el estudio presente, aunque hay muchos relatos de las experiencias místicas de yoguis, no hay ninguna mención de abducciones o contactos OVNI, sugiriendo que mientras hay puntos en común entre los estados yóguicos y los estados de trance de nuestros sujetos, hay también áreas significativas de diferencia. 
La habilidad de los sujetos de entrar en trance, se desarrolló después de su contacto informado con seres no humanos y no fue el fruto de años de intensa práctica de yoga o meditación. Considerando que la mayoría de los siete yoguis indios de Das y Gastaut habían estado practicando cinco a diez años, en 20 sesiones de grabación de datos con este grupo, sólo el líder espiritual de la comunidad logró un estado hiperexcitado y solo en dos ocasiones. 
Casi todos los estudios en la literatura de la meditación involucran estados hiperexcitados, como se encuentra en la MT y  la meditación Zen. Éstos son caracterizados la disminución fisiológica de un conjunto de parámetros (para una revisión ver Jevning y col., 1992) aunque Banquet (1973) informó la presencia de actividad beta rápida predominantemente en los sitios del cuero cabelludo anterior en meditadores de MT más avanzados durante el estado que ellos mencionan con el término "transcendencia". Sin embargo, como se mencionó antes, esa actividad beta no ha sido replicable en recientes esfuerzos.  En contraste con los meditadores de MT avanzados, nuestros sujetos no exhibieron actividad beta aumentada, pero tenían un aumento grande de potencia del orden de los 40 Hz (y la amplia banda entre los 30-50 de Hz correspondientes al estado beta II). 
También se mencionó antes, el escaneo PET  en humanos durante el período de atención enfocada ha revelado una activación del cerebro medio, en la formación reticular y el núcleo talámico intralaminar (Kinomura y col., 1996). El Corolario a este hallazgo, Llinás y Corta (1991) y Llinás y Ribary (1992, 1993) inicialmente propusieron que el núcleo talámico intralaminar comprende el sistema talámico difuso y genera una actividad de 40 Hz que integra la actividad del corticotalámica y que afecta  de manera importante a la conciencia. 
También, los trabajos iniciales de Sheer (1984, pág. 64-84) encontraron que la grabación de la actividad del cuero cabelludo-grabado en 40 Hz estuvo asociado con "actividad enfocada" y aprendizaje de tareas. Investigando en clases-Q, los aspectos subjetivos de estados del cerebro diferentes, revelaron diferencias entre frecuencias beta altas y bajas.  Los descriptores para la experiencia de 5-10 microvolts en 40 Hz fueron: "activo, concentrado, esforzado, focalizado, investigando, buscando, escrutando, estudiando, pensando, y vigilante". Para la frecuencia baja beta (21-31 Hz), los descriptores eran: "activo, alerta, ansioso, enérgico, excitado, alegre, vivaz, inquieto, estimulado, y tenso" (Bird y col., 1978). 
Aparece por consiguiente que así como el enfoque de atención es centrado, la actividad integradora del sistema talámico difuso aumenta a través de la acción de los ritmos cerebrales a 40 Hz.  Al parecer, cuando el foco atencional se vuelve "como un láser, “ocurre un estado extremo de integración corticotalámico y con él una amplificación de  la actividad del cerebro normalmente inconsciente. 
En los estados extremos  tales como el  éxtasis o el "samadhi", Fischer (1971) propuso que la contención de la conciencia normal despierta está conectada y se produce un alto nivel de self o prevalencia de la personalidad qué parece transcender tiempo y espacio. 
Mientras el “gurú” de Das y Gastaut tuvo una alta-amplitud, y una alta-frecuencia en la actividad cerebral altamente desplegada sobre los sensores del cuero cabelludo, que el modelo de activación extremo de nuestros sujetos se centró sobre el prefrontal y los loci adyacentes del cerebro, pero en tres sujetos estuvo más ampliamente distribuido.  Esto sugiere que para la mayoría de nuestros sujetos, el estado hiperexitado fue circunscrito más que para los 11 gurúes". En "el samadhi," se dice que uno experimenta unidad mística con la divinidad (Eliade, 1958, pág. 91-95). Mientras muchos de nuestros sujetos informaron algún grado de experiencia unitiva, ellos experimentaron un rango de fenómenos raros que no estaban limitados por espacio y tiempo de maneras ordinarias y estos fenómenos parecen darse únicamente en los sujetos abducidos. 
La rareza del estado hiperexcitado extremo en el éxtasis es apoyada posteriormente por el estudio de Bagchi y Wenger (1957) en el que ellos grabaron EEGs de 14 yoguis indios en una variedad de escenarios, incluso en cuevas.  Ellos encontraron sólo cambios en los ritmos alfa y ninguna evidencia de amplitud alta en ondas rápidas. Es de importancia notar que estos sujetos avanzados no informaron experiencias yóguicas de éxtasis. 
En contraste con esta evidencia, haciendo pensar en la rareza de éxtasis, todos nuestros sujetos lograron este estado fisiológico. Por consiguiente, ellos constituyen la cohorte más grande de sujetos informada a esta fecha que exhibe este estado aparentemente raro de función del cerebro.  Sin embargo, estos resultados se correlacionan, y se esperan extensas futuras investigaciones para establecer un eslabón conclusivo entre los estados extremos de hiperexcitación de las funciones cerebrales y las experiencias transcendentales.  
 
 
 
VIII.  Resumen
 
 
En un periodo del seis años, nosotros medimos EEGs y produjimos mapas del cerebro topográficos de más de 100 personas en Brasil que implican varios tipos de trance.  Aunque es verdad que hay muchas personas comprometidas en prácticas mediumicas o otras formas de trance ese país, sólo los sujetos que afirmaron experimentar contactos o abducciones con UFOs tanto en las fases preliminares y finales de nuestras investigaciones; presentaron evidencia de fases avanzadas de trance en hiperexcitación.  Pero además de desarrollarse en  “estados superconscientes” recientes investigaciones en neurociencia han revelado la importancia de los ritmos cerebrales de frecuencia altas en los fenómenos de cognición y aprendizaje, atención, procesamiento sensorial, y como está indicado por nuestros resultados, un estado dependiente de la memoria.  Sin embargo nuestros sujetos realmente se caracterizan por la habilidad de entrar en un inusual ASC, y es importante señalar que todos nuestros sujetos podían hacerlo voluntariamente, al parecer sin practicar muchos años o ser iniciados por adeptos del yoga. 
 
 
 
Reconocimientos
 
 
Nosotros deseamos agradecer nuestros sujetos de la investigación que generosamente cooperaron en esta investigación primero.  Nosotros también agradecemos a Hélio Bello, M.D., para las consultas neurológicas y la gran cantidad de consejo, estímulo y apoyo que nos ha dado tan cortésmente a los autores de este estudio.  Nosotros deseamos reconocer a Bruce E. McDonough, Ph.D., por su ayuda con el análisis de los datos.  Adicionalmente, el apoyo financiero de la Fundación Kairos se reconoce agradecidamente. 
 
 
 
Apéndice 1 - la Corrección de EMG
 
 
 
Controlando los Niveles de EMG 
 
La región beta del espectro de frecuencia, especialmente sobre 30 Hz, se conoce como particularmente susceptible a la contaminación de los electrodos del músculo del cuero cabelludo. De hecho, las comparaciones de poder beta éntrela línea base y el trance, son conocidas por diferir en los niveles de EMG, potencialmente desviados.  Con suerte, se excluirían todos los períodos que contienen contaminación de EMG potencial de los análisis.  Sin embargo, como la actividad de amplitud alta más de 30 Hz era clara para la mayoría de los sujetos a lo largo de sus periodo de la trance, un criterio de exclusión de datos simple no podría emplearse.  Por consiguiente para evitar torcer las comparaciones de EEG potencialmente entre los estados de base y los las condiciones de trance, un esfuerzo fue hecho para equilibrar los niveles de actividad de EMG en estas dos condiciones. El balance de los EMG entre ambas condiciones sólo fue considerado necesario para los análisis de actividad beta.  Se dirigieron análisis de actividades theta y alfa en datos desbalanceados. 
El control de los niveles EMG entre ambas condiciones, actividad de EMG (definida operacionalmente como poder del total en la región de poder entre 70-128 Hz del espectro de frecuencia) se calculó para un período de cada medio segundo de grabación magnetofónica. En acuerdo con Davidson 1988; comunicaciones personales, 1994-1995), nosotros asumimos que cualquier sensor de cuero cabelludo que grabó actividad de más de 70 Hz era solamente de la actividad del músculo.  Sin embargo no hay ningún dato informado, en lo que se refiere al límite de frecuencia superior para las grabaciones  de EEGs con sensores en el cuero cabelludo, debido sólo a la actividad cerebral.  Sobre todo con sujetos inusuales en un trance hiperexcitado, el criterio de 70 Hz puede ser arbitrario, y requiere revisión en investigaciones futuras. 
Debido a las limitaciones de nuestro software, el poder en la banda EMG sólo podría computarse para los 10 sujetos cuyos datos se grabaron a 512 muestras/segundo. Separadamente, para cada sujeto y sitio del electrodo, el log. de poder EMG para los estados de trance y base fue comparado por t-test. Los períodos de los estados de trance que muestra los niveles de EMG más altos y/o los períodos de base que muestran los niveles de EMG más bajos se compararon de nuevo; este proceso que continúa reiterativamente hasta que los niveles de EMG fueron no significativamente diferentes (t-test p > .10) 6 . Para 7 sujetos, los niveles de EMG entre los estados de trance y las condiciones de base podrían equilibrarse de esta manera en los sitios de líneas medias en Fz, Cz, y Pz. En general, los sitios de línea media sobre todo Cz y Pz, son menormente afectados por descarga de músculo de cuero cabelludo.  Otros sitios del cuero cabelludo también podrían ser equilibrados para algunos, pero no todos, de estos sujetos. Por consiguiente para mantener un tamaño de la muestra de por lo menos 7 sujetos, los análisis de grupo de la actividad  beta se consideraron sólo los 3 sitios de la media. Los niveles EMG de la línea de base y las condiciones de los estados de trance no difirieron para estos 7 sujetos después de equilibrarlos lo que fue confirmado a través de factor-2 (condición x del sitio del sensor de cuero cabelludo). 
El Análisis de Varianza (ANOVA), F(I/6) = 0.03, p = .874. Log. total de poder del EMG en la banda de 70-128 Hz fue de 1.24 para la línea base y 1.23 para los estados de trance después de equilibrar (promedió para 7 sujetos y 3 sitios del cuero cabelludo.) para el remanente de los 3 sujetos, las distribuciones de poder de EMG en la línea de base y las condiciones de los estados de trance no estaban encubiertos en los 19 sitios, así que estos datos no pudieron ser equilibrados. 
 
   
 
        Apéndice II - el Análisis Estadístico de Trance vs. No trance 
   
 
El efecto de Trance en Actividad Beta 
 
Las transformaciones logarítmicas se realizaron en datos de densidad de poder en bandas del EEG por períodos remanentes luego del balanceo del EMG.  El logaritmo de la densidad de poder de episodios únicos se promedió de los sujetos, separadamente para cada canal y banda de frecuencia.  La inspección visual de los histogramas de los datos sugirió que las distribuciones del log. de densidad de poder fueron aproximadamente normales.  Se analizaron cuestiones acerca de las diferencias en la densidad de poder del EEG entre  la línea de base y los estados de trance se examinó en factor-2 de ANOVA con medidas repetidas en los sitios del electrodo (Fz, Cz, Pz) y condición (base, trance). Un factor-2 ANOVA se realizó por separado para cada lazo de frecuencia examinado. 
Se observó que la media marginal del log. de la densidad de poder en la banda beta II de 30~50 Hz fue mayor en los estados más profundos de trance (0.13) que en la línea de base (0.04), F(I/6) = 17.57, p = .006. Una tendencia de incremento del estado beta II también se observó desde el sensor del cuero cabelludo posterior al anterior, F(2/12) = 3.26, p =. 1 14, e = .5655, con una media marginal del log. de la densidad de poder de 0.22, 0.08, y -0.04, a Fz, Cz, y Pz, respectivamente7.  La condición por interacción en el sitio del sensor del cuero cabelludo no fue significativa, F(2/12) = 0.33, p = .724, e = .5528. 
La media marginal del log. de la densidad de poder en la frecuencia beta  en la banda de 14-30 Hz no fue diferente entre los estados de trance(0.70) y las condiciones de línea de base (0.69),  F(1/6) = 0.09, p = .780. Ni el efecto principal de sitio del sensor del cuero cabelludo, F (1/6) = 0.37, p = .699, e = .9598, ni la condición por interacción del sitio del sensor del cuero cabelludo F(2/1 2) = 0.98, 1) = .404, e = .636 1, fue significativo para el estado de beta 1. 
 
 
Los efectos del Trance en la actividad  Alfa y Theta 
 
 
El log. de la densidad de poder en las frecuencias alfa y theta fue evaluada para 13 sujetos sobre de los sitios del cuero cabelludo occipitales (01 y 02) en factor-2 ANOVAS separados. Fue posible incluir a todos los sujetos desde la infiltración del EMG en estas regiones más bajas del espectro de frecuencia mínimo y, por consiguiente, controlar los niveles de EMG se consideró como innecesario. Para los análisis de la actividad alfa y theta, se promedió la densidad de poder de períodos simples, dentro de cada sujeto y sitio del sensor del cuero cabelludo, antes de la transformación logarítmica. 
Un ANOVA en el logaritmo de la densidad de poder alfa, para todos los 13 sujetos y los 2 sitios del cuero cabelludo occipitales, las diferencias indicadas entre la línea de base y  el trance no fueron significativas, F(I/12) = 0.26, p = .621. El efecto principal del sitio del sensor del cuero cabelludo y la condición por interacción del sitio del sensor del cuero cabelludo tampoco fue significativo.  Un ANOVA separado en el logaritmo de poder theta sobre 13 sujetos y 2 sitios del cuero cabelludo occipital no mostraron diferencias entre la línea de base y el trance, F(1/12) = 0.56, p = .470. El efecto de sitio principal de cuero cabelludo y la condición por interacción del sitio de cuero cabelludo tampoco fue significativo en el log. de densidad de poder theta. 
 
 
 
El efecto del Trance en Frecuencia del Alfa Dominante 
 
También examinamos nuestros datos de los cambios de la línea de base al estado de trance en la frecuencia alfa dominante que se encontraron en los estados hiperexcitados informados por Das y Gastaut (1 957) y Surwillo y Hobson (1978). Seis de los siete sujetos analizados sobre los estados beta 1 y 11 tenían un entrenamiento bien desarrollado de ritmo alfa en tanto en la línea de base como en los estados de trance.  Sus datos del sitio occipital izquierdo (01) fueron de bajo nivel de filtración, en la frecuencia de 14 Hz, y la frecuencia alfa media en los estados de base y en trance para cada sujeto fue determinado con un software de procesamiento de señales. 
La frecuencia alfa dominante aumentó en frecuencia desde el estado de base hacia los estados de trance para los seis sujetos analizados.  La frecuencia media alfa básica fue de 10.06 Hz (rango, 9.36 Hz - 10.85 Hz) y la frecuencia de los estados medios de trance fue de 10.67 Hz (rango, 9.70 Hz - 1 1.90 Hz); (t-test de muestra emparejada, t = 3.47, df = 5, p = .0 1 8, dos-hileras).  


 



1 Recientemente, experimentos que involucran escaneos PET han mostrado que en diferentes partes del cerebro son activados verdaderos y falsos recuerdos de palabras recientemente habladas (Schacter y col. ,1996). Adicionalmente, el escaneo PET de sobrevivientes de traumas revela una respuesta diferencial del cerebro bajo condiciones de provocación de síntomas comparados con  condiciones controladas (Rauch et al. ,1996). Por consiguiente, más allá del problema de si hay o no hay un estado alterado del funcionamiento del cerebro durante el estado de trance, también puede  que en el futuro sea posible examinar si  las características de la función cerebral tienden o no a apoyar o desconfirmar la veracidad de por lo menos algunos componentes de los recuerdos del rapto.


2 Gray y Singer (1989) encontraron aumentos de poder a lo largo de la banda de los 30-46 Hz  del espectro de frecuencia. En nuestros análisis, la  banda que se usó fue de los 30-50 Hz, qué nosotros denominamos beta II.  Sin embargo, en la literatura, estos efectos se informan normalmente como máximo en la banda de los  36-44 Hz a la que se ha denominado “40 Hz."

3 Sé computó la densidad de potencia dividiendo la potencia total en cada banda de frecuencia por el número de 2 Hz, que comprende la banda amplia de líneas espectrales.
 

4 Incrementos en la actividad  beta rápida también pueden ser producidos por la ingestión de drogas alucinógenas, como LSD, mescalina o psilocibina; sin embargo, ninguno de nuestros sujetos estaba usando estas substancias en el momento de la prueba. Además, el grupo control fue grabado unos minutos antes del estado de trance y no se encontró ninguna actividad de alta frecuencia.
 
5 Los esfuerzos por localizar precisamente  actividad  beta  en muchos estudios más tempranos de esquizofrenia estaban limitados por el número pequeño de sitios del cuero cabelludo testeados y grabados.

6 Cuando se ponen en correlación datos y no se pueden encontrar la prueba de que por el t -test  las observaciones son independientes, como es el caso en el análisis de períodos del EEG múltiple de un solo sujeto, la importancia estadística del resultado probablemente será inflada. Así, un simple t-test de un solo sujeto puede considerarse en términos de resultados de la prueba como conservador en el sentido que ellos tienden a exagerar el excedente en los cuales el trance y la línea de base en los niveles de EMG difieren para cada sujeto.
7 Se evaluaron 7 efectos principales e interacciones que involucran el factor del sensor del cuero cabelludo* usando un ajuste Greenhouse-Geisser donde fuese apropiado. Las probabilidades de datos de ajuste Greenhouse-Geisser y factores épsilon (e) se mencionan en el texto.

 

FENÓMENOS LUMINOSOS Y ENERGÍA SISMICA EN EL CENTRO DE EEUU.




En este artículo de la prestigios revista de anomalías Journal of Scientific Exploration 
podemos observar y catalogar fenomenos luminosos relacionados con energía sísmica y actividad geológica (a veces en presencia de minerales como cuarzo y granito), para poder diferenciar este fenómeno natural de las verdaderas anomalías, aunque este  fenómeno tiene muchas particularidades interesantes. Espero lo disfruten.


FENÓMENOS LUMINOSOS Y ENERGÍA SISMICA   EN EL CENTRO DE EEUU.[1]


       John S. Derr

Inspector geológico de Estados Unidos, Laboratorio sismológico  de
Albuquerque, Albuquerque, Nuevo México 87115.

       Y

Michael A. Persinger


Departamento de Psicología, Universidad Laurentian, Sudbury, Ontario, Canadá P3E 2C6

Y

Centro de Minería e Investigación de Exploración Mineral, Universidad Laurentian.





Abstract: Fenómenos Luminosos (LP) que ocurren en regiones sísmicamente activas, aparecen relacionados temporalmente a movimientos  sísmicos, aún cuando los LP no son obviamente luces de terremotos (EQL). Dentro de un marco de tiempo que requirió agregados mensuales o incrementos anuales de análisis moderadamente  fuertes (0,50 < r < 0,75), existieron correlaciones en un período de 19 años entre la suma de energía sísmica descargada y el número de LP reportados dentro de la región central de los Estados Unidos. Otros reportes anómalos de la misma base de datos no tuvieron correlación significativa en relación  con descargas de energía. Ni LP ni otras clases de eventos anómalos tuvieron correlación significativa con las descargas de energía sísmica en los alrededores de la región que contenía un área comparable y activa sísmicamente. Entonces, algunos tipos de reportes de LP podrían ser fenómenos geofísicos que reflejarían las características espaciales y temporales de la tensión tectónica.



Introducción

Los encuentros de fenómenos luminosos (LP) son a menudo reportados en la prensa popular con coloridas descripciones (Saunders, 1978) lo cual oscurece sus asociaciones con fenómenos naturales. Investigamos la posibilidad de que una asociación pueda existir con terremotos en el centro de EEUU, usando una aproximación única para el estudio de LP y sus correlaciones con terremotos.
Nuestra hipótesis general es que LP, ahora clasificados bajo la rúbrica general de reportes OVNI (UFO), tendrían una correlación significativa con la descarga de energía sísmica dentro del área en la cual los LP fueron observados. Otras clases de fenómenos OVNI, que no se encontraron dentro del criterio de LP, mostraron una correlación mínima con descarga de energía sísmica.
Los fenómenos luminosos, en el momento de un terremoto, son llamados luces de terremoto
(EQL) y parecen ser fenómenos generalmente aceptados (Derr, 1973) aunque sin una comprensión de los mecanismos de producción de luminosidad. Nuestro reciente trabajo ( ej. Derr y Persinger, 1986) sugiere la posibilidad de alguna relación entre terremotos y LP, la cual está  asociada espacialmente con terremotos, pero ocurre fuera del lapso de unas pocas horas a días a lo sumo, como podría ser exigido para una situación general de designación EQL. El problema más grande de encontrar un mecanismo para la producción de luminosidades geofísicas debido a stress terrestre permanece sin resolver, aunque hay un progreso definitivo en estudios de laboratorio (Brady y Rowell, 1986) y extrapolaciones hechas de grandes terremotos (Lockner, Johnston, y Byerlee, 1983).
Se han encontrado relaciones temporales sistemáticas entre los números de reportes de LP y actividad de terremotos en otras regiones (Derr y Persinger, 1985; Persinger 1983b; Persinger y Derr, 1984). Estas relaciones son más obvias cuando las áreas son relativamente más amplias (> 10.000 km2 ) y de más amplios marcos de tiempo (> 1 mes) en análisis que son aplicados por períodos de 10 años o más.
Incrementos espaciales que son mucho más amplios o mucho más pequeños que el área óptima no revelan esta relación. Similarmente los incrementos  temporales son mucho más cortos o mucho más largos que el marco de tiempo óptimo, no despliega el diseño (Persinger, 1983c). Sospechamos que el determinante de estos parámetros espaciales y temporales están relacionados con los rasgos geológicos de la región y de los procesos tectónicos que guían la actividad de los terremotos.
La evidencia sugiere que muchos LP son descriptos como una forma de fenómeno geofísico de tierra-sólida. Los LP  son descriptos frecuentemente como luces rojizas o blanquecinas mostrando a menudo formas esféricas y movimientos erráticos, usualmente con un tiempo de vida de unos pocos minutos. Los reportes se extienden desde hace 100 años y proceden de áreas ampliamente separadas (Corliss, 1982, Derr, 1973; Persinger, 1983d, 1984) lo que sugiere la existencia de un fenómeno universal.
En este informe, analizamos dos hipótesis relacionadas con LP y terremotos. Primero, una relación sistemática entre el espacio y el tiempo entre una descarga de energía sísmica y algunas de las mediciones del número de LP. Asumimos que  los números de LP están sistemáticamente relacionados al número de informes de LP. Sin embargo no asumimos que allí haya una relación uno a uno.
Realmente desde que los reportes dependen de un observador humano, el número actual de LP podría ser más grande que el número de reportes de LP.
Segundo, la correlación máxima entre movimientos sísmicos y LP deberían ocurrir cuando se considerara la energía medida de los terremotos en la región en la cual los reportes de LP fueron tomados. Sobre la base de estos conceptos que fueron revelados previamente
(Persinger, 1976; Persinger y Lafranière, 1977), hipotetizamos que la medición de terremotos dentro del área (de tamaño comparable) de los alrededores de la región, no debería mostrar correlación significativa con LP en absoluto.
Si un pico de correlación existe entre LP y energía sísmica dentro de más o menos la misma región, entonces uno podría argumentar que los LP dentro de la región están relacionados con movimientos sísmicos. Sin embargo, si la fuerza de la correlación entre LP y movimientos sísmicos dentro de algún rango de áreas no cambia apreciablemente ( después de su varianza compartida con movimientos sísmicos dentro de la región de LP fuera removida ), entonces el rol de un factor confuso relacionado a los movimientos sísmicos en general, puede ser argumentado.

Aspectos de fondo

Un problema significativo ha sido encontrar medidas objetivas, comprensibles y razonables acerca de la actividad LP. Esta búsqueda requiere que examinemos las bases de datos de los muy heterogéneos reportes OVNI. Si asumimos que el término "OVNI" sobreincluye  una variedad de fenómenos diferentes que comparten una etiqueta arbitraria, entonces no todos los tipos de reportes OVNI estarían fuertemente asociados a terremotos. Si los LP se correlacionan fuertemente con terremotos y otros tipos de fenómenos o no, entonces podrían existir bases para argumentar que reflejan el estado actual de los eventos del medioambiente. Por otro lado, si todos los tipos de reportes OVNI se correlacionan con terremotos, entonces algún tipo no específico de comportamiento humano, podría hacer reportar cosas curiosas que podrían estar asociadas a actividad de terremotos.
Los seis estados (IL, AR, MO, IN, KY, TN) rodeando la región de Nuevo Madrid en el centro de Estados Unidos fueron seleccionados como área de estudios (Figura 1).



Fig. 1 Distribución de terremotos (M >3.0) dentro del centro de EEUU. Los 6 estados dentro de los cuáles fueron recolectados los reportes de fenómenos luminosos (LP) están incluidos en la región C: los alrededores de las regiones E-C sirvieron como área control




Esta región ha tenido una larga historia de actividad sísmica y actividad LP. Datos de terremotos se obtuvieron de la base de datos de Nuttli (Barstow et al., 1981); esta contenía eventos sísmicos con magnitudes (mb) de 3.0 o más grandes. Los reportes OVNI y LP se obtuvieron de archivos de UFOCAT del Centro de Estudios OVNI (CUFOS)  (Saunders, 1978). El período de análisis fue entre los años 1946 y 1966. Este período fue seleccionado porque la mayoría de los datos de aquellos años se derivaron de reportes del gobierno y de los más importantes eventos de grandes luminosidades. Después de 1965 ocurrió un abrupto incremento en la base de datos de reportes OVNI. Esto también correspondió con un cambio en el procedimiento de recolección de datos. Limitando el estudio al período de relativa uniformidad minimizando los efectos de su heterogeneidad, aunque sin poder eliminar todos estos problemas.




Test de hipótesis

Para testear hipótesis, tres clases de LP y dos clases de otros reportes OVNI fueron extractados de la base de datos de CUFOS. Afortunadamente, estos reportes han sido clasificados independientemente en 10 tipos. Hemos combinado estos en cinco grupos  reflejando nuestra evaluación de sus características relativas, y separándolas de aquellos más probables de ser explicados como fenómenos geofísicos (Tabla 1). Se designaron dos casos de LP específicos (SLP): SLPa y SLPb
Los casos SLPa involucraban reportes CUFOS tipo tres y cuatro mientras que casos SLPb involucraron reportes tipo cinco y seis. Ambas clases fueron descriptas como luminosidades clásicas similares a otros reportes locales. Reportes SLPb contienen más rasgos dinámicos inusuales (como movimientos erráticos) y más comportamientos inusuales (como variaciones intrínsecas de color en gradientes de intensidad luminosa) comparadas a SLPa. Si ambas clases son variantes de LP, entonces ellas mostrarían una fuerte correlación con movimientos sísmicos.       
                                   
                                                       Tabla 1
                          Clasificación de fenómenos luminosos
        
CUFOS Base de Datos
           Tipo            
Comportamiento de
        Objetos
Clasificación en este
      Documento
                0
Objetos identificados.
Explicaciones conven-
cionales
             ------
                1
Luces nocturnas-Esta-
cionarias, estrellas
Luces del cielo
                2
Luces nocturnas-Tra-
yectoria contínua
(SL.  N = 326 )
                3
Trayectoria no continúa.
Discontinuidad simple.



             --------
                4
Trayectoria no contínua.
    Discontinuidad >1
Fenómenos Luminosos
        Específicos
    ( SLP, N = 243 )
                5
Marco de referencia in-
  troducido de testigos


                6
"aterrizaje" en el marco
    de referencia de los
            testigos

                7
Ocupantes vistos fuera
          Del objeto

                8
Se entabló comunicación
           Inteligente.
            Lenguaje
     Casos exóticos
     (EC. N = 34 )
                9
Efectos físicos/funcionales
 duraderos en los testigos           
             -------
                ?
         Inclasificados
Fenómenos Luminosos
           Generales
( GLP, incluidos SLP,
            N = 1134 )

Los LP (GLP) en general involucran ambos SLP (ambos casos) y una categoría de reportes consignados como no identificados por falta de detalles o seguimiento. La formación general de esta categoría fue considerada apropiada porque el factor de análisis ha demostrado que  SLP estaban fuertemente correlacionadas (r = 0.60) con aquellos casos no clasificados, pero no las otras dos clases (r < 0.30) de reportes OVNI. Ellos sirvieron como casos de referencia. Estas dos clases fueron llamadas luces del cielo (SL) y casos exóticos (EC). Las luces del cielo involucran  reportes TIPO 1 y TIPO 2  referidos a puntos sin impresión de luz que se movían simplemente en una trayectoria común. Los casos de EC referidos a al TIPO 7, TIPO 8 y TIPO 9, los reportes más extraños, e incluido el tradicional fenómeno de "Encuentro Cercano". Los casos de SL y EC se usaron también como "controles" dentro de la base de datos; asumimos que sus variaciones a través del tiempo habrían estado sujetas a las mismas variables reportadas como LP, sin embargo, los LP deberían tener una correlación significativa con actividad sísmica, mientras que los SL y EC no reflejaría esta asociación.
Nuestro análisis comienza por observar la totalidad de las características temporales de ambas GLP (dentro de la región C) y la descarga de energía sísmica de: (a) La región dentro de la cual la GLP fue reportada (área C) y (b) el cerco de "control" región (E-C) para la duración máxima de la base de datos de CUFOS (1947 hasta 1977). Aunque hemos decidido restringir nuestro análisis cuantitativo a los años 1947 a 1965, por las razones mencionadas anteriormente, buscamos examinar visualmente la magnitud de la inflexión  en la proporción  de los reportes UFO después del año 1965. La energía de los terremotos fue determinada por la fórmula:
   (1.5 M +11.4)
                                                                10
Donde  M es la magnitud de cada evento sísmico.
La figura 2 muestra los números acumulados de GLP dentro de de los 6 estados (región C)  y la suma acumulada de energía sísmica descargada:
                                                                         17
                                                                  (x10  ergs)
dentro de la región C y las regiones alrededor de ella (E-C) que contenían un área comparable. Las proporciones de cambios en ambos GLP y descargas de energía sísmica de la región C fueron relativamente homogéneos para los años 1947 a 1965.
Sin embargo, un marcado incremento en la proporción de GLP ocurrida en el año 1966; este cambio fue asociado con una extraordinaria descarga de energía sísmica dentro de los dos años posteriores dentro de la misma región en la cual los GLP se originaron.
Por otro lado, no hubo cambios obvios en la proporción de descargas de energía sísmica en las regiones alrededor de ella. Un segundo punto de inflexión en la proporción de GLP ocurrió en 1973; aproximadamente tres años más tarde, otro incremento en la descarga de energía sísmica ocurrió dentro de esta región pero no dentro de las regiones alrededor de ella.
Por simple inspección visual, estos resultados sostienen fuertemente la hipótesis de que hay una relación temporal entre LP y descarga de energía sísmica dentro de una región. La correspondencia entre los puntos de inflexión de los LP y la descarga de energía sísmica durante el último período de 1960 también indica que la base de datos de CUFOS podría actualmente reflejar un incremento de la proporción de la producción de LP más bien que un cambio en las estrategias de en la colección de reportes como habíamos presumido. 



Fig. 2 Números acumulativos de GLP (Cuadrados abiertos) que fueron reportados en la región (área C) desde los años 1947 hasta 1977. Descargas acumulativas de energía sísmica dentro de la región C (pulsos) y las regiones circundantes, E-C (diamantes abiertos) dentro del mismo período también están indicados

Sin embargo, decidimos adherir a nuestra decisión original y confinar nuestros análisis posteriores a los años 1947 hasta 1965.
La pantalla de la fig. 3 muestra un dispersograma con una relación entre el número total de GLP por año y la descarga total de energía sísmica dentro del área C por año durante el período de análisis. 


Fig. 3 Números totales de GLP (Fenómeno Luminoso General) por año dentro de la región C y la energía sísmica total descargada por año dentro de la misma región.

Ambas, la correlación de Pearson  del producto del momento (r = 0.51) y la correlación no-paramétrica rho de Spearman (la cual está basada en un rango o jerarquía de  ordenamiento y minimiza los efectos de los valores extremos) (rho = 0.60) fueron estadísticamente significativos ( p < 0.01). Las correlaciones entre GLP dentro de la región C y la descarga de energía sísmica en las regiones alrededor de ella (control) no fueron estadísticamente significativas ( r = 0.10; rho = 0.02). Para determinar si la relación entre LP y movimientos sísmicos estaban apareadas a la descarga de energía más bien que al número de terremotos, los números de eventos sísmicos por año dentro de dentro de la región C y de las regiones alrededor de ella estaban correlacionadas con LP: ninguno de esos coeficientes (todos menos que 0.20) fueron estadísticamente significativos ( p > 0.05).
Estos resultados groseros, basados en los números de GLP por año y la suma de descargas de energía sísmica por año sostienen la hipótesis. La ausencia de correlaciones significativas entre los números de eventos sísmicos (independientemente de la magnitud) y GLP posteriores que indicaron que fueron asociados a procesos apareados a descargas de energía más bien que a frecuencia de actividad sísmica. Porque: 1) los números de eventos sísmicos dentro de la región C (n = 127) y los alrededores de las regiones E-C (n = 121) fueron comparables y 2) la descarga de energía total (figura 2) dentro de las dos regiones fue similar. Las relaciones entre LP y energía sísmica no estarían dadas por las discrepancias entre las características cuantitativas de energía sísmica dentro de las dos regiones.
Análisis de incrementos anuales son arbitrarios y no necesariamente reflejan el apareamiento temporal óptimo entre un despliegue de LP y sus correlativas descargas de energía sísmica. Algunos de nuestros análisis sugieren que  la actual discrepancia en la ocurrencia de LP y descargas de energía sísmica pueden tener un rango de entre unos pocos días a varios meses. Sin algunos estímulos que sincronicen  las tasas de acumulación de tensión, tasas variables (y  de ahora en más, períodos variables entre LP y descargas de energía sísmica) son esperadas. De acuerdo con el concepto general de "tensión tectónica", más LP ocurren durante los períodos prolongados de tensión antes de la descarga de energía sísmica, una pequeña porción de LP tienden a ocurrir después de grandes descargas de energía sísmicas, antes de que la tensión generada por los eventos sísmicos se disipe sustancialmente.
Para aplicar este concepto a los presentes datos, fueron determinados los números de GLP por mes. Por inspección visual, los meses de GLP que fueron agrupados juntos fueron separados por intervalos. Hubo 39 intervalos sucesivos; sus duraciones fueron variables y oscilaron entre 3 y once meses (las medias fueron de 6.7 meses). Los números de GLP, SLPa, SLPb, SL y EC totales por intervalo, tanto como la suma descargada de energía sísmica en la región C y las regiones alrededor de ella, fueron entonces calculados.


Fig. 4. Números totales de GLP por intervalo óptimo como una función del total de la energía sísmica (en ergs/ergios) descargada por intervalo óptimo dentro de la región C. Los números más grandes que 1 refieren a los números de casos con los mismos valores



Como puede verse en la figura 4, hubo una moderadamente fuerte correlación positiva (r = 0.73; p<0.001) entre el número total de GLP por intervalo y la suma de esa energía sísmica descargada por intervalo durante este período de 19 años. Una correlación más débil (r = 0.30) también ocurrió entre los números de GLP y energía sísmica descargada en los alrededores de la región. Esta asociación fue atribuida a la varianza compartida (r= 0.70) en actividad sísmica entre las dos regiones. Cuando una correlación parcial fue completada entre GLP y descarga de energía dentro de la misma región, con la varianza asociada con energía sísmica de los alrededores de la región manteniéndose constante, la asociación de energía GLP fue aún estadísticamente significativa (r  = 0.53). Sin embargo, cuando se completó una correlación parcial entre GLP y energía descargada dentro de los alrededores de la región, con la varianza asociada con energía sísmica de la región C manteniéndose constante, la correlación con energía GLP fue -0.02. Estos análisis confirmaron la dependencia de GLP sobre la energía descargada dentro de la región en la cual ellos fueron reportados más bien que sobre un efecto general de actividad sísmica.
Porque los intervalos seleccionados para determinar la relación entre LP y sismicidad eran inconstantes, la posibilidad de un dispositivo correlacional tuvo que ser eliminada. La correlación parcial para las duraciones de los intervalos no cambió la fuerza de la relación apreciablemente. De manera semejante, simplemente dividiendo los números de GLP por los números de meses por intervalo, y la energía total descargada por intervalo por el número de meses por intervalo, no afectó la fuerza de la relación: el dispersograma se muestra en la Figura 5.


Fig. 5  Media de los números de GLP totales por mes por cada intervalo óptimo como una función del total de energía sísmica descargada (en ergs/ergios) por mes de cada intervalo óptimo. Los números más grandes que 1 refieren a los números de casos con los mismos valores


También habíamos supuesto que sólo SLP debe estar significativamente correlacionada con la energía soltada dentro del área C. considerando que no deben asociarse reportes de SL o CEE con variables sísmicas. Semejante resultado sería un tipo de validez discriminativa que sugeriría que es probable que sólo una porción restringida de la base de datos OVNI sean fenómenos físicos que se acoplan a las variables sísmicas.


Fig. 6. Correlaciones (rho de Spearman) entre el monto de energía sísmica descargada por intervalo óptimo dentro de la región C (barras cerradas) y dentro de los alrededores del área control, región E-C (barras abiertas) para los diferentes tipos de reportes OVNIS que incluyen: SL (luces en el cielo), SLPa y SLPb (dos tipos de fenómenos luminosos que asumimos con base geofísica), EC (casos exóticos, que involucran encuentros cercanos) y GLP (el racimo o clúster general de SLP y de los casos no clasificados).



Como se muestra en la Figura 6, la validez discriminativa de nuestras asunciones se sostiene ampliamente. Sólo SLPa, SLPb y GLP (qué es la suma de SLP y los casos no clasificados) se pusieron en correlación significativa (el rho se calculó para todas las clases debido a la asimetría moderada de distribución para CEE y SLPb) sólo con la descarga de energía dentro de los seis estados (barras negras): por otro lado ni los números de SL ni los números de informes de CEE estuvieron en correlacionados significativamente con la cantidad de energía sísmica descargada en esta región. Ninguno de los cinco tipos de informes se correlacionó significativamente con la energía sísmica descargada en la región circundante, E-C (barras abiertas).


Fig. 7 a,b. El monto total de energía sísmica (en ergs/ergios) descargada por mes (barras cerradas) y el número de GLP por mes (barras abiertas) desde el año 1947 hasta el año 1964
Fig. 7. (continuación)



Para dar énfasis a la relación persistente entre la cantidad de energía descargada dentro de la misma región en las que los LP fueron reportados, los valores mensuales de la energía sísmica total descargada (barras negras) y los números totales de GLP (barras abiertas) se muestra en la Figura 7 desde los años 1947 hasta 1964. Los fenómenos luminosos tendieron a ocurrir durante el mismo mes o durante uno a tres meses antes del descargo de energía sísmica. De hecho, todos los 10 periodos mayores de LP reportados (> 15 GLP por mes) ocurrieron durante el mismo mes o dentro de los tres meses antes de las descargas más sustanciales de energía sísmica. Recíprocamente, 6 de los 10 meses sísmicos más enérgicos fueron precedidos por 1 de los 10  más activos meses de LP. Todos menos uno de estos meses sísmicos más enérgicos (marzo, 1963) fue precedido por un claro incremento en el número de LP. Considerado la naturaleza y limitaciones de la base de datos que confía en observaciones cuasi randomizadas casi exclusivamente, nosotros sospechamos que los LP ocurrieron pero no observaron  o no se reportaron.
La gran dispersión  alrededor de la línea de regresión para la relación entre la descarga de energía sísmica y el número de informes de GLP también puede haber sido afectada por contribuciones de los temblores con magnitudes de menos de 3.0. La base de datos de Nuttli no contuvo referencias a estos eventos; aunque "percibieron" que los eventos son bastante comunes en la  región de Nueva Madrid. Aunque la mayoría de estos temblores habría tenido magnitudes de aproximadamente 1.0 racimos o clústeres pueden haber sido responsables de los periodo de bajo-nivel pero pueden haber sostenido informes de GLP como los de la última parte del año 1961. Además, estos temblores pequeños que frecuentemente son pre shocks y post shocks de los más fuertes (M> 3.0)  terremotos del catálogo, esto puede haber sido asociado con el incremento en GLP durante uno a tres meses antes de los terremotos más grandes. Clústeres o racimos múltiples de eventos sísmicos débiles (1.0 <M <3.0) han mostrado ser componentes importantes en la correlación temporal entre LP y sismicidad en la región de Yakima, Washington (Derr & Persinger, 1986).
Los modelos de ocurrencia de LP y sismicidad en otras regiones, sobre todo  separadas por centenares de kilómetros, hace pensar en la posibilidad de que  los LP podrían relacionarse con eventos de tensión migratorios. Aunque el reciente trabajo en California Central y del Sur ha mostrado que esa tensión regional tiende a cambiar linealmente con tiempo, el mismo estudio ronda marginalmente anomalías significativas de 12 a 18 meses antes de dos terremotos (Savage y col., 1987). Derr y Persinger (1989) notaron una clara convergencia de LP hacia el epicentro sísmico inminente (M 4.4) en Nuevo México: la migración empezó aproximadamente 8 a 14 meses antes del temblor y rápidamente aceleró hacia el epicentro durante los últimos 6 meses. Considerando que la  distancia promedio de la mayoría de los LP era normalmente mayor a 300 km, los LP aumentaron en número y convergieron dentro de los 50 km del epicentro durante el periodo inmediato que precede el temblor. 
 
Alternativamente, las observaciones de LP a  grandes distancias de los movimiento sísmicos  podrían explicarse si la corteza o el manto superior contuvieron heterogeneidades que significativamente refuerzan la conducción de energía eléctrica sobre modelos seleccionados. Nuestros primeros cálculos en orden a otros datos (Derr & Persinger, 1989) indican que el proceso está envuelto con la distribución  distal de LP que  puede desplazarse entre 100 a 500 km por año. Sería parsimonioso si se mediaran los efectos de los supuestos campos de tensión  a través de tales modelos seleccionados; sin embargo esta pregunta no puede contestarse dentro de las limitaciones de los análisis presentes.



Conclusión


Estos análisis sugieren que ciertos tipos de informes OVNI, específicamente aquéllos que nosotros hemos definido de forma consistente como LP en este y otros estudios, (Derr & Persinger, 1986,; Persinger & Derr, 1984, 1985) están estrechamente relacionados con la descarga de energía sísmica. Uno de los problemas con este tipo de investigación es que la fuerza de la relación entre LP y la energía sísmica dentro de este estudio podría haber sido aun mayor si el número de informes de LP fuera más indicativo del número de eventos de LP y si los datos sísmicos estuvieran completos a un umbral de magnitud más bajo. 
 
Muchos otros problemas existen con este tipo de estudio retrospectivo. Principalmente, las correlaciones son estadísticas, en lugar de deterministas, y deja preguntas abiertas acerca de la causa real y el efecto. No sabemos la fuente de la energía, cómo se dirige de la fuente al punto de la observación, cómo se enfoca para crear la luminosidad, y cómo continúa durante la duración del avistamiento. Para  seguir estos problemas, se exigiría un cambio en la metodología que incorporara las variables que serían razonablemente involucradas. Los candidatos iniciales serían las características cuantitativas de la geología local y las distribuciones de tensión. Algunos de estos problemas, como el mecanismo por el que la energía se enfoca, deben involucrar algún proceso fundamental: su resolución puede depender principalmente de la tecnología y teorías de física moderna. 
Hay varias preguntas que se generan cuando se investiga el concepto de mecanismo. ¿Producen los LP un impulso que puede durar significativamente más que el de las bolas luminosas, o se requiere alguna fuente continua o intermitente? ¿Por qué exhiben algunas áreas sísmicas frecuentemente LP, dentro del horario de los fenómenos geofísicos, considerando que otras áreas no lo hacen? ¿Hay algo por ejemplo, en la geología o hidrología la región o alguna cosa relacionada a algún aspecto del campo geomagnético que promueve el proceso de LP? 
En algunos de nuestros estudios, las perturbaciones súbitas en el campo geomagnético parecen haber promovido la ocurrencia de LP. Interesantemente, en el estudio presente, la correlación entre los GLP por año y el producto de la descarga anual de energía sísmica de la región central y nuestra medida típica de perturbación geomagnética anual (la desviación normal de promedios mensuales de actividad  geomagnética global sobre la media anual) fue de 0.76. Aunque Mazzarella y Palumbo (l988) ha supuesto que las variaciones en la actividad  geomagnética global podrían facilitar las tensiones que precipitarían los terremotos, ¿cómo influiría en la actividad geomagnética el campo de tensión? ¿Afectan las perturbaciones  geomagnéticas los caminos de conductibilidad o evocan descargas  quantales de energía, manifestadas como LP, a partir de campo de tensión? En general, nuestros datos no apoyan la proposición de que los elevamientos diarios súbitos de actividad geomagnética son disparadores generalmente inmediatos de LP porque ellos ocurren a menudo después varios días. La relación es más  evidente con los incrementos semanales, mensuales y anuales de los análisis. 
La base de datos de LP es anecdótica, incompleta, no uniforme, y notoriamente subjetiva. Los resultados positivos dependen de una elección juiciosa del área  a ser analizada: un área demasiado pequeña reduce la importancia, mientras que un área demasiado grande agrega significancia al análisis. Aunque sospechamos que el área óptima de una región que muestra el acoplamiento óptimo entre LP y la descarga de energía sísmica refleja las características de la corteza local, estos parámetros todavía deben establecerse. Por ejemplo en porciones de América del Norte donde la estructura  crustal se refleja como acreciones focales, las distancias óptimas exigidas para discernir la relación más fuerte entre LP y las descargas de energía están entre 50 y 100 km. En porciones de Norteamérica donde la corteza despliega una arquitectura más homogénea y más grande, las distancias óptimas pueden involucrar 500 a 1000 km. 
A pesar de estas limitaciones, nosotros creemos que los resultados informados aquí son válidos y tienen importancia teórica para la comprensión de los LP. Se han encontrado asociaciones temporales similares y aun más fuertes entre LP y la descarga de energía de terremotos en otras regiones, como la  de Uinta Basin en Utah (Persinger & Derr. 1985) y en el Estado de Washington (Persinger & Derr. 1984). 
Todos nuestros análisis en los que la energía sísmica se ha calculado indican que los LP aumentan en frecuencia y ocurrencia cuando la cantidad de descarga de energía por mes excede aproximadamente los 1.0 x 1017 ergios. Si esta magnitud de energía se requiere, entonces la producción experimental de LP geofísicos puede limitarse. Un posible acercamiento cuasi experimental  que podría prestar apoyo determinista a las hipótesis de que las tensiones tectónicas involucran áreas en que ha habido sismicidad artificial. Hay varias áreas, como Denver y Rangely, Colorado, y el oeste de Nueva York, donde se forzó la actividad, a través de  bombeados subterráneos de volúmenes grandes de fluido que han activado actividad sísmica. 
La relación eminente inesperada entre el aumento inaudito de LP dentro del centro de los Estados Unidos  durante finales de los años sesenta y las descargas más grandes de energía sísmica dentro de esa región durante varias décadas implican la utilidad de esta investigación. En otros estudios hemos notado que la latencia entre un racimo o clúster de LP y la ocurrencia de un evento sísmico se relaciona positivamente a su magnitud. Si los archivos acumulativos de LP dentro de otras regiones reflejan perfiles similares, entonces las inflexiones positivas significativas en la proporción anual de informes de LP podrían volverse un adjunto para la prevención de terremotos. 
Se han informado fenómenos luminosos durante siglos. Frecuentemente, se pueden haber enmascarado sus descripciones y su ocurrencia o se pueden haber perdido en las definiciones populares (Corliss. 1982: Persinger ' 1983a). Wallace y Teng (1980), por ejemplo, notan que el mundo occidental se predispone para ver OVNIs. Mientras el mismo estímulo en China lleva a  informes de posibles precursores de terremotos. Nuestro trabajo sugiere que China ha encontrado la definición más apropiada. 

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[1] Journal of Scientific Exploration. Vol. 4 No. 1 pp.55-69 1990